sábado, 5 de noviembre de 2011

GUERRA Y CONZÁLEZ, EN APOYO DE RUBALCABA

EL SUPERMITIN SOCIALISTA SEVILLANO
No defraudó el que se había anunciado como “el gran mitin socialista”, que reunió en Dos Hermanas, este sábado, al candidato Rubalcaba con otras tres figuras del socialismo, González, Guerra y Griñán, en lo que, probablemente, haya sido el último y supremo esfuerzo para cambiar, o siquiera rectificar unas cosas que las encuestas dan por inalterables y abiertamente favorables al PP. Ante unas 20-25 mil personas que abarrotaron el velódromo de la ciudad sevillana, el mitin volvió a unir, 15 años después, en un mismo escenario político, a Felipe González y Alfonso Guerra, con el claro objetivo de reintroducir en la campaña el anuncio del fin de ETA situándolo como un logro casi personal y exclusivo del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Así lo hizo Guerra de forma vehemente en una intervención que entusiasmó al público. Dijo Guerra que España lleva 43 años esperando esta noticia, y ahora que ETA es derrotada, “nadie habla de eso, ni los periódicos, porque no soportan que haya derrotado a ETA un Gobierno socialista. ¡Qué hubieran armado si lo hubiera hecho el tío del bigote!". Guerra, como Felipe González, también insinuó que el PP hubiera querido retrasar el anuncio para que les tocara a ellos si ganan las elecciones, "pero no les ha tocado. Ha sido el hombre que, durante ocho años, los ha perseguido, los ha acorralado... y ese hombre se llama Alfredo y ha derrotado a ETA", afirmó, y batió el récord de aplausos en el velódromo. Por su parte, el candidato socialista subrayó que acudir a las urnas el próximo día 20 es "más importante que nunca" para mantener el Estado del bienestar, advirtiendo de que con la indiferencia no se construyen hospitales ni escuelas. Rubalcaba apeló al voto de los andaluces, necesario hoy más que nunca, dijo, para que no se pierdan las conquistas del Estado del bienestar, como la sanidad gratuita y universal y la educación publica. Aunque el candidato no hizo ninguna alusión a ETA durante su intervención, tanto González como Guerra sí aludieron al asunto para dejar entrever que el PP trató de que se pospusiera el anuncio de la banda terrorista sobre el cese definitivo de la violencia al menos hasta después de las elecciones. El más explícito fue Guerra, que llegó a insinuar que al PP le hubiera gustado que ETA retrasara el comunicado y que incluso Mariano Rajoy, hizo alguna llamada al ex presidente José María Aznar para que tratara de conseguirlo. Una sugerencia a la que luego se apuntó González, al preguntarse: "¿Y si lo hubieran intentado?". Tanto uno como otro responsabilizaron a Rubalcaba del fin del terrorismo; Guerra ha reconocido que es políticamente incorrecto, al apuntar: "Sí, sí, la hemos derrotado entre todos, pero unos han hecho mucho más que otros (...) Ha sido un hombre quien durante ocho años los ha perseguido, los ha acorralado. Y ese hombre se llama Alfredo y ha derrotado a ETA". El más mitinero del grupo, Guerra, indicó que esta campaña electoral será trascendental para que se puedan comparar la educación andaluza con la madrileña o la educación andaluza con la valenciana, "para que se vea que se pueden hace las cosas de otra manera". También reiteró su compromiso de gastar dinero público para abaratar la contratación de nuevos trabajadores, especialmente jóvenes, y anunció que el gobierno se hará cargo de la Seguridad Social si él llega a la Moncloa. Guerra, pidió "moral de victoria" a los socialistas para evitar que el PP llegue al poder, convencido de que "si se pudo derribar el muro de la vergüenza de Berlín, ¿cómo no se va a poder derribar el muro de la infamia de los mercados?". "Quiero veros con moral de victoria, porque la razón y la justicia se abrirán paso", proclamó Guerra ante los miles de militantes y simpatizantes que abarrotaban el velódromo de Dos Hermanas. "Id y convenced a las almas vírgenes que esperan nuestra palabra", adoctrinó Guerra…, quien apeló a los valores y a los principios de la socialdemocracia y los contrapuso a los que, a su juicio, priman ahora en el mundo, en donde los países democráticos "no se ponen de acuerdo para condenar a un tirano que está asesinando a la gente en Siria y, sin embargo, condenan a un socialista en Grecia porque quiere convocar una consulta popular". Guerra resumió el programa del PP como "transferir fondos de los pobres y llevarlos a los ricos", y calificó de “lexa patria" que el líder de ese partido, Mariano Rajoy, anuncie que va a bajar los impuestos a las rentas del capital y va a reducir los salarios. De ahí que arengara a sus compañeros a ir a votar "para que haya un líder que sea inteligente, despierto, ágil, de pie", que no esté "tumbado, perezoso, con galbana, con desidia". "Queremos a Alfredo", ha enfatizado.
Por su parte, el ex presidente del Gobierno Felipe González insistió en el mismo mensaje, llamando a los socialistas a movilizarse y acudir a las urnas el 20N "a ganar, no a evitar que gane el PP", advirtiendo: si en marzo "no ganamos" en las autonómicas de Andalucía "me retiro". González estableció paralelismos entre Rubalcaba y Rajoy, de los que ha dicho que ambos han pasado por cinco ministerios, pero "Alfredo de manera eficaz, todo lo contrario de Rajoy". González, tras respaldar todas las palabras de Guerra, afirmó: "Nosotros nunca llamamos a ETA Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) (en alusión a Aznar). Cómo iba a llamar yo así a esa banda de criminales. Pero Alfonso tiene razón... si hubiera sido al revés... si hubieran podido retrasarlo un poquito... ¿Y si lo hubieran intentado?", se preguntó González, y después se quedó en silencio y quieto frente al micrófono. Y llegó la segunda gran ovación de la mañana. Con Guerra y González en el escenario, el cierre final de Alfredo Pérez Rubalcaba quedó muy difuminado. El candidato admitió que cerrar el acto era como actuar detrás de Los Béatles…, y se limitó defender a ultranza la Sanidad y la Educación Pública y a pedir a los suyos que den la pelea porque, en su opinión, si la dan, se puede ganar el 20-N. De manera que el mitin sevillano y socialista de Dos Hermanas se vuelto a convertir, una vez más, en punto de referencia tradicional para el PSOE-A, para la celebración de un gran mitin en cualquier campaña electoral. Fuentes del PSOE andaluz indicaron que, sin duda, este habrá sido el mitin más "multitudinario" que Rubalcaba protagonice durante la campaña electoral no sólo en Andalucía sino en toda España.

