domingo, 30 de octubre de 2011

AVANCE DE SU PROGRAMA, QUE SERÁ OFICIAL MAÑANA

RAJOY NO NEGOCIARÁ CON TERRORISTAS. FOMENTARÁ EL AHORRO
El líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, promete en su programa para las elecciones generales del 20 de noviembre que si llega a La Moncloa no negociará con terroristas "ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese". Así consta en un resumen del programa electoral, antes de que el Comité Ejecutivo Nacional del PP apruebe este lunes en Santiago de Compostela el documento completo con los compromisos electorales de Rajoy para los comicios. En el apartado sobre "La derrota del terrorismo", el PP asegura que "no negociaremos con terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese".El PP recalca que "éste será un principio básico de la política de seguridad del Estado" y señala que promoverá "el reconocimiento y la memoria de las víctimas, y apoyaremos las iniciativas de la sociedad civil en este sentido". Este compromiso de Rajoy se conoce justo al día siguiente de la concentración que las víctimas del terrorismo celebraron en Madrid para pedir al Gobierno que no ceda ante los terroristas y no haga ningún tipo de concesiones a ETA tras el comunicado en el que anunciaba el final de sus actividades armadas. El pasado día 27, en una comparecencia pública tras un encuentro con la Asociación de Víctimas del terrorismo, el mandatario popular ya se había comprometido a no "ceder" ante ETA ni otorgar beneficios a los presos de la banda.
Los populares añaden en su programa, cuyo resumen, con las consideradas 100 medidas fundamentales ha hecho público este domingo, que ese compromiso será, si gana los comicios Mariano Rajoy, "un principio básico de la política de seguridad del Estado". Igualmente, tal y como recoge el texto, el Partido Popular promoverá "el reconocimiento y la memoria de las víctimas" del terrorismo, por lo que apoyará todas aquellas iniciativas civiles en ese sentido.
En términos económicos, el PP se compromete a fomentar fiscalmente, si gana, el "ahorro a largo plazo" a través de la creación de una nueva deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por el incremento anual del ahorro, que incluya la adquisición de vivienda habitual. En el capítulo de la reforma fiscal que propone el PP, también se incluye la elevación de los mínimos familiares en el IRPF, para adaptarlos "mejor a las circunstancias de los contribuyentes", especialmente para las familias numerosas. Igualmente, contempla que en el impuesto de sociedades se generalizará la aplicación a las empresas de reducida dimensión el tipo impositivo del 20% y se extenderá el ámbito de aplicación del tipo del 25%.En materia de vivienda, el PP propone modificar la Ley Concursal con el objetivo de liberar a los deudores tras la ejecución del patrimonio embargable. El compromiso de Rajoy es reformar la Ley Concursal para introducir, en los procedimientos de insolvencia de las personas físicas, "mecanismos de liberación de los deudores tras la ejecución del patrimonio embargable". Eso sí, precisa que se hará con "las debidas garantías para evitar comportamientos abusivos". No obstante, aún falta por conocer cuáles son las "debidas garantías" a las que hace mención el texto. Por otro lado, en caso de victoria, el PP promoverá planes de vivienda en alquiler que se concentre en aquéllos que tienen mayores dificultades para el acceso a la vivienda, "teniendo en cuenta criterios objetivos como la renta per cápita del hogar". También impulsarán los programas de "arrendamiento bonificado" con una opción a compra una vez que se dejen de cumplir los criterios de acceso al alquiler subvencionado.
