El
batacazo de Artur Mas. Su plan se hunde en las urnas
Hoy
todo son análisis de las cuentas que ofreció anoche el escrutinio
de la jornada de votaciones en Cataluña. Y hay coincidencia en
señalar que Artur Mas no tuvo, un mucho menos, una jornada con final
feliz.
- El País, El plan de Mas se hunde en las urnas. La recuperación de Esquerra Republicana sostiene el soberanismo en el Parlamento. CiU gana pero sufre un durísimo castigo que le aleja más de la mayoría absoluta. El presidente catalán pierde decenas de miles de votos pese a la alta participación. El 25-N representa un fiasco personal de Mas. El PSC firma su peor resultado. La caída de CiU amortigua el retroceso de los socialistas, que ceden a ERC el segundo puesto en el Parlamento.
- El Mundo: Mas entra en la historia. Mas pierde doce escaños en su desafío independentista. CiU no tiene la fuerza suficiente para liderar sola el gobierno y el proceso, admitió Mas. Junqueras, a su vez, dice que el proceso para la independencia ha salido reforzado. Y Navarro, que en estas elecciones hay un gran fracaso y es el de Mas
- ABC: Cataluña rechaza la independencia., Mas pierde su plebiscito., Espectacular descalabro de CiU con su quimera soberanista. El PCS pierde 8 escaños, el PP gana uno y ERC llega a 21 yes la segunda fuerza. El líder de Convergencia se aferra al poder y podría gobernar con ayuda de ERC.
- La Vanguardia: Duro castigo a Mas. Mayoría debilitada. El presidente se queda muy lejos del respaldo que pidió. Esquerra se dispara. El segundo puesto ews para ERC, que dobla resultado. El PSC sigue cayendo. Los sociaoistas caen al peor escenario de su historia. El aguante del PP. Los populares suben un escaño pese al asdcenso de Ciutadans, Mas admite la dificultad de gobernar y emplaza al pacto. Cospedal asegura que el PP no piensa llegar a más acuerdo con CiU. La participación bate el récord de 1984 y roza el 70 por 100. Amarga victoria. Mas, acompañado de si esposa, admite que gobernar no será fácil, pero añadió: Saldremos adelante.
- El Periódico de Cataluña: Batacazo. Las urnas forman un parlament con siete fuerzas y sin mayoría absoluta. Mas pierde doce escaños y no amplía la mayoría soberanista, pese a la mayor participación. ERC pasa por delante del PSC y ambos se perfilan como socios alternativos de CiU. ICV y el PP suben, Ciutadans triplica sus diputados y la CUP logra tres actas en el Parlament. Un amargo final de la escapada.
- La Razón: Adéu Mas, a Cataluña le gusta España. Fracaso del órdago de Convergencia., Pierde doce escaños y queda en manos de un nacionalismo radicalizado.. Retroceso de los independentistas. CiU, ERC y CUP suman el 47,58 por 100 de los votos, frente al 48,72 por 100 de los soberanistas hace dos años, mientras que el PSC, PP, ICV y Ciutadans suman el 45,08 por 100, frente al 41,5 por 100 de 2010. El PP hace historia y el PSC cae. Alicia Sánchez Camacho frena la mayoiría absoluta de CiU. Los socialistas dejan de ser la segunda fuerza y Ciutadans consigue grupo propio.
- La Gaceta: Artur Mas se lanza al abismo. El presidente de la Generalitat fracasa estrepitosamente con un severo retroceso en las elecciones que él mismo convocó. Esquerra Republicana recoge los frutos del voto separatista. El Partido socialista retrocede y el PP mantiene sus posiciones. Ciudadanos experimenta un aumento espectacular
- La Voz de Galicia: Mas hunde a CiU en uno de sus peores resultados, lejos de la mayoría absoluta. La suma de escaños de partidos soberanistas baja de 76 a 74.
Algunas
pocas informaciones más
- Ninguna otra en la portada de El País
- Ninguna otra en la portada de El País
- Alonso no pudo en Vettel -ABC
- La plantilla blanca niega que le falte ambición -ABC
- Sólo el Atlético aguanta el ritmo del Barsa -ABC
- La Vanguardia: Ninguna otra información
- El Periódico: Ninguna otra información
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- La Gaceta: Urdangarín visita al Rey en el hospital
- Alonso queda segundo en el GP de Brasil y Vettel gana el Mundial
- La Voz de Galicia: Vettel ya es el tricampeón más joven de la historia de la Fórmula 1.
