sábado, 7 de junio de 2014

La protección jurídica del Rey Es curioso y sorprendente que, a estas horas del partido, cuando se juega el relevo del Rey Juan Carlos por el futuro Rey Felipe VI se haya presentado como un dato de primera importancia el aforamiento del ex rey. Incluso se ha discutido, según parece, sobre el tiempo que transcurra desde la abdicación hasta que disponga que fuero y aforamiento nuevo, como si en ese tiempo, que puede ser e varios meses, alguien pudiera aprovechar para llevar a los tribunales y querellarse contra el Rey por algunas de sus actuaciones antiones, del tiempo en que ejerció, inviolablemente, el reinado. El País nos asegura este sábado que el Rey se quedará sin protección jurídica durante unos meses, y Santamaría alega que el Rey no pierde la inviolabilidad sobre los 39años de reinado. Es posible que algunos juristas entiendan lo contrario: que se va a crear un espacio en el que el Rey pasa a ser un ciudadano como cualquier otro, y por tanto, atacable y censurable por actuaciones del pasado. Que es un temor o una sospecha que no deja de ser un reconocimiento de que algunas acciones del Rey en algún momento de su trayectoria de casi cuatro décadas –los negocios de o con Javier de la Rosa, con el famoso manco, con la cortesana Corina, acaso con algún jeque árabe- pudieran ser revisados a la luz de un hombre con largo y ajetreado pasado, que ya pasa a ser violable jurídicamente, siquiera por algún tiempo… ¿Lo han meditado bien Santamaría y otros “hombres de Estado” que tienen que dejar atado y bien atado los viejos tiempos y los nuevos, por igual? Posiblemente en los mismos temores y sospechas políticas cabe inscribir la torpe valoración que ha hecho el portavoz de Artur Mas, Francesc Homs, para quien la abdicación “sólo busca mantener el negocio familiar”. Cabe recordar queel negociando número uno de la familia real, Iñaki Urdangarín, está a punto de recibir una de las sanciones penales más severas que se conozcan por sus negocios nada santos, realizados a la sombra del Monarca, y aseguran que alegando que él no hacía otra cosa que imitar las actuaciones del Monarca… Desde luego, somos muchos quienes entendemos que el comienzo del nuevo reinado de don Felipe debe constituir un borrón y cuenta nueva sobre hábitos anteriores. Es posible que ya se hayan establecido algunos de esos hábitos nuevos y mucho más recomendables, pero deben hacerse públicos y notorios. Don Felipe y doña Letizia no pueden ser, en absoluto, puros apéndices y prolongadores automáticos de la vieja situación. En sus presencias-ausencias, en sus intervenciones públicas, en su forma de entender la actividad regia deben darnos un modo diferente de ser y de estar. Por ejemplo, se lee en un diario de este sábado que el futuro nuevo Rey Felipe VI rechaza misa y pompa. Es decir, que no habrá Tarancón o Rouco que le dé las pertinentes o impertinentes bendiciones y augurios para el nuevo Reinado, y que empezaremos a ejercer, finalmente, un tiempo constitucional laico, en el que no caminen juntos, inevitablemente, Monarquía e Iglesia Católica. Hace tiempo que debió haberse cortado aquella herencia franquista, de cuando los curas bendecían las inauguraciones de pantanos y colegios. Todo permite suponer que se está buscando en el seno del PSOE que el próximo Congreso extraordinario dé a luz el nacimiento de una nueva estrella, con forma de secretaria general, que se llamaría Susana Díaz. Llega de Andalucía, llega victoriosa, sin tacha original, y se aspira a que empezará a ser la gran jefa del socialismo para los nuevos tiempos, después de un pasado discutido y discutible que protagonizaron Zapatero y Rubalcaba. Susana Díaz,y no Eduardo Madina, o Carme Chacón o cualquier otro, será quien aglutine fuerzas y agrupe líderes locales para empezar una etapa nueva. Estos tiempos nuevos van de hábitos nuevos, personajes nuevos, actuaciones también nuevas… JOSÉ CAVERO

