sábado, 15 de febrero de 2014

Jueces de verdad Parece que vanos consiguiendo que los jueces sean conocidos por sus actuaciones, y que no todos sean igual. Hay jueces y jueces. Por ejemplo, viene demostrando valentía y criterios crasos el juez Ruz, pese a que en un primer momento de su designación se le pudo haber llegado a tachar de “gubernamental” y se llegó a pesar de él que actuaría, en el caso Gurtel-Bárcenas, según voluntad del PP. Pues no. Avanza en la elaboración del sumario, según 0arece, de acuerdo con sus propios criterios y tendiendo en escasa consideración criterios o interese ajenos. O sea, parece que no se atiene a ese criterio y conciencia propia. Lo mismo cabe decir del juez del caso Alvia, o muerte de 79 pasajeros del tren de Santiago. El instructor, de este caso, pudo haber llegado a la conclusión que inicialmente parece incuestionable: El conductor se despistó y no frenó a tiempo. Pero ha preferido investigar un poco más, y llega a conclusiones mucho más “perniciosas”: ADIF, la empresa pública gestora de las vías, modificó el ancho de vía alterando, para mal, la seguridad de los trenes y de los viajeros. O sea, que el maquinista pudo haber tenido un despiste, pero Adif también también tiene responsabilidades de las que dar cuenta. Y a este paso, no sé si el juez llegará a los ministros Blanco o Pastor, en la búsqueda de responsables últimos, pero no estaría de más ver a altos cargos sentados en banquillos de procesados. Como reclaman, por cierto, las autoridades de la Unión Europea, y en particular, la comisaria Malmstrom, doña Cecilia, que no ve suficientes las explicaciones del amigo de Rajoy, Arsenio Fernández de Mesa, director general de la Guardia Civil, sobre la tragedia de Ceuta. Pero ya se sabe: los amigos de Rajoy tienen –iba a decir “permiso para matar”, pero me suena demasiado fuerte… Los amigos de Rajoy tienen autorización para meter la mata otra y otra vez, impunemente y sin dejar el cargo ministerial. La calidad de amigos de Rajoy la tienen la señora exalcaldesa de Pozuelo, Ana Mato, y ahí sigue pese a su condición de beneficiaria del Caso Gurtel. Y la tienen los también ministros Wert, el autor de la ley educativa, y Gallardón, defensor de la ley del aborto, y Fernández, de Interior, respectivamente. Cada uno tiene sobrados motivos para ser depuestos sin tardanza,y antes de que cometan más pifias. Y hablando de pifias: ahí sigue el “supergobernador” gallego Feijoo, también amigo de Rajoy. No ha pronunciado aún una sola palabra sobre su obstinación en defender contra capa y espada, la idea de un banco gallego. Finalmente, el banco es venezolano, y nos ha costado, de momento, once mil millones a los contribuyentes españoles. Y Feijoo tampoco ha movido un dedo –lo hacen finalmente los jueces- para pedir explicaciones a los cuatro ejecutivos de Novacaixagalicia que acumulan 33 millones en pensiones. Ese dinero estará bloqueado cinco años mientras no se produzca un pronunciamiento judicial. Los directivos de NCG, se ven, finalmente, invitados al banquillo por sus indemnizaciones millonarias. ¿Feijoo no sabía nada? José Cavero