miércoles, 2 de noviembre de 2011

FORMAR´PARTE SUSTANCIAL DEL PROGRAMA QUE PONGA EN PRÁCTICA

EL MINISTRO DE ECONOMÍA DE RAJOY
En esta misma web, ha hecho la correspondiente pregunta Fernando Jáuregui. Conocidos el programa electoral, y las listas de candidatos, y por supuesto, la contundencia de las encuestas sobre las preferencias de los votantes, queda por ver y comprobar a quién se encargará la tarea de sacar adelante las cuentas públicas españolas, quién nos sacará del pozo de la crisis. Algunos cuentos nombres ya se llevan filtrados o sugeridos, pero: ¿Será Cristóbal Montoso, será Luis de Guindos, será Juan Iranzo, será González Páramo, será Francisco González, o algún tapado y perfecto ignorado, que no desconocido? Parece que todavía tendremos que esperar unos cuantos días, algunas semanas, tal vez un mes más para conocer esa personalidad que viene a ser complementaria del propio programa de actuación, porque debe dotar a ese programa de la personalidad y la autoridad y hasta el prestigio de quien lo llevará a cabo…
En estos últimos días, a medida que se han ido conociendo los centenares de puntos integrados en el programa. Se ha podido averiguar qué mano o que mente estaba detrás, y había configurado y elaborado esa idea concreta. Es evidente que el programa es obra de mucha gente, de muchos expertos y hombres del partido o de fuera de él, que se han venido dedicando durante meses a la tarea de participar en la gran tarea de reunir las cuestiones pendientes y de darles un cuerpo “doctrinal”. Ahora queda la tarea elemental de dotar a ese “cuerpo de doctrina” de una autoridad con capacidad para llevarlo a cabo. ¿Quién deberá poner el cascabel al gato de la reforma laboral, al final a tantas subvenciones, a dar criterios para configurar los gobiernos autonómicos y sus déficits…? Si a Mariano Rajoy, según todas las previsiones, se le van a otorgar máximos poderes para encauzar una situación necesitada de “mano de hierro con guante de seda”, no parece que pueda exigirse menos habilidad y conocimiento a quien será su titular de Economía, o Economía y Hacienda. Es decir, el hombre y su equipo que, con el propio Rajoy, deberán hacer las pertinentes escaladas en cada etapa, empleando un símil que es muy del gusto del líder.
No hay duda de que, de todas cuantas tareas ha reconocido Rajoy que tiene pendientes y que quiere afrontar y resolver, hay una llamada economía que merecerá sus atenciones preferentes. Es probable que deba empezar por admitir que su antecesor no fue tan torpe como él mismo le reprochó muy a menudo, y que la crisis nos ha conducido a una situación muy difícil de remontar. Pero rectificar también deberá entrar entre las tareas que aborde su renovada y generosa cabeza de estadista, que llegará a la presidencia del gobierno tras comprobar y airear, una y otra vez, los errores ajenos, sin mezcla de acierto alguno…

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