viernes, 6 de junio de 2014

Preparativos del Príncipe y del Rey Se supone que, a estas alturas, el Príncipe don Felipe, futuro Rey Felipe VI, está buscando ya a un grupo de colaboradores de primer nivel. No estaría demás que, incluso, alguno de tales colaboradores estuvieran ya ejerciendo esa profesión de asesor a la hora de programas y efectuar los discurso de don Felipe. No es igual que el Príncipe diga unas palabras en un acto o que vaya preparándose para ejercer el nuevo oficio que está a punto de asumir. No es igual que diga algunas cosas bien planteadas o que empiece a verse que no piensa en soledad, sino que dispone de un equipo de personas que le aportan datos, doctrina,,, Es importante que su presentación en sociedad dé comienzo ya, cuanto antes, y que se pueda apreciar el ante y el después de este momento crucial en el que va a estrenarse en sus nuevos quehaceres y responsabilidades En cuando al Rey, parece que no es una obviedad que piense también en su futura tarea post-regia, y en protegerse de eventuales demandas o querellas. Sería nefasto que su final en la condición de Rey tuviera el colofón de alguna queja por viejas amistades –Manuel Prado, Javier de la Rosa, Corina- que hicieran resucitar viejos fantasmas de un pasado que acaso se resista a dar encerrado en la historia o los recuerdos más o menos incómodos. Si hay diez mil aforados en nuestro país, siempre cabrá uno más… Casi cuarenta años de oficio en la Casa Real son suficiente razón como para no alterar la jubilación que va a comenzar… Se trata de ”improvisaciones necesarias”, como las ha denominado un relevante abogado… No hay duda de que algunos de los hábitos del nuevo Rey romperán de manera tajante con los de su antecesor. Ya hemos considerado que, desde que se casaron, Don Felipe y doña Leticia no han ido a los toros, y que no parece probable que vayan a romper ese hábito. También la asistencia a conciertos, o la inclinación a la protección del medio ambiente, parece que serán o están siendo ya características de la nueva pareja. Es seguro que a los soberanistas catalanes les ha disgustado profundamente la sugerencia que ha hecho Obama de que le gustaría que Escocia no rompa con el Reino Unido. Relatan hoy los diarios que los soberanistas de Mas y Junqueras están cerrando filas para mantener su órdago con el nuevo Rey, mientras tales secesionistas temen que Felipe VI sirva de acicate, o de excusa, o de recurso, para una tercera vía. Cualquier procedimiento sería bueno para impedir la insensatez que los secesionistas se obstinan en seguir adelante, y que van a dar comienzo con su ausencia –la de CiU y la de Artur Mas- tanto a la hora de votar la abdicación como de asistir a la ceremonia formal y solemne del cambio de poderes. A pocos convencen los argumentos de Durán i Lleida, primero, y de Artur Mas, seguidamete, para las dos grandes ausencias con las que pretenden dar comienzo a los nuevos tiempos. A tiempos nuevos, la obstinación y las actitudes cerriles de siempre… El más reciente fraude descubierto y perseguido por la Justicia se refiere al gasóleo adulterado. Parece mentira que hayamos olvidado la adulteración del aceite, que en su día provocó decenas y decenas de víctimas. Todo lo que se adulteración de productos de consumo, consumibles o no, termina pasando unas horribles facturas al consumo y a los consumidores. Pero nada parece frenar a quienes se proponen saltarse cualquier norma con tal de conseguir beneficios y ventajas de orden personal, “caiga quien caiga”. Sean motores de vehículos o la respiración de los ciudadanos… JOSÉ CAVERO

jueves, 5 de junio de 2014