- Indignación de los sindicatos por el brutal ajuste laboral que Bruselas impone a Novagalicia
- Urdangarín y la Infanta Cristina acudieron por sorpresa a visitar sal Rey
- Esta noche nevará en Galicia a partir de los 800 metros de altura
Fracaso
excepcional de Mas, según La Vanguardia
En
contra de todos los pronósticos, Artur Mas no ha conseguido la
mayoría excepcional que había pedido al pueblo catalán para
liderar el proyecto soberanista y el fracaso también ha sido
excepcional. Convergència i Unió ha sufrido un importante
descalabro de hasta 12 diputados que abre enormes interrogantes sobre
el futuro político inmediato. La apuesta del president Mas por
incorporar al programa de CiU el horizonte del Estado propio para
Catalunya ha tenido efectos contrarios a los buscados. Anoche en
Madrid los dos principales partidos españoles, PP y PSOE, respiraron
aliviados. La número 2 del PP, María Dolores de Cospedal, llegó a
proclamar el "fracaso" de la "aventura
secesionista".
El caso es que los partidarios de la independencia de Catalunya han preferido confiar en Esquerra Republicana, que se ha convertido en la segunda fuerza parlamentaria, y la agitación soberanista ha tenido como reacción una movilización del voto unionista del que se ha beneficiado principalmente el partido Ciutadans, y en menor medida el PP, que gana un diputado.. las elecciones de ayer registraron una participación récord de casi el 70%, que dio testimonio exacto de la pluralidad política del país... Con 50 diputados en el Parlament, no existe ninguna alternativa de gobierno en Catalunya en la que no participe Convergència i Unió, pero la federación nacionalista no podrá gobernar sola. Le faltan 18 diputados para lograr la investidura y sobre todo para aprobar los presupuestos y las medidas necesarias para gestionar la crisis. Tiene tres posibilidades, gobernar con ERC, gobernar con el PSC y gobernar con el PP. El giro soberanista de CiU y el desarrollo de la campaña con graves acusaciones de "juego sucio" hacen prácticamente imposible una nueva entente con los populares. Y las inevitables políticas de austeridad que el Gobierno de la Generalitat, con la caja vacía, va a tener que aplicar será complicado pactarlas con los partidos de izquierda que podrían sumar mayoría, Esquerra Republicana y el PSC. Precisamente por ello, las primeras declaraciones de Artur Mas cuando terminó el escrutinio provisional fueron para reconocerlo: "No tenemos la fuerza suficiente para liderar el Govern y el proceso (soberanista). La gente nos ha dicho que quiere que hagamos el camino más acompañados..., así que será necesario que otros partidos reflexionen y se comprometan". Aunque Mas no citó a nadie, quedó muy claro que su mensaje iba dirigido a Esquerra Republicana, porque aclaró que el proceso soberanista no va a quedar "abortado" y "el país no ha de renunciar a sus objetivos". Así pues, sólo se prevé una mayoría soberanista en el Parlament de CiU con ERC o bien una situación que el propio Mas calificó de "ingobernable". Con las elecciones de ayer, los soberanistas suman 87 escaños, uno más que antes contando los tres diputados de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), que entra por primera vez en el Parlament y que se declara independentista. Oriol Junqueras, líder de ERC, que podía aparecer como el gran triunfador de la noche -ha más que doblado los sufragios del partido independentista-, optó por contener la euforia. De sus palabras se desprendía que recogía el guante de Artur Mas y se planteaba estudiar seriamente la posibilidad de pactar un gobierno de coalición, pero con la condición de que se marque la máxima ambición posible. La amarga victoria de Mas relegó a un segundo plano otros resultados que van a tener trascendencia, como el retroceso de Partit dels Socialistes de Catalunya, que pierde el segundo puesto en el ranking de fuerzas políticas por número de diputados, con ocho escaños menos de los que obtuvo en el 2010. Con este resultado, se agrava la crisis del socialismo catalán, que afecta considerablemente al socialismo español. Difícilmente los socialistas volverán a gobernar en España si no logran recuperar fuerzas en Catalunya, que es donde conseguían tradicionalmente el sorpasso al PP. En cuanto el Partido Popular, es obvio que la movilización antiindependentista le ha permitido desviar la atención de los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. La candidatura de Alicia Sánchez-Camacho ha aumentado un diputado, lo que, unido al descalabro de CiU, fue celebrado como la mejor de las victorias. Con todo, quien ha rentabilizado mejor la movilización contra la independencia de Catalunya ha sido el partido Ciutadans, que triplica su presencia en el Parlament. Pasa de tres a nueve diputados, lo que lo consolida como opción política parlamentaria competidora de socialistas y populares. La euforia de Albert Rivera fue tal que, pese a tener 41 diputados menos que Artur Mas, se permitió exigir la dimisión del líder de Convergència i Unió. También hubo celebración en la sede de Iniciativa, porque con 13 diputados consiguió el mejor resultado desde la refundación del PSUC. Sin embargo, la alegría no era absoluta, porque ICV no ha sido capaz de capitalizar la caída del PSC, porque ERC se ha situado como líder de las izquierdas y porque ha surgido una competencia por la izquierda como la CUP, alimentada sobre todo por votantes jóvenes.
