martes, 6 de enero de 2009

EJERCITO, CUÁNTOS Y PARA QUÉ, CONTENCIÓN SALARIAL INEVITABLE

EJERCITO, PARA QUÉ.- Nos ha revelado hoy El País que, como derivación y consecuencia de la crisis económica y del paro consiguiente, las solicitudes para ingresar en el ejército se han disparado hasta casi 80.000, y que Defensa pasa de menos de un aspirante por plaza, en 2002, a más de tres en la actualidad.
Defensa tiene un tope, y viene discutiendo desde los tiempos de los ministros Trillo o Bono hasta el actual de Chacón cuántos soldados y tropas requiere, cuántos son necesarios, cuantos admiten las necesidades del país…, y las ayudas al exterior. Porque es bien sabido que una de las iniciativas más exitosas y más entusiastas del Gobierno para nuestras fuerzas armadas, en los últimos años ha consistido en enviar tropas a los untos problemáticos del globo, desde la antigua y troceada Yugoslavia a Líbano, Afganistán o el Congo.

UNA ONG BIEN PAGADA.- Hasta el punto de que muy a menudo, nuestro Ejército, por esta dedicación feliz, ha sido calificado de ONG, organización no gubernamental, en cuentos a tareas específicas de ayuda humanizaría, pero a cargo de los presupuestos generales del Estado y con presupuesto importante. Al margen de esas actividades, ¿realizan algunas tras actividades de interés general nuestras y tropas? Posiblemente si se hiciera esa pregunta a la población, la mayor parte de respuestas revelarían el profundo desconocimiento que existe sobre las tareas corrientes de oficiales y tropas. ¿Sirven para algo más que exponer sus vidas en lugares exóticos, con bandera de la OTAN o con bandera de las Naciones Unidas? Porque ésa es otra discusión interminable, si nos mandan los Estados Unidos o nos manda “el Gobierno del mundo”, para apagar focos de tensión internacionales.

HACER LA GUERRA…- Y en todo caso, descartada como parece la pretensión tradicional de hacer la guerra a potenciales enemigos o defenderse de tales presuntos adversarios, convendrá hacerse cuestión esencial: ¿qué utilidad puede tener en nuestros días el Ejército nacional? Zapatero puso en marcha hace unos pocos años una brigada especial para apagar incendios o afrontar otras situaciones de gran riesgo para la población, con grandes inundaciones, nevadas o situaciones similares imprevistas pero previsibles. ¿Y la tarea pendiente de limpiar bosques para impedir incendios, o de plantar los árboles prometidos en la presente legislatura…?

CONTENCIÓN DE SALARIOS.- Notición de primera importancia ha sido la inflación de 2008, por las enseñanzas de toda índole que trae consigo y aporta al debate nacional. Que desde mediados de año los precios cayeran del 5,3 al 1,5 por 100 –en medio año-, es significativo del parón radical del frenazo súbito de nuestra economía. ¿Y ahora, qué? Es estupenda noticia ese uno y medio por ciento de IPC, salvo que también trae consigo inquietud y desasosiego. Una cosa es frenar la carrera de los precios por voluntad propia, y algo muy distinto es que como efecto de la caída general de la industria y el comercio baje el consumo y sea irremediable bajar precios para la supervivencia de muchos negocios. Estamos en esta segunda oportunidad. Bajan los precios por falta de actividad, por falta de consumo. Y eso ha de reflejarse en la negociación salarial y en las elevaciones de los salarios de los trabajadores. Las cláusulas de revisión salarial habrán quedado en entredicho en muchas factorías e industrias que pelean por la mera supervivencia y por mantener las plantillas de trabajadores. Sin consumo no es posible que sigan elevándose los salarios, por mucha “preocupación social” de la que se presuma. Y mucho menos, si la mayor parte de los empresarios no se preocupan de hacer caja “para los tiempos peores”que siempre acaban llegando.
JOSÉ CAVERO

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