GUERRA Y GONZÁLEZ ARROPAN A RUBALCABA

EL GRAN MITIN SOCIALISTA
Cada partido emplea a sus “hijos más ínclitos” de la manera que mejor puede o le conviene. Rajoy hubiera podido aprovechar más de lo que está haciendo en sus mítines electorales, que es muy apoco, a Fraga, Aznar, tal vez a Mayor Oreja, incluso a Rato, todas ellas figuras relevantes de la historia del PP. . Pero son nombres que pudieran resultarle contraproducentes. Posiblemente todos y cada uno de ellos restarían más de lo que podrían sumar. ¿El franquista Fraga, que pese a su posterior liberalidad, firmó penas de muerte de Franco? ¿El Aznar invasor de Irak con su amigo Bush? ¿El ultramontano Mayor, el banquero Rato? Rajoy prefiere posar con Cospedal, Santamaría, Pons, Camacho, y posiblemente la mera sospecha de que podría comparecer con Camps-Gurtel, con Aguirre, o hasta con Mato-Jaguar, le hace temblar… Rajoy prefiere a “sus propios barones”, o a quienes ha elevado a esa condición de “sus leales”, como Gallardón… Pero es evidente que no podría reunir, a su manera, “el mitin sevillano” de este sábado, que reúne su adversario Rubalcaba: compartirá escenario en Dos Hermanas (Sevilla) y en el que los socialistas esperan congregar a 25.000 personas, con el expresidente del Ejecutivo español Felipe González; con el cabeza de lista al Congreso por Sevilla, Alfonso Guerra, y con el secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. “Casi ná”, hubiera dicho el clásico, ante tanta veteranía y baronía…Es cierto que todavía podría haber sumado a Zapatero y a Chaves… Pero ya es mucha historia del partido obrero de una sola vez… Por ejemplo, tiene la particularidad de que es la primera vez que Guerra y González coinciden en un mitin desde 1996, cuando los ambos participaron en un acto electoral en la plaza de Armas de Sevilla, tras su etapa de amor y odio gubernamentales…
Es evidente que este mitin sevillano, que tiene como lema La fuerza del sur, ha causado gran expectación entre los socialistas, por cuanto, como señalaba, es la primera vez que Felipe González y Alfonso Guerra coincidirán e intervendrán en un mismo mitin desde hace varios años, ya que la última vez que lo hicieron fue en la campaña de las elecciones generales del año 1996. Posiblemente tendrán que superar, si aún no lo han hecho, muchas décadas de incomprensión y de recelos, tras haber sido uña y carne en los tiempos en que el PSOE accedió al Gobierno por vez primera en 1982, cuando los dos personajes eran casi uno solo…
Ha llovido mucho bajo el Guadalquivir. Guerra y González hace tiempo que ven la historia de manera bien distinta. Pero esta vez, por la presión y necesidad de los tiempos, se ven en la conveniencia de pedir el voto a su bien adiestrado discípulo Rubalcaba, aprendiz de brujo con ambos y felipista y guerrista, amén de zapaterista, en una sola pieza… Curiosamente, para que el evento no pudiera pasar inadvertido, el PSOE andaluz se ha anticipado a informar, a través de sus cuentas en las redes sociales de Facebook y Twitter, de este multitudinario acto en Dos Hermanas en el segundo día de la campaña electoral por los comicios generales del 20 de noviembre. Asimismo, ya se han enviado 'sms' a todos los militantes andaluces invitándolos a este mitin. Que no falte de nada, que el PSOE echa la casa por la ventana. Se juega el gobierno de España y el de Andalucía, en un mismo y único mitin. Y el PSOE-A espera congregar a unas 25.000 personas procedentes de toda Andalucía en el acontecimiento, -mucho más que un mitin- con lo que está previsto que se fleten unos 500 autobuses para facilitar el traslado. De modo que si Dos Hermanas, tradicionalmente, se ha convertido en un punto de referencia ya clásico para el PSOE andaluz y español en la celebración de un gran mitin en cualquier campaña electoral, éste que, como en ocasiones anteriores, se desarrollará en el Palacio de Deportes de la localidad, el antiguo velódromo, que tiene capacidad para acoger a unas 25.000 personas, estiman fuentes socialistas, que “debiera llenar el pabellón” hasta la bandera y podría llegar a ser el mitin más "multitudinario" que Rubalcaba protagonice durante la campaña electoral, no sólo en Andalucía sino en toda España. Por más que, durante la campaña, Alfredo Pérez Rubalcaba tiene previsto visitar otras cinco provincia andaluzas, Córdoba, Granada, Málaga, Huelva y Jerez de la Frontera (Cádiz), el último día de la campaña, antes de trasladarse a Madrid para protagonizar el cierre de la campaña.
Habrá buenos titulares de prensa para este domingo central de la campaña del 2011…

viernes, 4 de noviembre de 2011

AUNQUE PARECE QUE TODO SERÁ ACAPARADO POR RAJOY

NO ESTAN REPARTIDOS TODOS LOS NÚMEROS DE LA FORTUNA
Corren ya los días de la campaña electoral, llegaron las últimas encuestas, y los distintos líderes se esfuerzan por evitar lo que los sondeos indican que es incuestionable e inevitable, a saber, que el PP se alzará con una victoria como jamás tuvo otra igual, y que al PSOE sólo le corresponderán las tareas complementarias del segundo jugador. Todos los sondeos son coincidentes en que el PP estaría a punto de rozar los doscientos escaños, y que el PSOE quedaría a muy larga distancia de ese primer puesto de honor, lo que no cabría calificar con otra consideración como la de debacle, catástrofe, o en parecidos términos. No más de lo que ya se ha venido calificando toda la doble legislatura del presidente Zapatero, aproximadamente… ¿Cómo se habrá podido ir tan lejos, y cómo se distanciarán tanto las dos posiciones? Está en el sentir de las cosas, es la impresión dominante, y nada parece que vaya a oponerse a “lo que ya parece escrito”. Mariano Rajoy y sus colaboradores tienen cara de vencedores y a Pérez Rubalcaba apenas le corresponderá el papel de segundón o secundario, en un parlamento que tiene muchas otras voces, pero que relega a planos muy inferiores a todas las que no se alcen con el triunfo incuestionable. Hasta el punto de que, descontados los dos primeros puestos en “la nueva tabla”, parece que apenas quedará espacio para todas las restantes siglas, que se las prometieron muy felices cuando hicieron sus primeros planes y propósitos ¿Quién no quiso romper el bipartidismo, y llevarse una parte sustancial de populares y socialistas? Pues, todo permite suponer las “terceras siglas” seguirán en esos puestos, sin excesivas satisfacciones que dar a sus promotores. Desde hace muchos meses, incluso años, Rajoy logró auparse a la condición de favorito imprescindible, y relataron muchos analistas que en los últimos meses se le había ido configurando rostro y maneras presidenciales. Pocos, llegados a esta fase, tienen ya siquiera la osadía de plantearse si Rajoy hizo más méritos que ningún otro, o si ha sabido constituir el mejor de los equipos posibles, o si habrá en el firmamento de la política alguna otra voz con más autoridad y mejores argumentos que los suyos. Parece que la primacía le corresponde por derecho propio y natural, como en que alcanza el mérito por la mera razón de haber optado por tercera vez, con unas incuestionables capacidades de resistencia. El propio Rajoy se ve a sí mismo investido de unas condiciones que, a estas alturas, todos elogian, envidian y admiran… Hasta el punto de que parece haber llegado a la condición de “luz al final del túnel”, de quien todo se espera. ¿Rubalcaba, Cayo Lara, Rosa Díez, Durán, Erkoreka? Veremos el reparto final de tareas, pero de antemano ya les han sido repartidas máscaras de personajes tristes, secundarios, para la noche más triste del presente noviembre…
Se empeñan en advertirnos los politólogos que todavía es mucho el juego a repartir, que aún quedan muchos millones de votos no plenamente decididos, y que podrían causar algunas sorpresas mayúsculas. Pero casi nadie se cree ya esas eventualidades. Más bien parece que los números de la lotería están ya, en su totalidad, repartidos, y que cada cual ha elegido su propio papel en la comedieta final de cada cuatro años…