El caso es que los partidarios de la independencia de Catalunya han preferido confiar en Esquerra Republicana, que se ha convertido en la segunda fuerza parlamentaria, y la agitación soberanista ha tenido como reacción una movilización del voto unionista del que se ha beneficiado principalmente el partido Ciutadans, y en menor medida el PP, que gana un diputado.. las elecciones de ayer registraron una participación récord de casi el 70%, que dio testimonio exacto de la pluralidad política del país... Con 50 diputados en el Parlament, no existe ninguna alternativa de gobierno en Catalunya en la que no participe Convergència i Unió, pero la federación nacionalista no podrá gobernar sola. Le faltan 18 diputados para lograr la investidura y sobre todo para aprobar los presupuestos y las medidas necesarias para gestionar la crisis. Tiene tres posibilidades, gobernar con ERC, gobernar con el PSC y gobernar con el PP. El giro soberanista de CiU y el desarrollo de la campaña con graves acusaciones de "juego sucio" hacen prácticamente imposible una nueva entente con los populares. Y las inevitables políticas de austeridad que el Gobierno de la Generalitat, con la caja vacía, va a tener que aplicar será complicado pactarlas con los partidos de izquierda que podrían sumar mayoría, Esquerra Republicana y el PSC. Precisamente por ello, las primeras declaraciones de Artur Mas cuando terminó el escrutinio provisional fueron para reconocerlo: "No tenemos la fuerza suficiente para liderar el Govern y el proceso (soberanista). La gente nos ha dicho que quiere que hagamos el camino más acompañados..., así que será necesario que otros partidos reflexionen y se comprometan". Aunque Mas no citó a nadie, quedó muy claro que su mensaje iba dirigido a Esquerra Republicana, porque aclaró que el proceso soberanista no va a quedar "abortado" y "el país no ha de renunciar a sus objetivos". Así pues, sólo se prevé una mayoría soberanista en el Parlament de CiU con ERC o bien una situación que el propio Mas calificó de "ingobernable". Con las elecciones de ayer, los soberanistas suman 87 escaños, uno más que antes contando los tres diputados de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), que entra por primera vez en el Parlament y que se declara independentista. Oriol Junqueras, líder de ERC, que podía aparecer como el gran triunfador de la noche -ha más que doblado los sufragios del partido independentista-, optó por contener la euforia. De sus palabras se desprendía que recogía el guante de Artur Mas y se planteaba estudiar seriamente la posibilidad de pactar un gobierno de coalición, pero con la condición de que se marque la máxima ambición posible. La amarga victoria de Mas relegó a un segundo plano otros resultados que van a tener trascendencia, como el retroceso de Partit dels Socialistes de Catalunya, que pierde el segundo puesto en el ranking de fuerzas políticas por número de diputados, con ocho escaños menos de los que obtuvo en el 2010. Con este resultado, se agrava la crisis del socialismo catalán, que afecta considerablemente al socialismo español. Difícilmente los socialistas volverán a gobernar en España si no logran recuperar fuerzas en Catalunya, que es donde conseguían tradicionalmente el sorpasso al PP. En cuanto el Partido Popular, es obvio que la movilización antiindependentista le ha permitido desviar la atención de los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. La candidatura de Alicia Sánchez-Camacho ha aumentado un diputado, lo que, unido al descalabro de CiU, fue celebrado como la mejor de las victorias. Con todo, quien ha rentabilizado mejor la movilización contra la independencia de Catalunya ha sido el partido Ciutadans, que triplica su presencia en el Parlament. Pasa de tres a nueve diputados, lo que lo consolida como opción política parlamentaria competidora de socialistas y populares. La euforia de Albert Rivera fue tal que, pese a tener 41 diputados menos que Artur Mas, se permitió exigir la dimisión del líder de Convergència i Unió. También hubo celebración en la sede de Iniciativa, porque con 13 diputados consiguió el mejor resultado desde la refundación del PSUC. Sin embargo, la alegría no era absoluta, porque ICV no ha sido capaz de capitalizar la caída del PSC, porque ERC se ha situado como líder de las izquierdas y porque ha surgido una competencia por la izquierda como la CUP, alimentada sobre todo por votantes jóvenes.