Días de aplausos Tras el anuncio de la abdicación del Rey con Juan Carlos en su hijo FelipeVI, ha llegado la hora de los aplausos. Aplausos frecuentes, aplausos nutridos, aplausos generosos de agradecimiento o de reconocimiento…, según los casos. Ayer fueron los empresarios y los taurófilos quienes aplaudieron al Rey, por la mañana o por la tarde, y los asistentes al acto de un santuario navarro quienes aplaudieron al todavía Príncipe. Hoy también habrá sesiones con aplausos garantizados, parece que para ambos personajes del momento, en lo que bien podría ser reconocimiento anticipadote lo que determinarán los representantes populares de las dos Cámaras legislativas dentro de unos pocos días, en sesiones separadas y conjunta. Y, por otro lado, vienen a compensar los movimientos de grupos, partidos o individuos que, a su vez, están dejando claro su parecer bien distinto, de proceder a la modificación del Reino de España por la III República española. Todo permite anticipar que terminará imponiéndose la continuidad del régimen, y que en pocos días, el Rey se habrá pasado a las ”clases pasivas” mientras el hoy Príncipe será Rey Felipe VI, y su esposa, la Reina Leticia. Naturalmente, se prestan atenciones particulares a los mensajes de uno y otro, de don Juan Carlos y de don Felipe. El segundo hizo referencia ayer a la unidad y diversidad de la “comunidad social y política” que es España, en un celebrado mensaje de unidad en tiempos de secesión. Uno de los aplausos que recogió el Rey fue en la Plaza de las Ventas, posiblemente uno de los aplausos más largos que se le hayan tributado jamás, y que en adelante peleará por ser consideradote los más nutridos y prolongados… Es curioso, que con el nuevo Monarca, los toros van a perder, con toda certeza, a uno de sus incondicionales. Ni don Felipe ni doña Leticia tienen afición alguna al toreo, razón por la que los aficionados es posible que quieran lamentar ayer la pérdida de un valioso valedor y aficionado, como anteriormente lo fue también doña Margarita. La estirpe de los Borbones taurófilos termina, según todos los indicios… En cuando a la aficiones monárquicas, ya decíamos que pueden estar compensados, ahora mismo, los aplausos de los partidarios y las manifestaciones de los adversarios a este tipo de régimen, que consideran caduco y pasado de moda. Pero hay reductos en el propio PSOE en los que reaparece esa seña de identidad del republicanismo, contra la cual lucha con denuedo Pérez Rubalcaba, según reconoció ayer Mariano Rajoy. Es curioso, en el momento de su despedida del cargo, Rubalcaba también cosecha los aplausos de sus más directos adversarios… Y mientras tanto, sigue engordando la crónica interminable de la corrupción, con Blasco, o con el arquitecto que hizo las obras de la sede del PP, o con quien denunció las operaciones de Gurtel, entonces concejal de Majadahonda… El exconcejal no duda en atacar ahora a Rajoy y a Aguirre, de quienes asegura que conocían perfectamente y al detalle las prácticas de Gurtel y sus responsables máximos, y que nada hicieron por impedirlas, aunque sí retiraron de sus cargos públicos a quien las denunció públicamente. Una denuncia extraordinariamente severa Escandaloso también resulta el dinero que percibirán nuestros jugadores de La Roja. Es cierto que la Selección nacional disfruta de unos niveles de popularidad formidables, pero percibir 720.000 euros per capita, en el caso de renovar el título mundial, parece una pasada”. Bien es cierto que es dinero UEFA, pero nos hemos vuelto a poner en cabeza de los mejor pagados en tiempos de crisis, y cuando se habla de niveles de supervivencia entre los escolares españoles… JOSÉ CAVERO

miércoles, 4 de junio de 2014

Las opciones del sumo poder Parece evidente que se ha buscado y elaborado un calendario que permita que el trámite sucesorio de don Juan Carlos a a Felipe VI sea rápido y breve. Parte de la consideración de que son mayoría los españoles que quieren mantener el régimen monárquico, por lo cual no se precisa hacer cambios constitucionales que conduzcan a la III República. Ayer, tanto Rajoy como Sáenz de Santamaría se ocuparon de explicar que claro que cabe la posibilidad de cambiar de Monarquía a República, pero que ello conlleva y exige la aprobación previa de una reforma constitucional, y que no parece que vaya a haber, en las cámaras legislaturas, apoyos suficientes. Ni mucho menos, ganas de hacerlo, aunque en la calle esté muy vivo el grito republicano y foros como el 15-M y muchos otros colectivos vienen abogando por ese cambio trascendente en la cúpula del Estado. Incluso en los mandos del PSOE hay voces favorables a ese cambio de régimen, a las que tanto Rubalcaba, como Felipe González y como Zapatero, han recordado que, en efecto, ene. PSOE hay una clara herencia republicana, pero qe, en el comienzo de la transición, el PSOE llegó a un consenso para apoyar la Monarquía de don Juan Carlos, y ahora, se proyecta seguir ofreciendo ese mismo apoyo a Felipe VI. De modo que tampoco por ese lado cabe la posibilidad de modificación de “la situación presente”, y lo que se busca es un procedimiento rápido, que ya tienen fechas probables: el once y el dieciocho del presente mes de junio quedará resuelta y decidida la cuestión, pese a las muchas voces republicanas que es posible escuchar en estos tiempos. La Sexta proponía un juego, anoche, a unos cuantos de sus jóvenes “televisionarios”: ¿Usted es republicanote verdad? ¿Y qué prefiere, a Felipe VI o a José María Aznar, éste segundo como presidente de la República que anhela? Hay que admitir que el nombre de Aznar no parece el más apetecible, pero era válido para el juego. Muchos de los encuestados optaban por el joven Felipe VI antes que decidirse con el marido de la señora Botella… Y es que, en efecto, no tenemos ni idea de quién podría ser el personaje alternativo al joven monarca –ya no tan joven, y sí muy preparado- , y tampoco parece haber tiempo suficiente como para plantear esa cuestión de promocionar a un “sabio de la tribu” que pudiera reunir en su persona las responsabilidades de la dirección de la nación. De manera que parece mucho más adecuado y conveniente empezar a “educar” “ciudadanamente” a don Felipe, por ejemplo, recordándole sus deberes de transparencia, de austeridad en la gobernación, de control de actuaciones… En suma, de hábitos que su padre no llegó a practicar a lo largo de casi cuatro décadas de ejercicio del poder. ¿Cómo será posible hacer eso? ¿Quién pondrá ese cascabel al gato? Tampoco se ha hablado mucho, en las últimas jornadas, de la Princesa y casi Reina doña Leticia, de quien muchos esperaron que empezara a modificar esos hábitos inadecuados de la Casa Real. La Reina se deshizo ayer en elogios sobre la valía de doña Leticia, a quien, por cierto, de manera sistemática socavó un profesional del periodismo, Jaime de Peñafiel. Cabe suponer que, en adelante, moderará sus opiniones y serán más razonables y meditadas. No parece que doña Leticia haya sido causa para una crítica tan acerba y desconsiderada. Como juego, pudo haber estado divertido, pero ya está a punto de ser la Reina de España… JOSÉ CAVERO

martes, 3 de junio de 2014

