domingo, 1 de junio de 2014

Rajoy empieza a pensar en reducir el paro Posiblemente uno de los pronósticos más clarividentes de los últimos días, ha sido el del presidente de Telefónica, Mariano Alierta, que vislumbra el final del gran paro para los próximos cuatro años, aproximadamente. En cuatro años, si las cosas se hacen bien, dijo Alierta, nuestro nivel deparo será asumible, lejos de los veinticinco, veintiséis, veinticuatro de nuestros días. Pero, repitió Alierta, si hacemos bien las cosas…, y no es difícil. Tal vez se haya comprometido a hacerlo el presidente Rajoy con el anuncio que hizo ayer, antes de cumplirse una semana de los dramáticos resultados que registró su propio partido en las elecciones de renovación del Parlamento Europeo. Rajoy es muy probable que haya visto las orejas al lobo, y haya descubierto, finalmente, que debe ponerse a trabajar con la mayor urgencia en el gran problema nacional, que no es otro que el paro y lo que conlleva: Parea su propia causa, el paro conllevaría a una nueva derrota electoral, que terminaría abruptamente, y no para bien, con su vida política. Haría que ver si el electorado le sigue resultando tan amable y comprensivo, después de tantos años de ejercicio del poder, o si le reclama cuentas con mayor urgencia. Pues bien, Rajoy hace los primeros anuncios: bajará el tipo del impuesto de sociedades del 30 al 25 por 100,y el de las pequeñas y medianas empresas se mantendrá en el 25. No es probable que Rajoy coseche críticas con su decisión, toda vez que las grandes empresas, en los últimos tiempos, no tienen la mejor fama: Cotizan menos que cualquier ciudadano que pague el IRPF, tienen cuentas en paraísos fiscales, y gozan de reducciones y privilegios que para sí quisieran muchos ciudadanos corrientes. Pese a lo cual, Rajoy insiste en bajar impuestos a las grandes sociedades, por mucho que se proclame que la creación de puestos de y trabajo reside, sobre todo, en las pequeñas y medianas empresas, mucho más que en las grandes. ¿Quiere distinguirse aún más de ofertas y compromisos programáticos como los de Podemos, que ve en cada gran empresa una fábrica de fraude establecido? Rajoy aspira a poner en marcha un plan para fomentar el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, y parece que lo hace sin esperar a las normas y decisiones comunitarias, que ya se ha visto que no está excesivamente comprometida con la solución del paro español, Rajoy aspira a gastar 6.300 millones, de ellos 3.630 procedentes del sector público, para echar a andar su plan, probablemente después recomprobar la escasa credibilidad que ha merecido ene. ciudadano su campaña de que hemos salido de la recesión y hemos regresado al crecimiento. O sea, que Rajoy empieza a rectificar y se ve presionado por sus colegas de dirección del partido, y sobre todo, por las fórmulas alternativas de otros grupos. En esa misma línea de afrontar el paro como urgente necesidad, Rajoy se propone, asimismo,. Modernizar los servicios públicos de colocación, la reforma del sistema de formación y el plan de implantación de la garantía juvenil. ¿Por qué no lo ha hecho antes, porqué ha sido preciso esperar a los resultados de las elecciones de mayo? Ya se sabe, que para el ciudadano, sobre todo si está en situación de paro, o de paro prolongado, todas las medidas del gobierno llegan tarde, muy tarde, y sin razón aparente de que se hayan retrasado tanto, tan inadecuadamente. ¿A qué hemos esperado? ¿A la bendición de Merkel? ¿A haber cumplido con el déficit público?¿A haber perdidos millones de votos en las últimas selecciones? ¿A la aparición en escena de un potente grupo con muchas ambiciones, llamado Podemos? ¿A la reacción socialista, de proceder al relevo general de sus mandos sin más espera, y a la opinión del comisario Almunia de que no hacer nada en Europa sería suicida? Sea por lo que sea, parece que a Rajoy le han entrado ganar de hacer realidad sus planes de rebajar el paro. En buena hora… JOSÉ CAVERO

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