Lejos
de la mayoría, dice El Periódico
El 'president' de
la Generalitat ha comparecido ante sus militantes y la prensa pocos
minutos antes de las 11 de la noche, cuando faltaban apenas un 10% de
votos por escrutar, y los resultados decían que la federación
nacionalista había pasado de tener 62
diputados en
el 2010 a 50. Lo primero que ha querido resaltar Mas es que la
"altísima" participación, "sin precedentes",
era un hecho "positivo, a destacar y valorar". Acto
seguido, el candidato de CiU ha
asegurado que convocar elecciones ha sido bueno, porque "dar la
palabra al pueblo es positivo", por lo que ha sido una "buena
decisión, desde un punto de vista estricto de país". Ya
entrando en materia, Mas ha reconocido que CiU ha quedado "lejos
de la mayoría" que quería, puesto que han quedado "claramente
por debajo de los resultados de hace dos años". Es por ello
que no tiene la "fuerza necesaria" para liderar el
"proceso",
en alusión a la celebración de una consulta soberanista. Pero,
lejos de caer en el desanimo, el dirigente nacionalista ha
destacado el "millón largo de votantes" que han optado por
CiU, ya que han conseguido "dos veces y media" más de
votos que el segundo partido más votado --ERC--
y eso "es una diferencia muy grande". Finalmente, y
antes de los consabidos --y obligados-- agradecimientos a los
militantes y organizadores de la campaña, Mas ha
asegurado que "no hay [en Catalunya] un gobierno alternativo que
no pase por CiU", aunque ha afirmado que "no nos podemos
hacer responsables únicos [del Gobierno]", solo
"corresponsables", por lo que hacía una "llamada a la
responsabilidad" a los futuros compañeros de viaje del Govern,
aludiendo, aunque sin citarlos directamente, a ERC.
El dirigente nacionalista ha
concluido su discurso de forma optimista, asegurando que "la
situación no es fácil, pero tiraremos adelante". Durante el
recuento de votos, ha habido fuertes aplausos y gritos de
independencia cuando CiU ha pasado de tener 49 a 50 escaños. A su
vez, los gritos a favor de la independencia se han intensificado
cuando ERC ha
superado al PSC como
segunda fuerza más votada. Finalmente, cuando la secretaria general
del PP, María
Dolores de Cospedal,
ha comparecido desde Madrid para hacer una primera lectura de
los resultados de las elecciones catalanas --alrededor de las 21.45
horas--, se han oído en el Hotel
Majestic silbidos
a la dirigente popular.
Socialistas,
los peores resultados, señala El País
El
PSC obtuvo este domingo el peor resultado de su historia en unas
elecciones autonómicas, con una pérdida de ocho escaños y
convertido en tercera fuerza parlamentaria en número de escaños, lo
que no sucedía desde la restauración de la Generalitat. El
descalabro socialista es menor al que vaticinaban algunas encuestas,
aunque lo que realmente provocaba anoche satisfacción en la sede de
los socialistas catalanes era el batacazo electoral de CiU y muchos
dirigentes no podían esconder la alegría en su rostro. El primer
secretario del partido y candidato a la Generalitat, Pere Navarro,
apareció en público pasadas las 23:15 horas en la sede socialista
acompañado de la plana mayor del partido: desde el expresidente José
Montilla a los también exministros Carme Chacón, Celestino Corbacho
y Josep Borrell. Empezó haciendo autocrítica y admitió lo
evidente: que el resultado electoral no era el que quería el
partido. Con todo y a modo de justificación, recordó el momento
“complicado y renovación” que atraviesa el PSC y la necesidad de
abrirse a la sociedad y apostilló que algunas encuestas vaticinaban
un descalabro mayor. El líder socialista también recordó que pese
a tener un escaño menos que ERC, los socialistas son la segunda
fuerza política en número de votos y añadió que eso no había de
servir de consolación, sino que el objetivo era convertirse en la
primera. Orillada la reflexión en clave interna, Navarro valoró el
resultado electoral de este domingo “un gran fracaso de Mas” y
reiteró lo que ha dicho toda la campaña: que las elecciones eran
innecesarias porque CiU podía gobernar con alianzas y los 62
diputados que tenía antes de disolverse la cámara. El líder del
PSC no pudo obviar tampoco las mayoría excepcional que reclamó el
presidente de la Generalitat durante toda la campaña y tirando del
lema electoral de los nacionalistas dijo que “la voluntad del
pueblo” no ha sido la que quería CiU. Navarro no se mojó sobre el
llamamiento que había hecho Mas poco antes reclamando apoyos