jueves, 3 de noviembre de 2011

BAJA EL TIPO DE INTERÉS DEL AL 1,35 POR 100

MARIO DRAGHI HA HECHO CASO A RUBALCABA (Y OTROS)
Hace unos pocos días, el candidato socialista Pérez Rubalcaba, anunciaba que una de las urgencias que estaba dispuesto a afrontar era un viaje a Francfort, sede del Banco Central Europeo, para solicitar al nuevo presidente del BCE, Mario Draghi, que rebajar el precio del euro. A Rubalcaba no le ha hecho falta realizar ese viaje, y “supermario”, como ya anteriormente era llamado Draghi, ha afrontado, apenas ha tomado posesión de su cargo, esa decisión que le habían venido reclamando Rubalcaba y otros responsables de los países de la Unión antes incluso de acceder al cargo. Rubalcaba como muchos otros muchos preocupados por la marcha de la economía comunitaria y por el euro, entienden y explican que un euro barato, lo más barato posible, ayudará a remontar la economía del bloque, actualmente en severísima crisis de crecimiento. Sin ir más lejos, los últimos datos del Banco de España han registrado un encefalograma prácticamente plano en la marcha de la economía correspondiente al último trimestre contabilizado…En efecto, en su estreno como nuevo presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi ha decidido bajar los tipos de interés del 1,5% al 1,25%, ante las amenazas de recesión que se ciernen sobre toda Europa (incluida Alemania) y las presiones de algunos países y varios organismos, como la OCDE, que reclamaban un precio del dinero más bajo para dar algo de aire a la economía europea. La decisión, según reveló el nuevo responsable del instituto emisor en la tradicional rueda de prensa que sigue a cada consejo del BCE, se ha tomado por unanimidad del Consejo de Dirección del Banco emisor del Euro. "Las tensiones actuales de los mercados financieros pueden dañar el crecimiento económico en la segunda mitad de este año. El panorama económico está sujeto a una incertidumbre alta y a una serie de riesgos, algunos de los cuales se han materializado, empeorando las previsiones de crecimiento", argumentó Draghi, quien no ha descartado una leve recesión en el último tramo del ejercicio. Siguió explicando que son varios los factores que pueden dañar el crecimiento, entre ellos el frenazo en la demanda global y la inestabilidad financiero. Draghi, subrayó que la evolución económica ya se ha deteriorado. "La incertidumbre es particularmente alta", ha insistido el presidente del BCE, que señaló que en el origen de esta inestabilidad se encuentran Grecia y el riesgo de contagio hacia el resto de la eurozona de sus problemas de financiación. Preguntado sobre la situación del país mediterráneo, Draghi afirmó que "es difícil comentar los acontecimientos políticos", aunque se ha mostrado confiado en que si el programa de rescate se aplica, junto con las medidas europeas, debería empezar a vislumbrarse una salida. Para ello, también ha defendido que "todos los Gobiernos de la zona euro deben estar listos para tomar cualquier medida adicional que sea necesaria". La austeridad fiscal y las reformas estructurales, ha defendido, deben ir de la mano, para aumentar la competitividad y flexibilidad de las economías. Draghi también ha apostado por una reforma del mercado laboral para que los salarios se ajusten a las necesidades de las empresas, apartado en el que ha defendido la necesidad de moderación. No solo de los sueldos, sino también de los beneficios. Anunció también Draghi que, junto al recorte en el precio del dinero, el BCE mantendrá su programa extraordinario de compra de bonos de los países bajo presión en los mercados de financiación con el objetivo de evitar un incremento descontrolado en los precios de su deuda, como medida temporal, limitada y sujeta a cierta condicionalidad", es decir, a que los Estados afectados cumplan sus programas de ajuste. "El BCE no puede ser el prestamista de último recurso de los países", advirtió Draghi…

15 DÍAS PARA DAR POR BUENA LA PRECAMPAÑA

UNA CAMPAÑA DIFERENTE
Posiblemente a todas las campañas electorales corresponde esa calificación de ser distintas, diferentes, en particular, por la cómoda posición con la que ha venido actuando el partido que aspira a gobernar, el PP, después de dos intentos frustrados. La crisis económica ha conducido a la nación a una situación de extraordinario deterioro, particularmente en materia de paro y perspectivas sociales y laborales. El PSOE no ha tenido más remedio que recurrir a un nuevo candidato, y el expresidente Zapatero hace algunos meses que vaga, dedicado a sus asuntos pendientes, y sin dar la cara a los problemas que le dejó tras de sí. Tampoco hay nadie dedicado a afrontar la situación a la que habíamos llegado, y se han dado por buenas las críticas de Rajoy a la inoperancia, ineficacia e inutilidad de los esfuerzos de su antecesor, que se pasó la última legislatura reclamando la ayuda del segundo partido y esforzándose en poner en práctica los consejos que recibía de las autoridades de la Unión Europea, particularmente Merkel y Sarkozy, incluso en contra del parecer y criterio de su correligionario Rajoy. Todo muy difícil de entender, salvo desde la perspectiva a la que siempre apuntaron los dirigentes del PP: los desastres de la crisis, particularmente el paro, conducirán inevitablemente a Rajoy a la Moncloa… Y en ese punto estamos, cuando las encuestas otorgan al PP una ventaja de 14-17 puntos sin que se sepa bien por qué… Para evitar el desmadre que se llegó a suponer, en el PSOE se situó a Rubalcaba para “salvar los muebles”, y en esa tarea está, frente a los poderes fácticos y frente a las encuestas irrebatibles. Desde luego, nadie tiene la menor esperanza de que Rubalcaba sea el David que venza al Goliat-Rajoy… Sí pudiera, por su propio esfuerzo y la conjunción de los socialistas “de toda la vida”, hacer que la derrota fuera menor de lo que algunos previeron y anunciaron.
Pero siempre nos quedarán muchas dudas, de esta singular campaña del 2011: ¿Hicieron méritos suficientes Rajoy y su equipo?. Incluso antes: ¿Dispone Rajoy de un equipo en condiciones de acompañarle a la gobernación de España, empezando por sus Comunidades Autonómicas ya logradas en las elecciones de mayo? ¿Tiene Rajoy equipo para sacar a España de unas especialísimas dificultades surgidas en la crisis económica más potente que se recuerda, y que todavía ahora mismo tiene a la nación postrada en niveles de no-crecimiento y temores de decrecimiento como en los peores tiempos? No hay duda de que Rajoy se beneficiará de su condición de alternativa. Por el hecho de llegar a la Moncloa suscitará confianza y esperanzas.¿Serán suficientes para la tarea que se le apunta? ¿Tienen él y sus compañeros capacidad de trabajo suficientes? Si repasamos uno a uno a muchos de sus colaboradores y a la cabecera de Madrid: ¿Son merecedores de distinción Gallardón récord de deuda municipal, Santamaría precoz en su desparpajo parlamentario, Matos, la chica del Jaguar del alcalde-Gurtel de Pozuelo…
Contra muchos pronósticos, Rajoy logró cerrar un programa electoral digno y cumplible. Tareas como la de acabar con ETA han pasado como por sobre ascuas, cuando hubieran merecido la atención esencial de toda una legislatura. Pero todos damos por hecho que es preferible hacer borrón y cuentas nuevas, con tal de salir del atolladero presente…, que no evitaron los actuales aspirantes a la sucesión…

miércoles, 2 de noviembre de 2011

FORMAR´PARTE SUSTANCIAL DEL PROGRAMA QUE PONGA EN PRÁCTICA

EL MINISTRO DE ECONOMÍA DE RAJOY
En esta misma web, ha hecho la correspondiente pregunta Fernando Jáuregui. Conocidos el programa electoral, y las listas de candidatos, y por supuesto, la contundencia de las encuestas sobre las preferencias de los votantes, queda por ver y comprobar a quién se encargará la tarea de sacar adelante las cuentas públicas españolas, quién nos sacará del pozo de la crisis. Algunos cuentos nombres ya se llevan filtrados o sugeridos, pero: ¿Será Cristóbal Montoso, será Luis de Guindos, será Juan Iranzo, será González Páramo, será Francisco González, o algún tapado y perfecto ignorado, que no desconocido? Parece que todavía tendremos que esperar unos cuantos días, algunas semanas, tal vez un mes más para conocer esa personalidad que viene a ser complementaria del propio programa de actuación, porque debe dotar a ese programa de la personalidad y la autoridad y hasta el prestigio de quien lo llevará a cabo…
En estos últimos días, a medida que se han ido conociendo los centenares de puntos integrados en el programa. Se ha podido averiguar qué mano o que mente estaba detrás, y había configurado y elaborado esa idea concreta. Es evidente que el programa es obra de mucha gente, de muchos expertos y hombres del partido o de fuera de él, que se han venido dedicando durante meses a la tarea de participar en la gran tarea de reunir las cuestiones pendientes y de darles un cuerpo “doctrinal”. Ahora queda la tarea elemental de dotar a ese “cuerpo de doctrina” de una autoridad con capacidad para llevarlo a cabo. ¿Quién deberá poner el cascabel al gato de la reforma laboral, al final a tantas subvenciones, a dar criterios para configurar los gobiernos autonómicos y sus déficits…? Si a Mariano Rajoy, según todas las previsiones, se le van a otorgar máximos poderes para encauzar una situación necesitada de “mano de hierro con guante de seda”, no parece que pueda exigirse menos habilidad y conocimiento a quien será su titular de Economía, o Economía y Hacienda. Es decir, el hombre y su equipo que, con el propio Rajoy, deberán hacer las pertinentes escaladas en cada etapa, empleando un símil que es muy del gusto del líder.
No hay duda de que, de todas cuantas tareas ha reconocido Rajoy que tiene pendientes y que quiere afrontar y resolver, hay una llamada economía que merecerá sus atenciones preferentes. Es probable que deba empezar por admitir que su antecesor no fue tan torpe como él mismo le reprochó muy a menudo, y que la crisis nos ha conducido a una situación muy difícil de remontar. Pero rectificar también deberá entrar entre las tareas que aborde su renovada y generosa cabeza de estadista, que llegará a la presidencia del gobierno tras comprobar y airear, una y otra vez, los errores ajenos, sin mezcla de acierto alguno…

martes, 1 de noviembre de 2011

¿QUIEN HA LEÍDO LOS PROGRAMAS?