El paso de Juan Carlos I a Felipe VI El tránsito anunciado este lunes, 02 de junio -según el papel oficial de La Zarzuela, con firma del Rey-, puede ser sencillo, fácil, rápido, como están deseando ya las instituciones vigentes, o puede padecer algún inconveniente, como también empezó a vislumbrarse ayer mismo en opiniones escuchadas en la calle, en encuestas periodísticas, y en una cuarentena de manifestaciones populares bien nutridas de ciudadanos y de banderas en las que reclamó con insistencia un referendum sobre la forma del régimen, y la posibilidad-necesidad de elegir entre Monarquía o Repùblica. Naturalmente, hay división clara de opiniones y de apetencias. Para unos, la abdicación del Rey Juan Calos I es una excelente ocasión para que los ciudadanos opinen. Para otros, todo está ya dicho y decidido, y no cabe otra que aplicar las normas que han estado vigentes en las cuatro últimas décadas, y de cuya conveniencia y utilidad todos tienen noticia. ¿Cabrá esa posibilidad, de que los ciudadanos, democráticamente, tengan voz y voto en este tiempo abierto por el anuncio de abdicación del beneficiario máximo de la Corona de España? Lo más probable es que todo quede en las banderas republicanas al aire yen la expresión de muchos deseos de la ciudadanía, y que, mientras tanto, se siga el guión ya establecido por el Rey, su Casa Real, y por el Gobierno de la Nación y sus instituciones, Congreso y Senado. Ahora mismo, las dos vías –la sucesión pura y dura, o la pausa de opinar y decidir-, están tratando de cerrar la alternativa y quedarse solas y sin competencia. Y, de entrada, lo más probable es que termine imponiéndosela vía de la sucesión de padre a hijo, de Corte Real a Corte Real, sin otra posibilidad que la protesta para los que opinan otra cosa… Pero parece cierto lo que destacan hoy algunos diarios: que el Rey ya olido los nuevos tiempos, y por ello “abdica para impulsar las reformas que pide el país”. Las reformas que le pide su propio hijo don Felipe, pero sobre todo, que le piden y hasta exigen los grupos que en los últimos años ya han ocupado muchas plazas, y están empezando a organizarse en forma de partidos y movimientos de ciudadanos, del tipo Podemos. El Rey es posible que haya reaccionado ante esos nuevos aires y nuevos climas, y de ahí su vivo deseo de quitarse de en medio y dejar ya solo a su hijo, bien preparado, con madurez y experiencia comprobadas. Incluso impaciente por poder demostrar su capacidad, su buena preparación, su prudencia y capacidad de asumir riesgos. Ya hubiera querido el príncipe Carlos de Inglaterra tener una ocasión como ésta que ahora se le brinca a quien puede ser Felipe VI sin tardanza… Porque ahora, la cuestión va a estar en los plazos. No se quiere perder una sola jornada en las instituciones “continuistas”, sabedoras de que pudiera colarse el debate de la forma de régimen –Monarquía o República. Si eso llegara a suceder, se abriría una caja de Pandora de resultados inciertos y de incertidumbres altamente probables. Pero, ¿quién no querría ser preguntado “Monarquía o República, qué prefiere usted? ¿Qué le vendrá mejor a este país en este tiempo, y tras la experiencia de 39 años de Monarquía Juancarlista, no siempre ajena a escándalos y corrupciones, descontrolada en gastos y en explicaciones públicas? En ese punto estamos: ¿No pasa nada, y a don Juan Carlos da continuidad don Felipe, o puede pasar cualquier cosa, y es el momento de que el ciudadano deje escuchar su voz y su opinión, sin temor de ninguna especie, y se empleen las urnas para determinar qué opción política es la más adecuada, la más conveniente y beneficiosa para la ciudadanía? Ésa es la cuestión. Pero las fuerzas instaladas -las castas-, impedirán por todos los medios que puedan surgir voces discrepantes en esta hora crucial. JOSÉ CAVERO

lunes, 2 de junio de 2014