parlamentarios y dijo que la petición de responsabilidad también se
la hacía a él, “porque me hubiera gustado que en lugar de estar
haciendo campaña todo el día hubiese gobernado”. Frente a la
propuesta secesionista de CiU y el mensaje centralista del PP, el PSC
apostó en la campaña por una tercera vía llamada federalismo y que
su lema electoral definía como “la alternativa sensata”. El
escrutinio evidencia que la apuesta ha calado menos de lo que se
esperaba entre el electorado socialista y así lo reconoció Navarro
anoche cuando dijo que el mensaje “ha costado llegar” a los
ciudadanos. Por ello exhortó a la militancia a intensificar el
trabajo para difundir esa idea. El primer secretario del PSC reiteró
en ese sentido que sigue apostando por una reforma de la Constitución
para avanzar en un Estado federal y por reclamar otras políticas
fiscales y económicas. Pese al descalabro electoral, la dirección
del PSC considera que Navarro ha logrado salvar los muebles, teniendo
en cuenta las condiciones en las que afrontó las elecciones: llegó
a la dirección del partido en el peor momento electoral, hace apenas
11 meses y siendo un auténtico desconocido entre la población, pues
el cargo más relevante que había ocupado hasta entonces era el de
alcalde de Terrassa. El adelanto electoral le cogió, además, con el
pie cambiado y sin haber cuajado como líder del PSC.
Una
derrota de Mas, explica Sostres en El Mundo
Ha
sido una derrota de Artur Mas y de sus apuestas personales. Ha sido
una derrota muy suya y de los suyos. Él ha aportado la mediocridad y
la mentira. Ni los independentistas le han creído, y eso que es un
público especialmente crédulo. Mas fue ayer humillado, pero con él
también 'La Vanguardia' sufrió una humillación muy significativa.
El diario del conde de Godó (y grande de España) que recibe más
dinero de la Generalitat que algunos medios públicos, se había
volcado los dos últimos dos años en una propaganda convergente
incompatible con el periodismo más allá incluso del panfleto. El
último detalle fue ya caer en lo delictivo, ayudando a convocar una
manifestación en plena jornada de reflexión. Que ayer en el Hotel
Majestic compareciera Artur Mas solo tuvo algo de injusto: tendría
que haber aparecido también José Antich, director de 'La
Vanguardia', con su infumable equipo de columnistas a sueldo para
admitir una derrota que es, en gran parte suya. La próxima vez que
Enric Juliana, Pilar Rahola o Francesc Marc Álvaro digan que hablan
en nombre de los catalanes tendrían que administrarles una
contundente lavativa con el agua fresca de los resultados de ayer.
¡Pam! Ha perdido Mas y su modo de manipular los medios de
comunicación públicos y su indecencia de comprar a los medios de
comunicación privados. Ha perdido Mas y su equipo de incompetentes y
de patanes, que con su vulgaridad y su incapacidad han resultado ser
los peores enemigos de aquello que tanto dicen amar y defender. Ha
perdido Mas y su cinismo, su oportunismo de convocar elecciones
jugando con sentimientos fundamentales con el único propósito de
conseguir la denegada mayoría absoluta. El independentismo no ha
perdido: ERC ha llegado a ser segunda fuerza por primera vez. Ha
perdido Mas y su gente, él y su estrategia fraudulenta, y después
de una campaña exigiendo tanta democracia es un escándalo que
no dimita después de su incontestable fracaso. Pedía 6 diputados
más y ha obtenido 12 menos. He escrito en muchas ocasiones durante
esta campaña que sin inteligencia sólo cabe el fracaso, que es lo
que le ha sucedido a Mas y a sus tristes empleados, que lo tenían
todo a favor para ganar después de la manifestación de la Diada y
que por culpa de su increíble incapacidad se han llevado un bofetón
histórico de la sociedad catalana a pesar de haber vuelto a ganar
las elecciones. También he escrito que Mas es gafe, y ha quedado una
vez más demostrado, porque el fracaso de esta noche es algo más que
un resultado electoral concreto y sólo podía pasarle a alguien a
quien Dios se la tiene jurada. Esta noche un hombre ha hecho uno de
los perores ridículos que he visto hacer en mi vida. Esta noche ha
quedado claro, también, que un periódico como 'La Vanguardia', que
tan central y decisivo se creía en la vida catalana, no decide ni
asegura nada y que, francamente, no merece la pena gastarse tanto
dinero de los ciudadanos en subvencionarlo.
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