domingo, 11 de diciembre de 2011

EL DUQUE SE DEFIENDE Y DEFIENDE A LA CASA REAL

AL FIN, HABLO URGANDARÍN
Finalmente, después de haber estado muy presente y mencionado, y no para bien, en decenas y centenares de informaciones en las últimas semanas, Urdangarín (y su abogado barcelonés, y posiblemente su suegro don Juan Carlos), parece que han llegado a la conclusión de que valía la pena dar alguna señal de existencia y de lanzar alguna disculpa, aunque escasa y posiblemente insuficiente. El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, en efecto, en unas pocas líneas de texto, ha declarado que lamenta profundamente el perjuicio que las informaciones y comentarios sobre él están causando a la imagen de su familia y de la Casa del Rey, "que nada tienen que ver" con sus actividades privadas. En conversación telefónica desde Washington, Urdangarin ha leído a la agencia Efe la siguiente declaración completa: "Ante la acumulación de informaciones y comentarios aparecidos en los medios de comunicación relativos a mis actuaciones profesionales, deseo puntualizar que lamento profundamente que los mismos estén causando un grave perjuicio a la imagen de mi familia y de la Casa de su Majestad el Rey, que nada tienen que ver con mis actividades privadas". "Informo asimismo que he designado asesor jurídico y portavoz a Don Mario Pascual Vives, letrado del Colegio de Abogados de Barcelona, que será la persona autorizada a hablar en mi nombre", termina diciendo la declaración.
Primera y grave observación: Sostiene Urdangarín que son las informaciones sobre sus actividades las que están dañando a la imagen de la Casa Real. ¿Las informaciones sobre sus actuaciones, o las actuaciones mismas, ahora conocidas y divulgadas? Segunda observación: ¿No debe dar disculpas a quienes aparecen como sus víctimas, para quienes parece haber actuado como “comisionista”? ¿No debe disculpar la utilización escandalosa, para beneficio personal, empleada de muchos dineros de procedencia pública, cuyos gestores también han quedado al descubierto? Claro, los tribunales deberán determinar si hay actuación delictiva y de quiénes. A eso será preciso esperar. Pero, de momento, los jueces elaboran un sumario en el que, con bastante probabilidad, no quedarán biuen parados ni el duque, ni su esposa -que consintió y participó-, ni tampoco quienes participaron en el contubernio, sobre todo si actuaron “con pólvora del Rey”, en este caso, con presupuestos públicos...
Lo importante de esta comunicación es que Urdangarín ha roto su silencio para pedir disculpas por el daño que pueda estar causando la investigación abierta sobre su actividad empresarial y el supuesto desvío de dinero público en beneficio del Instituto Nóos cuando fue presidido por el esposo de la infanta Cristina. Cabe recordar que ésta no es su primera reacción: ya el pasado 11 de noviembre difundió otro comunicado, también a través de la agencia Efe, en el que anunciaba su propósito de “defender su honorabilidad e inocencia” en relación con su gestión al frente del Instituto Nóos. Ha habido otras notas oficiales u oficiosas sobre el Caso, e incluso algunas actuaciones sorprendentes, como la visita que la Reina -de la que dio cuenta el semanario Hola-, realizó a los presuntos implicados en su residencia de Washington. El pasado jueves, la Casa Real expresó su propósito de no aplicar ningún supuesto plan para desvincular a las infantas Elena, Cristina e Iñaki Urdangarín como integrantes del núcleo de la Familia Real, cuya composición viene regulada por un decreto de 1981. Respondían así a diversas informaciones publicadas, posiblemente por inspiración de la propia Casa Real, en relación con ese supuesto plan para limitar los miembros de la Familia Real a los reyes, los príncipes y sus hijas, e ir limitando poco a poco la actividad institucional de la infanta Elena y los duques de Palma. ¿Qué cabe esperar, en ese sentido? Tal vez que el propio Urgandarín se margine, por voluntad propia, de las fotos y de los actos oficiales de la Casa Real, para no contaminar más... ¿Y su esposa?
Ahora, tras conocerse la declaración de Urdangarin, PSOE y PP se han limitado a reiterar su respeto a las decisiones judiciales de forma general y en el caso 'Palma Arena', en particular, así como a las actuaciones que decida el duque de Palma ante la investigación de que es objeto. La Casa Real, por su parte, ha dicho que no va a hacer ningún tipo de declaración sobre el comunicado.
Los jueces son quienes tienen la última palabra, después de las muchas pronunciadas por muchísimos ciudadanos opinantes...

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