UN MONTAJE PRIVADO CON FONDOS PÚBLICOS

URDANGARIN, EN BOCA DE TODOS
De repente, el duque de Palma, Iñaki Urdangarín, está en todos los medios informativos y en boca de todos. “¿Hasta ahí hemos llegado”, se pregunta la opinión pública una vez conocidos algunos datos sobre probable malversación de fondos y falta de justificación de facturas falsas en la organización de distintos actos durante el escandaloso mandato del presidente balear Jaume Matas, años 2003-2007. Ni siquiera ha faltado la interpretación de que “se echa al ruedo” el caso Urdangarín para entretener sobre el caso de otro ilustre, el ministro Blanco, cuyo nombre circula también profusamente entre magistrados, discales y abogados… “Nada que ver entre ambos supuestos casos, ni existe la menor relación entre los dos personajes públicos”, se insiste en proclamar. Cada uno lleva su correspondiente investigación, y en cada una de las situaciones, lo único coincidente es que se espera que actúen las autoridades judiciales…, dejando al margen la pertenencia de Blanco al Gobierno y de Urdangarín a la Casa Real…, circunstancias que añaden un mayor morbo a las situaciones.
Según ha relatado con detalle el corresponsal de El País en Baleares, Andreu Manresa, un excelente conocedor del Caso Jaume Matas, la documentación incautada por el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional en las oficinas de Diego Torres, un socio del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, en la Asociación Instituto Noos de Investigación Aplicada -que organizó distintos eventos para el Gobierno balear- demostraría que existen suficientes indicios de malversación de fondos públicos en la actuación de esa sociedad al no justificar, o hacerlo con facturas falsas o con costes irreales, el dinero público recibido para organizar distintos actos durante el mandato de Jaume Matas (PP) entre 2003 y 2007. Esta circunstancia, se añade a continuación, hace "inevitable" la "citación como imputado" del duque de Palma para que explique ante el juez las irregularidades detectadas en la facturación de los servicios del Instituto Noos al Gobierno balear, según fuentes de la investigación. La Casa del Rey ha tenido que intervenir para asegurar que no hace declaraciones sobre las informaciones aparecidas en prensa, que quiere que se sigan las actuaciones judiciales pertinentes y que se mantiene informada sobre el asunto.
¿Quién es el socio de Urdangarin, Diego Torres? Es un personaje ya imputado en la causa, y por los mismos hechos. Torres ha sido sometido a un duro interrogatorio en una comisaría de Barcelona, en el que insistió en que los trabajos y las facturas del Instituto Nóos están justificados. Su abogado, Manuel González Peeters, recurrirá el auto de registro ordenado por el juez porque, en su opinión, "no respeta el principio de proporcionalidad". El abogado quiere conseguir que la ingente documentación incautada, sobre todo en la sede de la promotora inmobiliaria Aizoon S. L, le sea devuelto.
El auto del juez que ordenó los registros, pone en relación a Iñaki Urdangarin y a su socio Diego Torres con los dirigentes del PP en Baleares que gobernaron en esa comunidad entre 2003 y 2007, entre ellos el presidente Matas y el que fue director general de Deportes, José Luis Ballester. Los registros tienen relación con la investigación abierta sobre las irregularidades detectadas en la adjudicación de la instalación deportiva conocida como Palma Arena, por la que está imputado, entre otros, el expresidente balear Matas. El juez del caso Palma Arena, José Castro, ha comentado hoy que estudiará la documentación incautada y decidirá, en su momento, sobre una eventual imputación. Pero se sabe que, a raíz de esa investigación, se descubrieron las relaciones anómalas que mantenía el Gobierno balear con el Instituto Noos, al que adjudicaron a dedo contratos para organizar actos relacionados con el deporte por un valor de 2,3 millones de euros. Hay indicios que puntan a la existencia de probables delitos de falsedad documental, prevaricación, fraude a la Administración y malversación de fondos públicos…, nada menos. Según se ha sabido, el Instituto Noos se fundó en 1999 como "entidad sin ánimo de lucro, para realizar investigaciones sobre el papel de la inteligencia en el mercado de la competitividad de las empresas así como punto de encuentro a los profesionales de esta disciplina, y para promover la difusión de las investigaciones realizadas a través de cursos, conferencias, seminarios y publicaciones". Noos estuvo inactivo entre 1999 y 2003. Iñaki Urdangarin entró a formar parte de esta asociación en 2003 como administrador y ascendió a presidente en 2004, posición que ocupó hasta junio de 2006. El gerente de Noos en este periodo era Diego Torres, que se convirtió en presidente al dejar el cargo Urdangarin.
Urdangarin, según el relato de la Fiscalía Anticorrupción, sería responsable de crear un entramado de sociedades a las que derivaban todo el dinero público que recibían como asociación sin ánimo de lucro de distintas Administraciones. El fiscal, explica cómo actuaban Noos y Urdangarín: el Instituto Noos fijaba unos precios totalmente desproporcionados por los servicios que prestaba a la Administración pública y, tras recibir los fondos públicos, simulaba la contratación de servicios ficticios a entidades mercantiles, presumiblemente facturados por importe superior al servicio realmente prestado, emitiendo las correspondientes facturas contra el Instituto Noos. El fiscal cita seis entidades mercantiles distintas que formarían la trama empresarial montada por Torres y Urdangarin para apoderarse de los fondos públicos que el Instituto Noos recibía del Gobierno balear del PP. Por si algo faltaba, añade Manresa, la Fiscalía observa "serias irregularidades administrativas" en la tramitación de los convenios, ya que "ni el presupuesto para su cuantificación respondía a la realidad, ni se justificó su inversión, e incluso las facturas presentadas, entre ellas una que beneficiaba al hermano de Undargarin con tal propósito, aún dándolas a todas por buenas, no cubren la justificación de lo recibido. Con otra circunstancia más: muchas de las facturas responden a conceptos ajenos a los eventos contratados. Y más aún, la ausencia de ánimo de lucro que se pregona del Instituto Noos no se corresponde con la de sus directivos, que facturaron contra aquel, importantes sumas de dinero.
Como se ve, un timo perfectamente montado bajo la pantalla de un ilustrísimo personaje, ahora en posición harto incómoda… El mismo y sus muy ilustres familiares.