El PP ha ofrecido un avance de su programa electoral. De los primeros apuntes se observa dónde pone el eje Mariano Rajoy, que se ha encargado personalmente de rematar el texto y, según diversas fuentes, ha suavizado los aspectos más delicados para evitar polémicas en plena campaña, en especial con la reforma laboral o el aborto, por citar dos cuestiones sensibles. Rajoy había señalado hace un mes que “en un primer momento” no iba a tocar el IRPF, pero lo que plantea el programa es una bajada de impuestos importante, aunque no se cuantifica en el resumen, en la parte del IRPF que grava el ahorro, esto es el rendimiento del capital. El PSOE bajó en su día esa parte pero después, con la crisis, la volvió a subir, del 18% al 21% para los grandes capitales. Ahora el PP promete volver a bajarlo y también mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones, algo que ya hicieron los populares en 1997. Esto es, la receta clásica de bajada de impuestos. “Fomentaremos fiscalmente el ahorro a largo plazo mediante la creación de una nueva deducción en el IRPF por el incremento anual del ahorro, que incluya la adquisición de vivienda habitual. Mejoraremos la tributación de los planes de pensiones” se lee en el programa. También se recuperará la deducción por compra de vivienda. En contraste con el PSOE, el PP no plantea ningún nuevo impuesto o subida de alguna para aumentar unos ingresos del Estado que el propio Rajoy considera muy preocupantes.
Sobre la reforma laboral, prioritaria para los populares, se dan pocas pistas. Dice que simplificarán los tipos de contratos pero no se habla de un contrato único, como pedían algunos sectores influyentes del centro-derecha. Rajoy ha suavizado también esto. Eso sí, en la reforma de la negociación colectiva se abre el paso a una mayor facilidad para los empresarios para negociar bajadas de salarios. “Reformaremos la estructura y contenidos de la negociación colectiva de modo que cada materia se negocie en el ámbito sectorial o territorial óptimo. Tendrá prevalencia en cuestiones salariales y condiciones de trabajo los convenios o acuerdos de empresa que pacten los empresarios y trabajadores”. Es una forma suave de decirlo, pero el fondo es claro: evitar que convenios sectoriales o territoriales, al ser un mínimo, impidan como sucede ahora mayores bajadas de salarios.
En educación, el PP plantea cambiar el modelo de selección de los maestros. Harán uno nuevo “de carácter nacional que atraiga a los mejores expedientes académicos y tenga como criterios de selección el mérito y la capacidad”. En este momento son las autonomías las que convocan las oposiciones, ahora congeladas en casi todas ellas. En universidades el PP quiere abrir más espacio a la colaboración privada, y habla de “mecenazgo, patrocinio y colaboración de iniciativas sociales”.
En cuanto al aborto, un asunto en el que el PP tiene mucha presión de una parte de su electorado, Rajoy ha suavizado el texto final para intentar evitar polémicas. No habla de derogarlo, pero trata de contentar a ese electorado. Promete una ley de protección a la maternidad y dice: “Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores”. Esto es, no se sabe bien qué hará con la ley de plazos que ha aprobado el PSOE, y en qué sentido la modificará. Pero sí promete un cambio.
El programa también promete una importante reducción de costes de la Administración y la eliminación de empresas y organismos públicos, aunque no aclara cuánto empleo público piensa que se destruirá con estas decisiones. En el PP señalan que no se puede cuantificar aún, pero será importante porque sin subidas de impuestos para cumplir con el déficit marcado del 4,4% en 2012, el recortes será muy notable, de unos 30.000 millones de euros-.
Tampoco aclara nada de qué hará el líder del PP con la política penitenciaria, que no necesita ser negociada. Pero en cualquier caso, ha querido meter el asunto como un guiño a su electorado más duro: “No negociaremos con terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese. Este será un principio básico de la política de seguridad del Estado”, dice el programa. En este asunto, Rajoy sigue jugando a varias bandas. Su discurso es muy claro, ha hablado de “gran noticia” y ha dicho que el comunicado de ETA ha llegado “sin concesiones políticas”. Sin embargo, no sólo no desautoriza a quienes en su partido siguen diciendo que ha habido negociación entre el Gobierno y ETA, sino que ayer envió a Miguel Arias Cañete, una persona de su absoluta confianza, a la manifestación de víctimas en la que se insistió en la acusación de que el Gobierno ha negociado este final. Con esa estrategia de doble juego, el líder del PP evita que una parte de su electorado se vuelva en su contra…
Más detalles, en las próximas horas. Y duro combate con su adversario Rubalcaba.

No hay comentarios: