La menguante resistencia de Dívar y sus incondicionales
Todo permite suponer que la resistencia de Carlos Dívar, presidente del Consejo general del poder Judicial y del Tribunal Supremo, puede empezar a flaquear en cualquier momento. Su propio colega el presidente del Tribunal Constitucional, le ha advertido del deterioro que su “caso” está produciendo en el mundo de la Justicia, y la división entre sus propios colegas del Consejo General es buena demostración de que sus apoyos pueden ceder en cualquier momento. De momento, hay otra pieza que se debilita: la resistencia del PP a impedir que Dívar comparezca en el Congreso, atendiendo las reclamaciones que, en ese sentido, habían expresado tanto el PSOE como la Izquierda Plural. Esta barrera de contención acaba de romperse, mientras avanzan también las ya muy generalizadas sospechas sobre las actuaciones del controvertido “juez de jueces”: pocos ciudadanos pondrían ya su mano en el fuego en favor de la “inocencia” que reclama el juez. La sospecha sobre las irregularidades en su conducta por el supuesto uso de dinero público para gastos privados se ha extendido sin límites, y ahora deberán ser sus propios colegas, los vocales que aún le sostienen en el cargo, quienes vuelvan a un pleno de censura, que tendrá lugar este jueves. Pero también en el Congreso de los Diputados se ha producido un retroceso en las posiciones defensivas de Dívar: después de tres intentos anteriores, finalmente Izquierda Unida ha conseguido que la Mesa del Congreso acepte tramitar una petición de comparecencia para Dívar. Esta vez lo ha permitido el todopoderoso, y hasta ahora resistente PP en esta materia -como en otras cuentas más, como la comparecencia de Rajoy sobre la línea de crédito del Eurogrupo, o la comparecencia de Ordóñez sobre la nacionalización de Bankia y su coste. El PP, esta vez, no ha puesto oposición porque la excusa de IU ha sido, esta vez, que D´çivar dé cuenta de la Memoria correspondiente a 2011, según prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial. Se supone que una vez que Dívar esté en sede parlamentaria, será sometido a l correspondiente “tercer grado” sobre sus gastos personales en Marbella y otras cuentas ciudades españolas, que llevan ya sumados unos gastos superiores a los treinta mil euros en tres años. La presentación de la Memoria del Consejo es el único acto parlamentario al que el presidente de la institución se debe someter con carácter anual, tal y como prevén las leyes. Ahora debe ser la Comisión de Justicia la que determine la fecha de esa comparecencia, ya para el próximo otoño... Pues bien, la sala segunda del Tribunal Supremo decide este mismo miércoles, a petición de tres vocales del CGPJ, la convocatoria de un Pleno extraordinario en el que se volverá a reclamar su dimisión. Los tres jueces que han solicitado ese pleno fueron algunos de los que ya reclamaron la renuncia de Dívar, y confían en que esta vez se sume un suficiente número de magistrados que apoyen la admisión a trámite de la querella presentada contra Dívar por la Asociación Preeminencia del Derecho.
En todo caso, hay coincidencia en observar que la campaña contra Dívar, iniciada por un colega y un periódico, han avanzado de manera sustancial en las últimas semanas, desde su estallido. No se excluye que esta vez los magistrados decidan dejar caer a Dívar y sustituirlo por un miembro del Tribunal Supremo. Incluso han comenzado a circular algunos nombres de eventuales candidatos. Contra estas iniciativas, existe la sospecha de que otros magistrados, también miembros del Consejo del Poder Judicial, pudieran resistirse a votar contra Dívar por haber incurrido en gastos de viajes de importe superior, según se relata este miércoles en El Mundo. E cuando a El País, sigue propoecionando datos nuevos sobre “el caso Dívar”, que se reveló en sus mismas páginas. Asegura este miércoles que aparecen fisuras en la coartada de Dívar, lo que encona la batalla en el Poder Judicial. Y ya menciona el total de 32 viajes y estancias en hoteles durante largos fines de semana, de cuatro días, para acudir supuestamente a actos o reuniones oficiales que duraban apenas unas horas y por los que Dívar endosaba gastos de cuatro días de estancia en hoteles a los presupuestos del organismo que dirige. Entre los años 2008 y 2011 Dívar viajó fuera de Madrid coincicidiendo con 29 fines de semana, y permanecía entre tres y seis días a la ciudad a la que viajaba, aunque fuera a actos oficiales que duraban unas pocas horas. Algunas de las justificaciones dadas por Dívar a la Fiscalía del Estado sobre esos desplazamientos han sido desmentidas por los altos cargos que supuestamente le invitaron...
¿Cuánto tiempo más resistirá Dívar, una vez que se ha revelado el nombre de su “protegido y protector”, el policía Jerónimo Escolar, escolta ascendido a asesor personal del presidente del Consejo, con quince años de servicio a Carlos Dívar, y que ha recibido cinco medallas por méritos que pocos aprecian... ? El misterioso personaje era intensamente buscado por los medios informativos, acaso para explicarse la afición viajera de Dívar y su debilidad por Marbella... Ahjora se sabe que el consejo del Poder Judicial eliminó de los vídeos oficiales las imágenes en las que aparecía el tal Jerónimo en ñas visitas de Dívar a Colombia, Panamá, Repúblicas Dominicana y Chile.
Todo indica que “ya toca” el desenlace de tan rocambolesca historia...
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