MUCHOS CONTENIDOS SECRETOS Y DESCONOCIDOS EN EL PROGRAMA DEL PP.
Algunos analistas se han pasado este puente estudiando y comparando los textos de compromisos electorales que ofrecen las dos principales siglas, PSOE y PP. ¿Hay comparaciones posibles? Claro que las hay, y cada uno de los propios candidatos y de sus correspondientes equipos insisten en lo que les separa y distingue. Por ejemplo, Rubalcaba, dice que Rajoy no ha explicado lo que va a hacer el PP si gana las elecciones, según su programa electoral. que el partido no ha dado a conocer hasta hoy, cuando faltan sólo tres días para el inicio de la campaña electoral, pero que lo que no ha dicho él ya lo aplica en la práctica la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y los de otras comunidades donde gobiernan ese partido. "Rajoy no dice lo que va a hacer, pero Esperanza nos lo cuenta; Rajoy oculta y Esperanza lo desvela; Rajoy calla y Esperanza otorga", afirmó “el malvado” Rubalcaba, durante el acto de presentación de los candidatos del PSOE al Congreso y al Senado por Madrid. Según Rubalcaba, el PP ha hecho un programa "oscuro" y "deliberadamente ambiguo", mientras que el del PSOE es "claro" y "concreto". Pese a tal ambigüedad, el candidato socialista observa que el PP sí ha dicho que va a rebajar los impuestos a las rentas del capital, con lo que recaudará menos dinero en el Estado. "Pero sí cuadran las cuentas, porque Esperanza [Aguirre] recorta más en Educación y en Sanidad", ha añadido. "Eso se llama política de derechas", explicó el socialista, que insiste en lo que viene diciendo reiteradamente desde hace varias semanas: ante una recaída en la crisis como la que se ha vivido después del verano, "que nos ha colocado en una situación económica muy mala", es preciso revisar las políticas económicas, y que no basta con llevar a cabo ajustes sino que "hay que combinar las políticas de austeridad con las de inversión pública para crear empleo". Rubalcaba pide a sus compañeros de la candidatura que "trabajen, trabajen y trabajen". "Que expliquen lo que vamos a hacer, que confronten democráticamente con la derecha, que peleen como dice nuestro eslogan", ha añadido, porque "la única pelea que uno no gana es la que no da", ha concluido.
¿Qué le falta, o le sobra, al programa del PP?. Por ejemplo, se comprueba que “la batalla del Ebro” pasó a mejor vida. Diez años después de que el Gobierno de José María Aznar impulsara una obra colosal para llevar agua del Ebro hasta la huerta de Murcia pasando por la Comunidad Valenciana, y ocho años después de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero derogase aquel trasvase para apostar por la construcción de desaladoras en la cuenca mediterránea, el PP nacional olvida aquella guerra entre territorios. Del Ebro, ni palabra. Del Tajo-Segura, tampoco. El PP alega que el programa es realista y que hoy no conseguiría fondos europeos para financiar la colosal obra. En su propuesta electoral sobre el agua dice el PP "Promoveremos un gran pacto nacional basado, entre otros criterios, en los de unidad de cuenca, sostenibilidad ambiental, prioridad de uso en la propia cuenca con garantía de las necesidades presentes y futuras de la misma, y solidaridad interterritorial". La alusión a la unidad de cuenca, el principio según el cual una cuenca de un río no se puede trocear aunque afecte a varias autonomías, choca con lo defendido por los populares en Castillla y León y Andalucía, donde han apoyado estatutos que contravienen esa unidad de cuenca, según el Tribunal Constitucional. Sobre la política energética, el PP opta por defender una prórroga de la vida de las nucleares con un lenguaje para iniciados:"Gestionaremos los permisos de los emplazamientos nucleares conforme al cumplimiento de los estrictos criterios de seguridad impuestos por el Consejo de Seguridad Nuclear y las autoridades europeas, de forma que la prolongación de su operación redunde en un menor coste de la energía para los consumidores". En su programa electoral, abre la vía para que se pueda alargar la vida útil de las nucleares si el Consejo de Seguridad Nuclear da su visto buen. A cambio, las centrales con más de 40 años, cobrarían la electricidad que producen más barata. En ningún caso habla de construir nuevas plantas de ese tipo en España, ya que con la demanda eléctrica actual y la potencia instalada no es necesario ni hay ninguna eléctrica dispuesta a embarcarse en esa gigantesca inversión. La economía y la creación de empleo ocupan la parte más voluminosa del programa electoral del Partido Popular, que este martes hizo público a través de su página web. Las recetas de Rajoy contra la crisis pasan por la austeridad y la contención del gasto, la reforma del mercado laboral, la bajada de impuestos, la unidad del mercado y la simplificación administrativa. Destacan la flexibilización de las condiciones laborales, como el horario o los salarios, de forma que se adapten mejor a la evolución de los contextos económicos y de los mercados para evitar los despidos. También resulta novedosa la inclusión de la exigencia de responsabilidades a los gestores de las entidades financieras que "hayan incurrido en una administración desleal o negligente", o más aún, la de variar, según los resultados a largo plazo, las remuneraciones de los directivos de las entidades que necesiten ayudas del Estado. Con todo, habrá límites a estas remuneraciones. "Limitaremos la remuneración de los gestores de aquellas entidades que requieran de ayudas públicas". La reforma del Banco de España es uno de los objetivos más evidentes. El PP quiere dotar al organismo de mecanismos de vigilancia más prudentes, "siguiendo las mejores prácticas internacionales". El programa del PP se articula en dos principios ideológicos y coyunturales, el reformismo y la recuperación económica, y en seis ejes temáticos: el empleo, la educación, las políticas sociales, la administración y la regeneración democrática. El primero es el que abarca más páginas -más de 70- y está lleno de llamadas a la austeridad. Durante el primer año de gestión, Rajoy, reiteró que cumplirá el objetivo de déficit del 3,4% para 2012, hará una revisión generalizada del gasto partida a partida para después marcar las prioridades. Por ello, las múltiples bajadas de impuestos que salpican el programa quedan en gran medida supeditadas al estado de las cuentas públicas que el líder del PP, si gana el 20N, encuentre a finales de diciembre. Las exenciones fiscales se erigen en un gran pilar del programa: hay deducciones para quien más ahorre, para las pymes, para los autónomos que contraten a su primer trabajador, en transmisiones patrimoniales, en el impuesto de sociedades y para empresas volcadas en I+D. El partido de Rajoy quiere un tejido legislativo muy delgado, nada reglamentista, de forma que impere el mercado común y la ausencia de procedimientos: aspiran los populares a que se pueda crear una empresa en 24 horas. Toda la administración y todas las empresas públicas, incluidos los medios de comunicación, se guiarán por techos de gasto y de endeudamiento y por la simplificación. En pro de esa simplificación y flexibilización, el PP procurará reducir los tipos de contratos, aunque huye del contrato único, y ajustar las condiciones laborales a los contextos económicos, de modo que el empresario evite los despidos si el negocio le va mal. Los populares se comprometen en el programa a no tocar el Estado de bienestar, aunque habla de cambiar la gestión, sin más detalles. Esa inconcreción se extiende a sus propósitos de cambiar la ley del aborto y a la normativa contra la violencia de género. Rajoy está empeñado en fomentar la actividad empresarial, hasta el punto de eliminar los controles previos para su constitución en España. El PP, que sólo contempla "mecanismos" de control "a posteriori", salvo para las compañías relacionadas con la seguridad pública: 'Propiciaremos', reza la cuarta de un programa de 407 medidas, "la sustitución de los controles y licencias previos para el establecimiento de actividades empresariales por mecanismos de control y sanción a posteriori basados en el principio de proporcionalidad, excepto para aquellos casos que afecten a la seguridad pública". El PP elude comprometerse con la privatización de las televisiones públicas locales o autonómicas, pero sigue apostando por el modelo de propiedad pública, aunque abierto a la "participación" y "gestión" privada. El PP promete que regulará en el Congreso "las reformas legislativas necesarias" para que presidentes autonómicos y alcaldes "tengan libertad" para "adoptar nuevos modelos de gestión de las televisiones públicas que permitan la entrada de participación privada". Los populares prometen "estudiar la viabilidad económica del actual modelo de televisiones públicas para redimensionarlas y adaptarlas a la coyuntura que estamos atravesando", y promete "establecer legalmente techos máximos de gasto y endeudamiento para todos los medios de comunicación públicos". El PP considera que la administración local necesita una reforma que potencie "el control y la fiscalización" de los entes que la integran y, en concreto, pretende que todos los municipios con más de 5.000 habitantes sean sometidos a auditorías financieras, operativas y de cumplimiento. En cuanto a la educación, el PP implantará una "prueba nacional de evaluación" en el modelo educativo para "evaluar los conocimientos de los alumnos". Cada centro repartirá "diplomas de excelencia" entre los alumnos con mejores resultados. Además, el PP promete "garantizar una formación común del alumnado, con un currículo básico en todas las etapas educativas". El programa del PP insiste en suprimir la asignatura de Educación para la Ciudadanía, para sustituirla "por otra", cuyo "contenido esté basado en el aprendizaje de los valores constitucionales y en el conocimiento de las instituciones españolas y europeas". Los 'populares' confirman el apoyo a la libertad de enseñanza, pero prometen: "Apoyaremos especialmente a los centros que escolaricen al alumnado en situación de desventaja social". Además, aseguran que se "reconocerá" a los profesores que atiendan a los alumnos que presenten especiales dificultades. El PP pretende abrir la gestión y sostenimiento de determinados proyectos de Defensa a la empresa privada. Asimismo, el PP revitalizará el consejo de política exterior y creará el consejo español de seguridad. El Instituto Cervantes será centro de intercambio cultural y de expansión de la lengua española. Los españoles que residan fuera serán objeto de atención preferente y en esta línea fomentará el voto en urna en consulados y en embajadas. Además, creará un certificado de emigrante retornado para favorecer su integración y fijará criterios únicos en el uso de la tarjeta sanitaria. Sobre defensa, y aparte de la revisión de la ley de la carrera militar, los populares abrirán a la colaboración público-privada la gestión de determinados proyectos, así como el sostenimiento de las capacidades del Ministerio. Además, propone que el mandato de los magistrados del Tribunal Constitucional dure más tiempo y desligar su composición de las mayorías parlamentarias que se den en cada legislatura. Ello supondría una reforma de la Constitución. Igualmente quiere el partido de Mariano Rajoy reformar el sistema de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de manera que doce de sus veinte miembros sean elegidos de entre y por los jueces y magistrados de todas las categorías. En fin, hasta la promoción del turismo de golf está contemplada en el pormenorizado programa del PP…