El Rey abdica. Don Felipe, Rey de España Aunque los mejor informados –Rajoy y Rubalcaba, por derecho propio y razones del cargo- lo sabían ya desde enero, finalmente, este primer lunes de junio se ha dado a conocer formal y oficialmente el anuncio de que el Rey abdica de su condición, y cede sus atribuciones a don Felipe. No es una noticia especialmente “novedosa”: Era previsible que así sucediera, aunque no faltan rumores que apuntan a que el estado de salud del hasta ahora monarca ha seguido dando quebraderos de cabeza, y no termina de mejorar. Incluso se especula con la posibilidad de que esté padeciendo alguna clase de cáncer de los que no se ha informado a la nación. Lo cierto es que don Juan Carlos ha hecho sucesivos intentos de regresar a una cierta normalidad, con viajes a países árabes y para hacer las gestiones que mejor ha hecho siempre: facilitar el acceso de empresas españolas a mercados y oportunidades en otros países. Y en cada uno de estos viajes, ha aparecido el rostro esforzado de don Juan Carlos, que no ha terminado de comprobar la mejoría que se le pronosticó tras su más reciente intervención quirúrgica. En realidad, dado este estado de salud precario, y también por la edad de don Juan Carlos, se ha venido especulando periódicamente con la abdicación y sucesión del Rey. A todos ha parecido que don Juan Carlos, y su esposa doña Leticia, aparecen debidamente preparados y dispuestos para heredar el mando de la nación sin quebrando de ninguna especie. Queda por resolver la cuestión delicada del yerno Urdangarín, pero los jueces tienen la difícil papeleta en sus manos y sabrán darle el debido tratamiento. En todo caso, ha sido evidente el deseo de los Príncipes herederos de no ser relacionados con los malos pasos del yerno y la otra hija del Rey. Han marcado distintas, en ocasiones no sin dolor personal, sobre todo, de la Reina doña Sofía. También doña Sofía, que en los últimos años ha dado a conocer una separación física notable de su esposo, en los últimos tiempos ha reducido ese distanciamiento, probablemente para ayudar en el tránsito del Reinado a la abdicación y sucesión. Ahora corresponde la aplicación de la Constitución a efectos de sucesión, y pocos dudan de que todo se realizará conforme cabe esperar, dada la madurez que han demostrado los jóvenes príncipes herederos. En esta hora, asimismo, se recuerda, sobre todo, el tiempo dilatado, de 39 años, que don Juan Carlos ha permanecido al frente de los destinos de la nación, con impagables méritos que no todos reconocerán del mismo modo. Hubo, nadie lo duda, errores manifiestos, de alguno de los cuales el propio Rey hizo referencia pública en un discurso memorable: Me equivoqué no volverá a repetirse”, dijo tras el viaje a Botswana en el que dio muerte a un elefante, un viaje que había sido preparado por la controvertida “cortesana” Corina. Precisamente, algunas amistades particulares del Rey –Corina la más reciente, pero anteriormente Javier de la Rosa, o el conocido como “el manco”-, pudieron haber deteriorado la imagen de un Reinado, que, además de prolongado, fue generalmente fructífero para la nación y sus ciudadanos. El Rey supo mantener algunas iniciativas dignas de elogio, como sus encuentros con las más jóvenes generaciones, sobre todo en el concurso “qué es un rey para ti”, en el que transmitía el acercamiento a los niños y un cierto escepticismo sobre la relevancia de su cargo. Mantuvo, mientras pudo, su asistencia y participación en las sucesivas Cumbres Iberoamericanas, para conseguir la cooperación del bloque de países del mismo idioma hispano. Y ya han sido mencionados los esfuerzos del Rey por ser “utilizado” por los empresarios españoles a la busca de encargos y contratasen cualquier lugar del mundo. Don Juan Carlos hizo uso, para esos efectos, de su bien ganado prestigio y de la amistad de la que gozaba con muchas personalidades mundiales, particularmente en áreas del mundo islámico. No debiera extrañar que, en ese propósito, como en el de asesoramiento permanente y constante a su hijo don Felipe, el Rey don Juan Carlos siguiera ejerciendo influencia. JOSÉ CAVERO
