sábado, 2 de julio de 2011

DETENIDOS TEDDY BAUTISTA Y OCHO MÁS, Y EN REVISIÓN SUS CUENTAS Y MODO DE ACTUAR

LA SGAE, EN EL CENTRO DE TODAS LAS SOSPECHAS
Ha sido, o está siendo, el acontecimiento de este primer fin de semana de julio cuando ya la política tiende a remitir. Primero, por lo inesperado, pero también, porque no ha asombrado “demasiado”. Cualquier lector de periódicos es perfectamente consciente de la mala fama que arrastra la SGAE, que ha llegado a ser considerados una especie de mafia implacable de cobradores para muchos ciudadanos. Pues bien, este sábado, como ya en la tarde del viernes, la investigación de su sede y la detención de nueve de sus directivos, ha venido ocupando los primeros espacios en todos los informativos, con algunos huecos para la visita de Hillay Clinton o la libertad de Strauss Kahn… “Desmantelada la sede de la SGAE”, “El presidente de la SGAE acusado de desvío de fondos”, “Esta vez paga la AGAE”, “Teddy Bautista y ocho miembros de la SGAE detenidos por la Guardia Civil”; detenidos Teddy Bautista y la cúpula de la SGAE, “Teddy Bautista detenido por desvío de fondos de la SGAE”; “La Audiencia investiga a la cúpula, de la SGAE por apropiación indebida”…, dicen los grandes titulares de los diarios. Lo que algunos piensan que es una obra de Gaudí en Madrid, el Palacio de Longoria, -obra modernista del arquitecto Grases por encargo del financiero Longoria, en los comienzos del siglo XX-, sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), permanece completamente cerrado, con dos vigilantes de seguridad privada, después de que los últimos agentes de la Guardia Civil abandonaran las oficinas pasada la medianoche del viernes al sábado. El registro de la sede se había prolongado durante unas catorce horas, y concluyó pasada la una de esta madrugada. Después del detenido registro realizado por la Guardia Civil, se presentaron en las inmediaciones de la sede grupos de "indignados", decididos a celebrar y festejar la detención del polémico presidente de la antigua Sociedad de Autores, Teddy Bautista y de ocho de sus colaboradores. Aún esta mañana se podían observar restos de "botellón" esparcidos por toda la acera de la calle Fernando VI, en el centro de Madrid, donde está situado el edificio. Lo ocurrido durante toda la tarde y noche del viernes se llama Operación Saga, y ha sido llevada a cabo por la Guardia Civil a instancias y por orden de la Audiencia Nacional, y las nueve detenciones se efectuaron en relación con un presunto desvío de fondos en la filial digital de la SGAE. Además de Bautista, entre las personas detenidas figura el director financiero de la SGAE, Ricardo Azcoaga, y el director general de la citada filial digital -la Sociedad Digital de Autores y Editores (sDae)-, José Neri. Todos ellos, como el propio Bautista, siguen detenidos a la espera de prestar declaración judicial en las próximas horas. Se da la curiosa circunstancia de que el reelegido presidente de la SGAE fue detenido por los agentes de la Benemérita justamente cuando había finalizado el recuento de votos de las elecciones para renovar la junta directiva. Las diligencias instruidas por la Audiencia Nacional son "secretas", por lo que aún se ignoran las imputaciones que pesan sobre Bautista y los restantes directivos de la SGAE detenidos, y retenidos en las comandancias de la Guardia Civil de Tres Cantos y de Las Rozas, que han ido designando a sus abogados defensores, "con experiencia en lo penal", para que les asistan en la toma de declaración judicial. De momento, se les imputan delitos societarios y de apropiación indebida por haber creado una estructura societaria en torno a la Sociedad General de Autores que se habría lucrado de una beneficiosa relación económica con las entidades del denominado "grupo SGAE", según la nota de prensa que facilitó la Guardia Civil. Sólo tras los interrogatorios y estudio de la documentación intervenida en los registros, se decidirá sobre su puesta a disposición del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, quien dirige la operación. Pero, como se indicaba, la sospecha de la corrupción salpicaba de lleno a la entidad. Y cree saberse que el juez Ruz les imputa los delitos de apropiación indebida, estafa y administración desleal por el fraude, cometidos de forma continuada entre los años 2003 y 2007 e investigados por la Fiscalía Anticorrupción. Bautista y el resto de arrestados podrían pasar previsiblemente este mismo sábado a disposición judicial, después de que, a lo largo de la noche, los agentes de la Guardia Civil sacaran del interior del Palacio de Longoria varias cajas con abundante documentación. Durante la noche abandonaron el lugar tres vehículos con varias cajas, mientras un cuarto coche del Instituto Armado permanecía estacionado en las proximidades con hasta seis cajas de documentos en su interior. Se cree que el principal implicado en la supuesta trama de corrupción es José Luis Rodríguez Neri, exconsejero de la entidad y actual director general de la SDAE (Sociedad Digital de Autores y Editores, controlada al 100% por la SGAE y creada en el año 2000 para proteger los derechos de autor en Internet y otros desarrollos relacionados con las nuevas tecnologías). Junto a él fueron detenidos su mujer, Maria Antonia García Pombo, su cuñada, Elena Vázquez, y directivos y trabajadores de una empresa llamada Microgénesis (Rafael Ramos y Celedonio Martín). Es, precisamente, a través de esta sociedad desde la que se estarían cometiendo los presuntos delitos. Microgénesis, una de las principales contratistas de la SDAE, es una sociedad anónima dedicada a realizar labores de consultoría sobre aplicaciones informáticas y a suministrar programas. A ella corresponden algunos de los principales proyectos de la SGAE en el campo digital, como el sistema Teseo (Tecnología de Servicios y Organización), que diseña aplicaciones orientadas a defender los derechos de autor en la web, y el Portal Latino, encargado de difundir la cultura latina y prestar servicios a los autores en Internet. El juez investiga también un segundo escalón de empresas que contrataban con Microgénesis e igualmente relacionadas con los detenidos. Y se sospecha que el papel de Teddy Bautista pudiera ser secundario, según los investigadores, si bien Rodríguez Neri, según la denuncia de Anticorrupción, era una persona de la máxima confianza del presidente del consejo directivo de la SGAE, por quien fue designado para dirigir su filial digital. Fuentes de la investigación insisten en que, dado el control que Teddy Bautista ejerce sobre la sociedad, es muy difícil que no conociera o tolerara las actividades del principal imputado y de la trama societaria que creó con el resto de implicados. Ahora tendría que demostrar ante el juez que no estaba al corriente de esas operaciones para evitar ser imputado como cómplice o encubridor. La pregunta que se hacen muchos es por qué se procede ahora a efectuar esa investigación, cuando, según relata El País, todo arranca una denuncia presentada en 2007 ante la Fiscalía Anticorrupción por la Asociación de Internautas, la Asociación de Usuarios de Internet, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de informática y nuevas tecnologías y la Asociación Española de Hosteleros Víctimas del Canon. En 2010, el entonces titular del juzgado central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, abrió diligencias que se han reactivó ahora cuando la Guardia Civil presentó ante el juez Ruz un oficio en el que anunciaba las detenciones y solicitaba permiso para realizar los registros.
La desmedida afición de la SGAE a recaudar, que se ha denunciado en multitud de ocasiones, podría haber llegado a un punto de revisión crucial. El juez Ruz nos dirá qué se debe pensar de estos recaudadores de derechos de autor y de cómo han gestionado sus cuentas.

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