ANALISIS DE LOS CORRESPONDIENTES PROGRAMAS

RAJOY Y RUBALCABA QUIEREN GANAR EL GRAN MITIN DE TV
El lunes que viene, en el programa televisivo, Rajoy y Rubalcaba tendrán la oportunidad de su vida, debatir los respectivos programas ante el público que habrá de decidir entre ellos trece días más tarde. Hasta entonces, queda apurar el tiempo de “los pequeños mítines”, y otras intervenciones menores. Pero hasta ese gran mitin, será poco lo que cabe añadir a los programas ya presentados en sociedad por PP y PSOE. En el grupo de Rubalcaba existe el gran temor de que el candidato rival, Rajoy, se ciña a sus propias propuestas e ignore y desprecie las ajenas, desde la indudable autoridad de la que hará uso. Los siete años de confrontación con Zapatero fueron una gran exhibición de esas habilidades, y sólo en contadas ocasiones fue conducido a terreno ajeno y llevado a explicar la pasividad y falta de compromiso con los problemas de la Nación. Tras conocerse el programa de Rajoy, el candidato del PSOE Rubalcaba, ha acusado al líder del PP, Mariano Rajoy, de diseñar su programa electoral con "una ambigüedad calculada" porque cree que "si dice lo que hará, igual se encuentra con un sonoro no de los españoles". En un mitin desarrollado el lunes en Alicante, ante unas 1.500 personas, Rubalcaba aseguró que Rajoy "no dice lo que va a hacer" y trata las cuestiones "a medias", como por ejemplo en su propuesta sobre la ley del aborto. Ante esta situación, ha instado al dirigente popular a que "diga lo que harán" y ha opinado que su "programa piloto" ya se está desarrollando en las comunidades autónomas donde ya gobiernan, como la valenciana. Frente a esta actitud del PP, el candidato socialista defiende la transparencia de las propuestas del PSOE para "defender la red social", es decir, que los ciudadanos sepan que, "pase lo que pase, tendrán empleo y una prestación por desempleo, una buena sanidad, una educación, una pensión y una buena ley de dependencia". El líder de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, ha instado a recordar a los votantes que "el PP y el PSOE rotundamente no son lo mismo", pese a que su formación haya "podido cometer errores"…
En lo que se refiere al esperado programa electoral del PP, ya está a disposición de los votantes. Tras las muchas críticas recibidas por parte del PSOE, que acusaban a Rajoy de no presentar ninguna propuesta, los populares ya colgaron este lunes el resumen del programa titulado Súmate al cambio, y que se divide en cien puntos básicos, que ya están a la consideración de todos. Destacan las políticas relacionadas con la creación de empleo, el adelgazamiento y eficiencia de la administración pública y las ayudas fiscales para dinamizar la economía. En un primer apartado, el PP fija en 37 puntos todas las medidas referentes a la estabilidad económica y las reformas estructurales con el objetivo de generar ocupación. Los populares se proponen un control del gasto estricto en todas las administraciones públicas y, aunque sin concretar todavía cómo, prometen fijar un "marco legal" para "garantizar la unidad de mercado". Entre otras ideas, la candidatura liderada por Rajoy quiere además desarrollar la marca España para potenciar las exportaciones. El PP promete "promover una ley de estabilidad presupuestaria" que desarrolle la reciente reforma exprés de la Constitución pactada con el PSOE y aprobada en el Congreso el pasado septiembre. El avance del programa insiste en la necesidad de fijar criterios de límite del déficit para todos los niveles de Administración. El PP también propone un plan de austeridad que comprometa no sólo al Gobierno central sino a autonomías y gobiernos locales. Otras de las propuestas estrella tienen que ver con la "reforma integral del mercado de trabajo", en las que el PP tiene la intención de cambiar todo el marco de contratación, negociación colectiva y formación para obtener empleo. En este punto, el programa habla de "simplificación de la tipología de contratos laborales" y el traslado de la negociación colectiva al ámbito territorial o sectorial. Con el objetivo de ayudar a la creación de empresas, los populares también proponen retrasar el pago del IVA para las pymes hasta que no cobren las facturas y apoyos fiscales por valor de 3.000 euros para todas las empresas que contraten un primer trabajador. Respecto a las nuevas tecnologías, el PP promete suprimir el polémico canon digital, aunque impulsará otras medidas para "reforzar el marco legal para la protección de la propiedad intelectual e industrial". También quiere "impulsar la extensión de las redes de nueva generación". En el capítulo de infraestructuras, destaca el compromiso de potenciar la conexión de los puertos con los corredores ferroviarios de mercancías, mientras que en las políticas de vivienda, el PP asegura que si gobierna aplicará un IVA superreducido a la compraventa de vivienda habitual, aunque de forma temporal. La propuesta más llamativa en el apartado de educación es la creación de un curso de iniciación para el bachillerato, de manera que este periodo educativo se alargaría tres años. Otro punto es la creación de un nuevo proceso de selección y formación de los profesores, que pretende aplicarse en todo el territorio. Además, también apuesta por promover "el bilingüismo español-inglés, que será trilingüismo en el caso de las comunidades con lengua cooficial. El resto de medidas en materia de educación van en la línea de potenciar la formación profesional y una mayor coordinación con la política activa de empleo, así como de unificar el sistema universitario en toda España. En políticas de bienestar, Rajoy se compromete a aprobar un plan integral de apoyo a las familias, así como a luchar contra los delitos en Internet especialmente dirigidos a la infancia. También hay un compromiso explícito para modificar la ley del aborto. Respecto a las pensiones, el PP quiere fomentar que éstas sean más proporcionales a lo que realmente se ha cotizado y ayudar a combinar un cobro parcial de la pensión con seguir trabajando. Finalmente, el programa también explicita compromisos en la recuperación del prestigio del Tribunal Constitucional, la no negociación con ETA, el reconocimiento de las víctimas, un nuevo endurecimiento en el Código Penal y una revisión de la ley de carrera militar, que supondría la reforma de la norma impulsada y aprobada por el gobierno de Zapatero.