El caso del magistrado ebrio De Enrique López se saben muchas cosas. Sobre todo, se sabía de su permanente aspiración a ser miembros del Tribunal Constitucional, que llegó a ser la causa de que la elección de este grupo de magistrados se pospusiera una y otra vez. El P insistía en su candidato, y el PSOE argumentaba, una y otra vez, que no reunía las condiciones mínimas exigibles. Pero el PP, finalmente, logró su propósito, y Enrique López, conservador, leonés, obtuvo una plaza que ahora él mismo, dice que por dignidad, pone a disposición de quien corresponda porque fue sorprendido ebrio, conduciendo su moto, sin casco, con un porcentaje de alcohol que cuadriplicaba los niveles autorizados. Por dignidad, por vergüenza, por incumplimiento de la norma, Enrique López se va a su casa, y al cargo que alguien le buscará de nuevo en el Partido Popular, que tantas amabilidades tuvo con él. Es curiosa la afición de grandes biografías del PP por conducir con altos contenidos de alcohol, empezando por Aznar que se quejaba de que alguien pudiera ponerle límites a su responsabilidad de conductor. Han sido varios los prohombres del PP que han echado por la borda su carrera por unas copas de más: El caso de Miguel Angel Rodríguez, exportavoz de Aznar, posiblemente fue el más relevante. El líder de las Juventudes del PP padeció el mismo itinerario y varios más han visto arruinada su vida pública por ese descontrol en sus hábitos personales pero con eventuales efectos sobre los demás. Enrique López se había esforzado durante años en lograr una magistratura, nada menos que en el Tribunal Constitucional, de la que ahora se ve precisado a prescindir “por su mala cabeza”. El partido que lo designó para tan alta magistratura debiera, también, explicar y disculpar su conducta pública, y desde luego, no apresurarse a beneficiarle con una nueva canonjía bien remunerada. Los socialistas determinarán en las próximas horas el modo en que se celebrará, finalmente, el Congreso extraordinario y la elección de su nuevo secretario general. Harta de los vaivenes de su partido, Carme Chacón ha optado por abandonar esa carrera, aunque algunos no dudan de que existan otras causas: que tenga planes privados alternativos, o que sospeche que tendría pocas posibilidades de éxito en esas urnas. Lo cierto es que la señora Chacón ya ha abandonado este juego, en el que ya hay o aparecerán otros cuantos jugadores. Lo importante es que, cuanto antes, se cubra ese vacío que deja tras de sí Rubalcaba, quien, por cierto, aparece públicamente mucho más abierto, espontáneo y relajado que cuando ejercía el cargo. Contra quienes pintaron al votante de Podemos como un friki o un elemento enemigo del Estado, una encuesta encargada por el País revela que ese votante era un centrista con puesto de trabajo estable y no precisamente precario. Cuenta la referido encuesta que, a una semana de revelarse la sorpresa de las elecciones, el partido de Pablo Iglesias ya ha ganado una base de simpatizantes fieles, y volverían a votar en las próximas elecciones municipales o generales. Posiblemente estén llegado a Podemos un considerable número de nuevos socios o simpatizantes, animados por el éxito obtenido, y acaso también por las desconsideradas críticas que han llegado a recibir… Rajoy, se anunciaba ayer, se dispone a bajar los impuestos a las empresas de mayores dimensiones y que más ganan, pero no se le ve gesto alguno para bajar esos mismos impuestos a la ciudadanía de base, que viene pagando al fisco el tipo más alto desde 1995. El tipo medio, situado ahora mismo en el 14 por 100, ha crecido con la subida del IRPF, la supresión de deducciones y la no actualización de las tarifas. Y por si fuera poco, las jubilaciones sigue congeladas, para cuatro años sucesivas, en un mínimo “cuartillo”, 0,25 por 100, de incremento anual… JOSÉ CAVERO

domingo, 1 de junio de 2014

