LA AYUDA DE GONZÁLEZ, CLAVE

¿PODRÍA ESTAR REMONTANDO EL CANDIDATO RUBALCABA?
Entramos en el mes crucial que nos separa de las urnas en que deben renovarse gobierno, cámaras legislativas y probablemente muchísimos otros centros de poder. Hasta la fecha, estas elecciones del 20-N han tenido una particularidad: vencedores y vencidos están “cantados”, desde hace mucho tiempo, y prácticamente nada permite siquiera suponer que pudieran cambiar las tornas. Cosa distinta es que cada parte se esfuerce en hacer realidad los pronósticos, o en tratar de evitarlos. Un experto en encuestas como es Carlos Malo de Molina ha argumentado hasta qué punto, en estos momentos, el rechazo social hacia el PSOE imposibilita su victoria con cualquier candidato, e insiste en las tesis de las encuestas que él realiza, según las cuales “a un mes de distancia, se puede asegurar que el PP las ganará con mayoría absoluta”. “Hay veces en que la situación deja muy poco margen de maniobra”, insiste el experto…
Y, sin embargo, y pese a todo, la directora de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, sostiene que, según las encuestas que maneja el partido en las últimas dos semanas, el PSOE ha recuperado 700.000 votos de sus electores que estaban indecisos, lo que en su opinión vendría a demostrar que el electorado socialista empieza a movilizarse. Así lo ha relatado Valenciano, y desvela El País, en la reunión, a puerta cerrada, que este miércoles celebró con los coordinadores provinciales de campaña. Según las referidas fuentes consultadas, los sondeos del PSOE aseguran que el número de indecisos de sus votantes de 2008 habrían pasado del 41% al 35%, lo que supone unos 700.000 votantes. Valenciano explicó que es una inflexión clara en la tendencia del voto y es también la prueba de que el votante socialista se está comenzando a mover y, en su opinión, es la mejor prueba de que la estrategia de campaña está funcionando. Al parecer, el movimiento más importante de fidelización de voto se está dando en Andalucía y Cataluña, las dos plazas fuertes tradicionales del PSOE y sus más importantes graneros de votos. Según las explicaciones de la directora de la campaña, la izquierda se moviliza por dos motivos: las propuestas y el discurso del candidato; pero también el temor a los recortes que pueda realizar el PP si llega a gobernar con mayoría absoluta. Éste segundo aspecto, al parecer, les está empezando a funcionar al PSOE.
Ya de paso, en la reunión de los coordinadores provinciales, parece que se repasaron las circunstancias –cabe suponer que positivas y negativas-, que se vienen produciendo en esta precampaña. Por ejemplo, se señala y valora hasta qué punto el ex presidente del Gobierno Felipe González sigue manteniendo una gran presencia mediática en la precampaña electoral. FG volvía a concitar este jueves toda la atención en un desayuno informativo en el que sostenía que "el resultado del 20-N no va a ser el que todos piensan". Respondía sobre la crisis interna que podría haber en el PSOE a partir del 21-N si se confirman los catastróficos datos de las encuestas. González, a quien presentó nuevamente el propio candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió a ponerse a plena disposición del candidato del PSOE e, incluso, cuando se le interpeló directamente si aceptaría entrar en un hipotético gobierno de Rubalcaba en el caso de ganar las elecciones, como ministro de Asuntos Exteriores o de Economía, sonrió, volvió la cabeza hacia el candidato y le hizo el saludo militar. ¿Se imaginan al expresidente durante de 14 a las órdenes de su amigo y compañero de partido? Sólo por esa circunstancia, valdría la pena tan singularísimo experimento político. Eso sí, González dijo que estaría al margen, sin sombra de tutelaje sobre el candidato ni antes ni después de las elecciones del 20-N, ocurra lo que ocurra.
¿Rubalcaba y González pueden cambiar las perspectivas presentes? Este es un país que ya cree poco en los milagros. Incluidos los milagros laicos… Parece inclinarse más bien por creer en las encuestas.