lunes, 31 de octubre de 2011

PESIMOS DATOS PARA EL PRÓXIMO GOBIERNO

LA ECONOMÍA, ESTANCADA EN EL TERCER TRIMESTRE
Definitivamente, la herencia que recibirá el Gobierno que saldrá de las urnas el 20 de noviembre no tiene las mejores perspectivas. El probable jefe del gobierno, verosímilmente Mariano Rajoy, comprobará las dificultades de sacar adelante un mercado estancado y sin apenas aspectos que repunten, ta y como acaba de señalar el más reciente informe del Banco de Estada. Según estos datos, la economía española se mantuvo estancada en el tercer trimestre del año debido a los recortes de gasto de las administraciones públicas y a la prolongación de la contracción en el sector de la construcción, y pese a que se mantuvo el dinamismo del turismo. Según el último boletín económico del Banco de España, la variación del producto interior bruto (PIB) fue nula entre julio y septiembre, frente a las dos décimas que había crecido el trimestre anterior, en tanto que el avance interanual se mantuvo en el 0,7 %. El supervisor subraya que el debilitamiento económico se ha producido en un contexto marcado por el agravamiento de la crisis de deuda soberana de la zona del euro y avisa de que las exportaciones de bienes y el turismo, que constituyen el principal soporte de la economía, podrían desacelerarse en el último tramo del año. Frente al sector exterior (diferencia entre exportaciones e importaciones), que aportó ocho décimas de crecimiento, la demanda nacional (consumo e inversión) restó siete décimas. El gasto de las administraciones públicas se contrajo sustancialmente en el tercer trimestre, debido al recorte en empleo público y, sobre todo, de las compras netas, en línea con los planes de austeridad presupuestario, dice el Banco de España. La caída de la inversión en construcción se intensificó por el mantenimiento del ajuste en el mercado de la vivienda y por los efectos de los recortes presupuestarios en el ámbito de las obras públicas. Según el supervisor, el peso de la inversión residencial en el PIB ya se ha reducido en torno a cinco puntos porcentuales desde el máximo alcanzado en 2007, en tanto que la demanda de vivienda sigue paralizada, lo que retrasa la absorción del exceso de oferta acumulado. Otros datos del boletín: El consumo de los hogares y la inversión empresarial mostraron ligeros avances trimestrales, si bien el clima de incertidumbre y la desconfianza podría hacerlos empeorar. La debilidad del gasto privado, que sólo creció una décima, se explica por la pérdida de poder adquisitivo, la pérdida de valor de la riqueza, la falta de crédito y la desfavorable evolución del mercado de trabajo. Sin embargo, el boletín destaca que, en comparación con el año anterior, el consumo privado se ha recuperado significativamente, puesto que hace un año cayó notablemente como consecuencia de la subida del IVA en julio. En cuanto al empleo, disminuyó más que en el periodo anterior, al caer un 1,8 % en términos interanuales, razón por la que el crecimiento de la productividad aparente del trabajo continuó siendo alto, en torno al 2,5 %. Los incrementos salariales se mantuvieron contenidos, con lo que los costes laborales siguieron cayendo en tasa anual. Por el lado de la oferta, la atonía de la actividad es achacable al sector de la construcción, principalmente por la disminución de obra pública, una de las ramas productivas más afectadas por los planes de consolidación fiscal. Por el contrario, la industria repuntó en el tercer trimestre, aunque el Banco de España tiene dudas sobre que esta expansión pueda continuar. Además, señala que la debilidad de la actividad se ha dejado sentir en el ritmo de reducción del desequilibrio fiscal, ya que la recaudación por cotizaciones sociales e impuestos especiales se encuentra por debajo de la previsión presupuestaria. Para el supervisor, esta situación refleja la existencia de riesgos de que se produzca una desviación respecto al objetivo de déficit del 6 % en 2011, pero cree que todavía hay margen para corregirla antes de que acabe el ejercicio. En este sentido, apunta que las cuentas públicas todavía no reflejan las medidas extraordinarias que se tomaron en agosto y que incrementarán la recaudación del impuesto de sociedades, reducirán el gasto sanitario y aumentarán los ingresos procedentes de la subasta del espacio radioeléctrico. Respecto a los precios, espera que la inflación siga desacelerándose a medida que desaparezcan los efectos de comparación provocados por el encarecimiento del petróleo del pasado otoño y por la subida del impuesto sobre el tabaco de diciembre de 2010. "Las estimaciones realizadas a partir de la información coyuntural, todavía parcial e incompleta, señalan que en el tercer trimestre el PIB habría registrado una tasa de variación intertrimestral nula, situando su tasa interanual en el 0,7%", según recoge el organismo. No obstante, el Banco de España recuerda que "estas tasas han de tomarse con más cautela de lo habitual por las diferencias estadísticas que puedan surgir con el cambio de la base de la Contabilidad Nacional". Pero, de cualquier modo, la "tenue recuperación" de 2010 se evapora. Pese a los "pequeños avances" en el consumo de los hogares y la inversión empresarial, la caída de 0,8 puntos de la aportación de la demanda interna al PIB en el tercer trimestre se debe a "la contracción de los componentes públicos del gasto y la trayectoria todavía descendente de la inversión residencial".Pese al 'tijeretazo', "existen de riesgos de que se produzca una desviación respecto al objetivo de déficit del 6% del PIB en 2011". Es decir, los ajustes pedidos por Europa podrían no cumplirse por "la debilidad de la recaudación impositiva y de la inercia del gasto, principalmente en el ámbito de las comunidades autónomas".