Rajoy empieza a pensar en reducir el paro Posiblemente uno de los pronósticos más clarividentes de los últimos días, ha sido el del presidente de Telefónica, Mariano Alierta, que vislumbra el final del gran paro para los próximos cuatro años, aproximadamente. En cuatro años, si las cosas se hacen bien, dijo Alierta, nuestro nivel deparo será asumible, lejos de los veinticinco, veintiséis, veinticuatro de nuestros días. Pero, repitió Alierta, si hacemos bien las cosas…, y no es difícil. Tal vez se haya comprometido a hacerlo el presidente Rajoy con el anuncio que hizo ayer, antes de cumplirse una semana de los dramáticos resultados que registró su propio partido en las elecciones de renovación del Parlamento Europeo. Rajoy es muy probable que haya visto las orejas al lobo, y haya descubierto, finalmente, que debe ponerse a trabajar con la mayor urgencia en el gran problema nacional, que no es otro que el paro y lo que conlleva: Parea su propia causa, el paro conllevaría a una nueva derrota electoral, que terminaría abruptamente, y no para bien, con su vida política. Haría que ver si el electorado le sigue resultando tan amable y comprensivo, después de tantos años de ejercicio del poder, o si le reclama cuentas con mayor urgencia. Pues bien, Rajoy hace los primeros anuncios: bajará el tipo del impuesto de sociedades del 30 al 25 por 100,y el de las pequeñas y medianas empresas se mantendrá en el 25. No es probable que Rajoy coseche críticas con su decisión, toda vez que las grandes empresas, en los últimos tiempos, no tienen la mejor fama: Cotizan menos que cualquier ciudadano que pague el IRPF, tienen cuentas en paraísos fiscales, y gozan de reducciones y privilegios que para sí quisieran muchos ciudadanos corrientes. Pese a lo cual, Rajoy insiste en bajar impuestos a las grandes sociedades, por mucho que se proclame que la creación de puestos de y trabajo reside, sobre todo, en las pequeñas y medianas empresas, mucho más que en las grandes. ¿Quiere distinguirse aún más de ofertas y compromisos programáticos como los de Podemos, que ve en cada gran empresa una fábrica de fraude establecido? Rajoy aspira a poner en marcha un plan para fomentar el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, y parece que lo hace sin esperar a las normas y decisiones comunitarias, que ya se ha visto que no está excesivamente comprometida con la solución del paro español, Rajoy aspira a gastar 6.300 millones, de ellos 3.630 procedentes del sector público, para echar a andar su plan, probablemente después recomprobar la escasa credibilidad que ha merecido ene. ciudadano su campaña de que hemos salido de la recesión y hemos regresado al crecimiento. O sea, que Rajoy empieza a rectificar y se ve presionado por sus colegas de dirección del partido, y sobre todo, por las fórmulas alternativas de otros grupos. En esa misma línea de afrontar el paro como urgente necesidad, Rajoy se propone, asimismo,. Modernizar los servicios públicos de colocación, la reforma del sistema de formación y el plan de implantación de la garantía juvenil. ¿Por qué no lo ha hecho antes, porqué ha sido preciso esperar a los resultados de las elecciones de mayo? Ya se sabe, que para el ciudadano, sobre todo si está en situación de paro, o de paro prolongado, todas las medidas del gobierno llegan tarde, muy tarde, y sin razón aparente de que se hayan retrasado tanto, tan inadecuadamente. ¿A qué hemos esperado? ¿A la bendición de Merkel? ¿A haber cumplido con el déficit público?¿A haber perdidos millones de votos en las últimas selecciones? ¿A la aparición en escena de un potente grupo con muchas ambiciones, llamado Podemos? ¿A la reacción socialista, de proceder al relevo general de sus mandos sin más espera, y a la opinión del comisario Almunia de que no hacer nada en Europa sería suicida? Sea por lo que sea, parece que a Rajoy le han entrado ganar de hacer realidad sus planes de rebajar el paro. En buena hora… JOSÉ CAVERO