Resumen triunfal de cuatro años de la secretaria Cospedal
Era perfectamente previsible el torno triunfal y de indudable reflejo de la felicidad general, en el discurso con el que Dolores de Cospedal resumió los cuatro años transcurridos desde el anterior congreso del Partido Popular, desarrollado en la Valencia de Camps. Por cierto, no se produjo ninguna referencia a Camps, ni tampoco mención alguna a su ausencia, ni a los casos Gurtel, Arena o Brugal, que tampoco aparecieron en ese resumen de acontecimientos en el que abundó el “y también ganamos: En las autonómicas gallegas, en las europeas, en las catalanas, donde el PP ha pasado a ser fuerza esencial, en las restantes autonómicas, en las generales… El repaso a Cospedal relajó el ambiente de cualquier género de preocupación ante lo que ahora tienen ante sí los populares que nos gobiernan por doquier. Sí hubo una mención expresa al “proyecto de recuperación nacional española”, como destaca La Vanguardia este sábado. Sin duda, el propósito de Cospedal era proclamar: Vean la cantidad deméritos que hemos reunido, desde que empezamos este período de cuatro años, en un ambiente de desconfianza muy amplio. Incluso con Aznar y Aguirre “en la oposición interna” al Rajoy que había sido derrotado en dos ocasiones, y que se obstinaba en darse una tercera oportunidad. Pero aquellos cuatro años, el tiempo que ha pasado desde que María Dolores de Cospedal fue nombrada secretaria general del PP, en un cónclave convulso en Valencia al que se había llegado después de varias batallas internas y con el liderazgo de Rajoy muy cuestionado, ha dado unos frutos inimaginablemente felices. Bastaba contemplar las caras de los reunidos. Teníamos un proyecto, y ahora tenemos unas tareas y unas responsabilidades, vino a resumir la dirigente manchega, nada dispuesta a ceder en sus funciones de vicelíder. Así daba comienzo, con indudable felicidad y las mejores perspectivas, el 17º Congreso del PP, bajo el lema "Comprometidos con España", en Sevilla, ahora con la vista puesta en las elecciones andaluzas, con las que esperan terminar la época de triunfos sucesivos e inequívocos. Los dirigentes del partido exhibían unidad y felicidad… Y en ese ambiente de euforia, Cospedal vendíó los éxitos cosechados, repasó datos, convocatorias electorales, poder territorial y concluyendo que, con ella al frente, el PP había llegado a lo más alto con unos "magníficos resultados". ¿Después de esa relación de éxitos, quién podría mover un dedo, o una opinión, para restarle siquiera poder y control sobre el partido, aunque compatibilice la secretaría general con la presidencia de Castilla la Mancha? Cospedal prefirió hacer un llamamiento a sus compañeros para que no se encierren en los despachos y terminen perdiendo el contacto con los ciudadanos. "Ahora es más importante que nunca que vean nuestra cercanía y accesibilidad", dijo. Y argumentó que la mayoría absoluta cosechada en las urnas compromete al PP gobernante a hacer reformas "contando con todos" con alguna referencia discreta a la reforma del mercado laboral. A su juicio, resuena más la "marea silenciosa" que representan los cinco millones de parados que "las pancartas y las posturas ancladas en el pasado". Lo decía en vísperas de las movilizaciones anunciadas por la izquierda para este domingo, contra esa reforma, en toda España…
Cospedal recordó que el PP se había marcado como meta llegar al poder. "Objetivo cumplido", dijo y reconoció que no fue un camino fácil. En el recuerdo, muchas tensiones que quiso dar por enterradas: "Nos hemos dado cuenta de la importancia de la unidad, del trabajo en equipo, de que el liderazgo tiene mucho que ver con la capacidad para integrar distintas sensibilidades y con saber mantener la coherencia". Cospedal concluyó diciendo que "los personalismos sólo son útiles para quienes pretenden dividir". La dirigente conservadora también hizo referencia al terrorismo de ETA: "Los españoles saben que con un Gobierno del PP no habrá concesiones de ningún tipo a los que ayer mataban", proclamó, tras la reciente y escandalosa rectificación del ministro Fernández, que cree que ETA ya no es un problema de terrorismo sino un problema político. A Cospedal ni siquiera se le olvidó pedir perdón por sus errores. "A buen seguro serán muchos", reconoció, al tiempo que indicaba que puso todo su empeño e "intuición femenina" en no equivocarse. Y luego, rendición ante Rajoy, a quien agradeció su confianza y apoyo. "Es una deuda que siempre tendré contigo", le dijo. Aprobado su informe por unanimidad, aseguró luego que no tenía constancia de que se hubieran producido "presiones", por parte de algunos barones de su partido –se mencionaba a Javier Arenas-, contra una posible "acumulación de poder" de ella y su equipo en la nueva dirección. Pero esto se desvelará cuando Rajoy presente su candidatura y la de toda la Ejecutiva, y se sabrá si apuesta por la misma estructura. Es decir, si opta por mantener las tres vicesecretarías o introduce modificaciones como la que ya indica La Razón, el diario-órgano del PP: Arenas, Floriano y Pons arroparán a Cospedal en el núcleo duro del PP. Arenas había mostrado su deseo de seguirse ocupando, como hasta ahora, de temas de política territorial para, si gana la presidencia de la Junta andaluza, como confía, compaginar sus tareas con esa Presidencia de la Junta. Creen en el PP que la unidad del partido ayudará a dar el triunfo al que Arenas aspira desde hace décadas en tierras andaluzas… Cospedal se opone a la recuperación de la figura de un coordinador general que le restaría control. Se sospecha que la mayor renovación llegará, según apuntan fuentes del PP, en la segunda línea, donde suena con fuerza el nombre de Manuel Cobo, exvicealcalde de Madrid, amigo de Gallardón, descolgado del Gobierno, y enemigo acérrimo de Esperanza Aguirre. Aguirre está brillando muy poco en este congreso “de la felicidad”…
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