UN PROGRAMA PREVISIBLE Y PARA SER CUMPLIDO

PP, UN PROGRAMA CUMPLIBLE, PARA NO MOLESTAR A NADIE
Sigue quemándose el calendario electoral. Ya hay candidatos, lemas y eslóganes electorales, incluso algunos videos “de combate”, y han quedado para el final algunas propuestas electorales. Otras ya fueron proclamadas hace semanas, y a estas alturas, ya no se sabe bien si las que se anuncian son viejas, revisadas o de última generación. Lo cierto es que, a 20 días de las elecciones y en medio de un puente festivo, Mariano Rajoy presidió esta mañana del lunes en Santiago de Compostela el Comité Ejecutivo Nacional del PP, en el que quedó aprobado el programa electoral con el que concurrirá a las elecciones generales del día 20, y cuyas líneas centrales ya se habían divulgado en los últimos días, particularmente el fin de semana último. En esencia, se advierte que el programa “definitivo” incluye menos impuestos al capital, salarios a la baja y el compromiso de no negociar con los terroristas "ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese". El programa, cuyas 100 medidas fundamentales ya hizo públicas el domingo Rajoy, evita medidas impopulares y recoge que se reformará el aborto pero no aclara exactamente cómo.
Advierten los analistas que nos hallamos ante un texto voluntariamente ambiguo, lleno de ideas sin rematar y “pensado para no molestar a nadie”… Pero , que, en todo caso, marca claramente una línea ideológica tradicional de este partido conservador: Es una propuesta muy similar a la de 1996, pese a la muy diferente situación económica, que nadie niega, con bajadas de impuestos importantes a pequeñas empresas, de hasta cinco puntos menos en Sociedades, a emprendedores, y, sobre todo, a lo que en el programa se define como "ahorradores", que aunque no queda claro en el texto, parece orientado a bajar la presión sobre las rentas del capital. A pesar de que Rajoy dijo que no iba a tocar el IRPF en un primer momento, el PP plantea una "modernización" de este impuesto, el más importante, y una deducción nueva "para el incremento anual del ahorro", donde se incluye el dinero del ahorro destinado a la vivienda habitual, para amortizar la hipoteca, y cuya fiscalidad mejoraría. El PP también promete recuperar la deducción por compra de vivienda que el PSOE sólo ha mantenido para los que ganen menos de 24.000 euros. La bajada de impuestos a quienes el PP llama ahorradores y que suele afectar, sobre todo, a rentas del capital, como inversiones en Bolsa, plusvalías, es la línea que el PP ya apuntó en su reforma de 1997. También, en estas materias, se plantea el PP mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones.
El PP no plantea ningún recorte en sanidad o educación, ni nada por el estilo, pero tampoco habla de ningún nuevo impuesto para recuperar una recaudación que el propio Rajoy define como muy preocupante. No se atisba un impuesto a las grandes fortunas al estilo de la derecha francesa, o como el que apadrina su adversario Rubalcaba. Otro de los asuntos en los que hay un atisbo de concreción, aunque sin rematar, es el de la reforma laboral. No hay contrato único, a pesar de que muchos en el PP lo pedían. Parece que Rajoy ha querido suavizar también eso. Pero sí se promete una “simplificación” de los modelos de contratación. Y, sobre todo, hay una reforma sobre la que hay muy poco debate pero que tiene una gran trascendencia: la de la negociación colectiva. El PP no eliminará los convenios sectoriales y provinciales, pero aclara: “Tendrán prevalencia en cuestiones salariales y condiciones del trabajo los convenios o acuerdos de empresa”.
En materia de salud, el PP impulsará la tarjeta sanitaria, la historia clínica electrónica y la receta electrónica única, que deberán ser "compartidos" e "interoperables" para que toda la información disponible del paciente sea accesible en cualquier centro sanitario de España. Una ley de protección de la maternidad y un cambio en el aborto “reforzará la protección del derecho a la vida”, pero no habla de derogación, como sí lo hacía en abril, ni aclara cómo será esa reforma. En el mundo de la cultura, el PP pretende sustituir "progresivamente" el actual modelo de financiación y promoción de la cultura basado en subvenciones por otro nuevo, en el que particulares y empresa se involucren a través del "mecenazgo".
Ya han quedado claros otros aspectos: Respecto a ETA, los populares no van a negociar ni en tiempos de bombas ni en tiempos de paz tras el anuncio de cese de la violencia del 20 de octubre. Recordemos que, en su comunicado, ETA pedía que los estados español y francés negociaran las consecuencias de lo que los terroristas denominan "conflicto" vasco. Los populares entienden que ese compromiso será "un principio básico de la política de seguridad del Estado". El PP promoverá el reconocimiento y la memoria de las víctimas y apoyará las iniciativas de la sociedad civil en este sentido. Se advierte que Rajoy puede hacer una política penitenciaria perfectamente legal que facilite el fin total de ETA, con acercamientos, terceros grados, presiones para revisar la doctrina Parot, sin negociar en ningún momento con la banda.
En suma, un programa “cumplible”. O como Rajoy habría dicho, previsible…

domingo, 30 de octubre de 2011

AVANCE DE SU PROGRAMA, QUE SERÁ OFICIAL MAÑANA

RAJOY NO NEGOCIARÁ CON TERRORISTAS. FOMENTARÁ EL AHORRO
El líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, promete en su programa para las elecciones generales del 20 de noviembre que si llega a La Moncloa no negociará con terroristas "ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese". Así consta en un resumen del programa electoral, antes de que el Comité Ejecutivo Nacional del PP apruebe este lunes en Santiago de Compostela el documento completo con los compromisos electorales de Rajoy para los comicios. En el apartado sobre "La derrota del terrorismo", el PP asegura que "no negociaremos con terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese".El PP recalca que "éste será un principio básico de la política de seguridad del Estado" y señala que promoverá "el reconocimiento y la memoria de las víctimas, y apoyaremos las iniciativas de la sociedad civil en este sentido". Este compromiso de Rajoy se conoce justo al día siguiente de la concentración que las víctimas del terrorismo celebraron en Madrid para pedir al Gobierno que no ceda ante los terroristas y no haga ningún tipo de concesiones a ETA tras el comunicado en el que anunciaba el final de sus actividades armadas. El pasado día 27, en una comparecencia pública tras un encuentro con la Asociación de Víctimas del terrorismo, el mandatario popular ya se había comprometido a no "ceder" ante ETA ni otorgar beneficios a los presos de la banda.
Los populares añaden en su programa, cuyo resumen, con las consideradas 100 medidas fundamentales ha hecho público este domingo, que ese compromiso será, si gana los comicios Mariano Rajoy, "un principio básico de la política de seguridad del Estado". Igualmente, tal y como recoge el texto, el Partido Popular promoverá "el reconocimiento y la memoria de las víctimas" del terrorismo, por lo que apoyará todas aquellas iniciativas civiles en ese sentido.
En términos económicos, el PP se compromete a fomentar fiscalmente, si gana, el "ahorro a largo plazo" a través de la creación de una nueva deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por el incremento anual del ahorro, que incluya la adquisición de vivienda habitual. En el capítulo de la reforma fiscal que propone el PP, también se incluye la elevación de los mínimos familiares en el IRPF, para adaptarlos "mejor a las circunstancias de los contribuyentes", especialmente para las familias numerosas. Igualmente, contempla que en el impuesto de sociedades se generalizará la aplicación a las empresas de reducida dimensión el tipo impositivo del 20% y se extenderá el ámbito de aplicación del tipo del 25%.En materia de vivienda, el PP propone modificar la Ley Concursal con el objetivo de liberar a los deudores tras la ejecución del patrimonio embargable. El compromiso de Rajoy es reformar la Ley Concursal para introducir, en los procedimientos de insolvencia de las personas físicas, "mecanismos de liberación de los deudores tras la ejecución del patrimonio embargable". Eso sí, precisa que se hará con "las debidas garantías para evitar comportamientos abusivos". No obstante, aún falta por conocer cuáles son las "debidas garantías" a las que hace mención el texto. Por otro lado, en caso de victoria, el PP promoverá planes de vivienda en alquiler que se concentre en aquéllos que tienen mayores dificultades para el acceso a la vivienda, "teniendo en cuenta criterios objetivos como la renta per cápita del hogar". También impulsarán los programas de "arrendamiento bonificado" con una opción a compra una vez que se dejen de cumplir los criterios de acceso al alquiler subvencionado.
El PP ha ofrecido un avance de su programa electoral. De los primeros apuntes se observa dónde pone el eje Mariano Rajoy, que se ha encargado personalmente de rematar el texto y, según diversas fuentes, ha suavizado los aspectos más delicados para evitar polémicas en plena campaña, en especial con la reforma laboral o el aborto, por citar dos cuestiones sensibles. Rajoy había señalado hace un mes que “en un primer momento” no iba a tocar el IRPF, pero lo que plantea el programa es una bajada de impuestos importante, aunque no se cuantifica en el resumen, en la parte del IRPF que grava el ahorro, esto es el rendimiento del capital. El PSOE bajó en su día esa parte pero después, con la crisis, la volvió a subir, del 18% al 21% para los grandes capitales. Ahora el PP promete volver a bajarlo y también mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones, algo que ya hicieron los populares en 1997. Esto es, la receta clásica de bajada de impuestos. “Fomentaremos fiscalmente el ahorro a largo plazo mediante la creación de una nueva deducción en el IRPF por el incremento anual del ahorro, que incluya la adquisición de vivienda habitual. Mejoraremos la tributación de los planes de pensiones” se lee en el programa. También se recuperará la deducción por compra de vivienda. En contraste con el PSOE, el PP no plantea ningún nuevo impuesto o subida de alguna para aumentar unos ingresos del Estado que el propio Rajoy considera muy preocupantes.
Sobre la reforma laboral, prioritaria para los populares, se dan pocas pistas. Dice que simplificarán los tipos de contratos pero no se habla de un contrato único, como pedían algunos sectores influyentes del centro-derecha. Rajoy ha suavizado también esto. Eso sí, en la reforma de la negociación colectiva se abre el paso a una mayor facilidad para los empresarios para negociar bajadas de salarios. “Reformaremos la estructura y contenidos de la negociación colectiva de modo que cada materia se negocie en el ámbito sectorial o territorial óptimo. Tendrá prevalencia en cuestiones salariales y condiciones de trabajo los convenios o acuerdos de empresa que pacten los empresarios y trabajadores”. Es una forma suave de decirlo, pero el fondo es claro: evitar que convenios sectoriales o territoriales, al ser un mínimo, impidan como sucede ahora mayores bajadas de salarios.
En educación, el PP plantea cambiar el modelo de selección de los maestros. Harán uno nuevo “de carácter nacional que atraiga a los mejores expedientes académicos y tenga como criterios de selección el mérito y la capacidad”. En este momento son las autonomías las que convocan las oposiciones, ahora congeladas en casi todas ellas. En universidades el PP quiere abrir más espacio a la colaboración privada, y habla de “mecenazgo, patrocinio y colaboración de iniciativas sociales”.
En cuanto al aborto, un asunto en el que el PP tiene mucha presión de una parte de su electorado, Rajoy ha suavizado el texto final para intentar evitar polémicas. No habla de derogarlo, pero trata de contentar a ese electorado. Promete una ley de protección a la maternidad y dice: “Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores”. Esto es, no se sabe bien qué hará con la ley de plazos que ha aprobado el PSOE, y en qué sentido la modificará. Pero sí promete un cambio.
El programa también promete una importante reducción de costes de la Administración y la eliminación de empresas y organismos públicos, aunque no aclara cuánto empleo público piensa que se destruirá con estas decisiones. En el PP señalan que no se puede cuantificar aún, pero será importante porque sin subidas de impuestos para cumplir con el déficit marcado del 4,4% en 2012, el recortes será muy notable, de unos 30.000 millones de euros-.
Tampoco aclara nada de qué hará el líder del PP con la política penitenciaria, que no necesita ser negociada. Pero en cualquier caso, ha querido meter el asunto como un guiño a su electorado más duro: “No negociaremos con terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese. Este será un principio básico de la política de seguridad del Estado”, dice el programa. En este asunto, Rajoy sigue jugando a varias bandas. Su discurso es muy claro, ha hablado de “gran noticia” y ha dicho que el comunicado de ETA ha llegado “sin concesiones políticas”. Sin embargo, no sólo no desautoriza a quienes en su partido siguen diciendo que ha habido negociación entre el Gobierno y ETA, sino que ayer envió a Miguel Arias Cañete, una persona de su absoluta confianza, a la manifestación de víctimas en la que se insistió en la acusación de que el Gobierno ha negociado este final. Con esa estrategia de doble juego, el líder del PP evita que una parte de su electorado se vuelva en su contra…
Más detalles, en las próximas horas. Y duro combate con su adversario Rubalcaba.

EL MAPA ELECTORAL APARECE CERRADO

PENULTIMAS ENCUESTAS. 15-17 PUNTOS DE VENTAJA PP
Llegan los dominicales con las penúltimas encuestas electorales, coincidentes en la muy sobrada victoria del PP sobre el PSOE: Entre quince y 17 puntos de ventaja, por más que el anuncio de la paz etarra haya reforzado la candidatura de Rubalcaba. En el resto, no hay cambio alguno…, haya o no haya programa electoral… El mapa está prácticamente cerrado. Sostiene este domingo el diario Público que la campaña está a punto de arrancar y los partidos saben dónde redoblar esfuerzos y qué circunscripciones visitar para movilizar el voto. Y explica circunstancias curiosas: ¿Por qué la caravana electoral del PP va a pasar por Huelva si desde 1993 el PSOE obtiene tres escaños y los conservadores dos? ¿Por qué el candidato Rubalcaba se ha volcado en Cataluña y Andalucía? Analizando los resultados de las cuatro últimas elecciones generales, es posible dividir las 52 circunscripciones (50 provincias más Ceuta y Melilla) en tres grupos. El más sencillo de analizar está formado por 14 provincias y las dos ciudades autónomas, donde el reparto de escaños se repite de forma invariable, convocatoria tras convocatoria. La celebración de los comicios parece un mero trámite que no variará el resultado. Son paradigmáticas varias provincias castellanas, que se reparten tres diputados cada una y que siempre reflejan el mismo resultado: dos para el PP y uno para el PSOE. Un segundo grupo está formado por 19 provincias, donde el PP logró más diputados que el PSOE en 2000, cuando José María Aznar obtuvo la mayoría absoluta, pero donde no fue capaz de repetir victoria desde entonces. En todas ellas, en las convocatorias de 2004 y 2008, el PSOE logró empatar o sacar más escaños. Para que se cumplan las encuestas, que prevén una amplia victoria de Mariano Rajoy, parece una condición necesaria que buena parte de esas 19 provincias vuelvan a otorgar mayoría de diputados al PP. Y desde el punto de vista del PSOE, es imprescindible evitar una debacle en estas circunscripciones para impedir esa mayoría absoluta de Rajoy. El tercer grupo lo componen esencialmente las provincias más pobladas, que eligen por tanto a un mayor número de diputados. La brecha entre PSOE y PP en este grupo no ha sido históricamente demasiado amplia. La razón es que cada partido cuenta con sus graneros de votos, que se compensan mutuamente: Andalucía y Cataluña para los socialistas, y Madrid, País Valenciano y Murcia para los conservadores. Eso sí, se puede destacar una conclusión: al PSOE no le basta con sacar más diputados en Andalucía y Cataluña para ganar las elecciones, tiene que arrasar. En 2000, los socialistas vencieron en ambos territorios y el PP logró mayoría absoluta. Luego, proporciona el resultado de ciertas simulaciones, según las cuales la batalla electoral se dirime en unas 20 circunscripciones. El último escaño, explican los expertos consultados, sería muy reñido en Lugo, Huelva, Barcelona, A Coruña, La Rioja, Madrid, Granada, Sevilla, Alicante y Tarragona. La dificultad, explica el sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid Guillermo Cordero, radica en el sistema electoral. "La fórmula D'Hont afecta mucho al resultado de la provincias pequeñas", explica, porque tiende a "sobrerepresentar al partido más votado y, a veces, a infrarrepresentar a la segunda formación. Y es raro que el tercer partido obtenga escaño".
De otro lado, observa El País que “empieza a calar la idea de que el final de ETA es tan real como que supone un hito histórico y que el 20 de octubre de 2011 puede ser el día que aparezca en los libros como la fecha del final de la banda. Y, pese a los gritos de algunos sectores próximos al PP que intentan llevar a Mariano Rajoy a negar la trascendencia del paso, empieza a calar la impresión de que Alfredo Pérez Rubalcaba ha tenido algún mérito en ese final de ETA. Sólo así se explicaría que el exministro del Interior haya mejorado en su valoración en los últimos días, aunque en su condición actual de candidato socialista no consigue apenas rentabilizar el final de ETA en forma de reducción de la ventaja electoral del Partido Popular. Según el último sondeo de Metroscopia para EL PAÍS, la ventaja del PP se mantiene en los 15 puntos (45,3% contra 30,3%), sin apenas variación. La lluvia es tan fina que el posible mérito del final de ETA no arrastra el malestar ciudadano por la crisis económica que, finalmente, es el argumento fundamental de esta campaña electoral. Por eso, con respecto al anterior sondeo, realizado hace 15 días, el PSOE ha recuperado solo 0,6 puntos, diferencia casi absorbida por el margen de error de la encuesta y claramente insuficiente para amenazar la expectativa de mayoría absoluta del PP. La encuesta fue realizada antes de conocerse las cifras récord de paro, casi cinco millones de desempleados, de esta semana. La riada de la crisis, el principal problema para los españoles, corre en sentido contrario a la débil influencia del final de ETA. Según la encuesta de El Mundo, el PP gana en 42 provincias, mientras que el PSOE sólo se impone en cinco El PP mantiene 16,4 puntos de ventaja y lograría 191 escaños ante 119 del PSOE, que quedaría por delante en Cataluña y País Vasco.
Casi nada por hacer…