Cristina expropió YPF
Conforme a muchas sospechas y temores en los últimos meses, y pese a las esperanzas que se habían expresado desde el Gobierno en las horas anteriores, la presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció en la tarde de este lunes, con gran ceremonia y largo discurso, la expropiación de la petrolera YPF, que el Estado español había adquirido, y fusionado con Repsol, en 1999, hace veintidós años, cuando eran presidente José María Aznar en España y Carlos Menen en Argentina. En la gestión final de la decisión de las autoridades argentinas, en las últimas semanas, parece que ha hablado momentos de “tira y afloja”, como cabe deducir de las esperanzadoras palabras del ministro Soria del pasado fin de semana, cuando supuso que la situación se había encauzado e iba en buena dirección... Algún diario, a su vez, culpa directamente al presidente de Repsol, Antoni Brufau, de quien se sostiene que “fracasó totalmente en la gestión de la crisis” (La Gaceta). Ahora estamos en la fase de reacciones, de valoraciones, incluso de unas ciertas amenazas por parte de España: Los ministros García Margallo, de Exteriores, y Soria, de Industria, han anunciado medidas contundentes contra Argentina. A la hora de informar de la decisión de la presidenta Fernández, los diarios emplean varios términos, además del de expropiación, común a todos los titulares: Expolio, titula ABC. Desafío argentino, dice El Periódico. Guerra sucia, califica La Razón. Expolio, titula Cinco Días. Kirchner se burla de España., dice El Economista. Y en todos los diarios, muchas páginas para recoger el amplio mensaje de la presidenta argentina y una decisión que merece descalificaciones también variadas: Habla El País de “un golpe tan duro como seco”, al señalar que la expropiación arrebata a Repsol el control de la mitad de sus reservas y cuartea una parte de su balance. El País califica la actuación de expolio consumado, y dice que la expropiación del 51 por 100 de YPF abre un conflicto que tendrá graves consecuencias para Argentina. “Se ha empleado una técnica mafiosa, asegura un directivo que menciona la crónica de El País. Relata El Mundo que la presidenta pidió que se trate a la petrolera española con respeto “y en la sala se oyeron insultos a Rajoy”. Añade que, Rajoy, sorprendido, prepara medidas de represalia, y que el Gobierno tiene lista la orden ministerial contra el aceite de soja argentino. De nada ha servido el compromiso de Brufau de reforzar sus inversiones. En El Mundo, un análisis de Bernardo de Quirós habla de “gran latrocinio”, y en otra crónica desde la capital bonaerense se señala que Telefónicas y bancos también están en el punto e mira de Kirchner. En su editorial El Mundo se inclina por responder ante la doble burla de Kirchner. Al atropello que supuso la expropiación a los legítimos duelos, Kirchner añade una burla a España y al Rey al justificar la expropiación en la caída de la producción de hicrocarburos en Argentina, en las desinversiones de YPF y en que la caída de reservas del petróleo se parece a la trompa de un elefante, en clara referencia al accidente del Rey en Botswana. “Un feo desplante, dice El Mundo, que refleja a la perfección la escasa talla política de la presidenta argentina”. ABC entiende que Kirchner ha cruzado la línea roja y se ha lanzado por un camino por el que sólo se había visto discurrir a los regímenes bolivarianos y que sabemos a dónde lleva: a la miseria y la desaparición de la democracia. Uno de los columnistas de ABC, Tomás Cuesta habla de “la viuda de Videla”, y señala que la expropiación puede ser el primer paso de una auténtica catástrofe. Dice también ABC que la nueva Repsol perderá músculo y que la compañía española cree que se vulnera la ley, y se reserva el derecho a recurrir a la justicia. Apunta ABC a Axel Kicillof, economista, como autor y planificador del saqueo de YPF. Según La Razón, el Gobierno español responderá a la tropleía con medidas claras y contundentes, y asegura que la presidenta argentina amenaza a otras empresas españolas. Están en peligro, advierte, 22.115 millones de inversiones españolas, de las casi quinientas empresas nacionales presentes en Argentina. En un reportaje sobre la presidenta, La Razón habla de “la viuda negra y las hienas peronistas” y cuenta que Cristina puso punto final al sueño que no hizo realidad su marido, pero que sus cachorros sí lograron su pieza. Nos hallamos, según Expansión, ante un intolerable órgano de Argentina a España Según Cinco Días, estamos ante una arbitrariedad que exige una dura respuesta. Y asimismo, en El Economista, se señala que Kirchner consuma su cacicada: La nacionalización sólo contra Repsol y los intereses españoles es también nefasta para la economía de Argentina. Un acto de rapiña, califica el editorial de La Gaceta la expropiación, y también habla de latrocinio y de gesto de chulería. Y añade que la expropiación deja en evidencia la debilidad de la UE, incapaz de defender los intereses de sus miembros.
Por cierto, que también hay algunas reacciones favorables. En ABC se destaca que Enrique Bravo, cargo socialista, del PSOE de Moratalaz, ha felicitado a la presidenta argentina en nombre del Estado español, por entender que el pueblo argentino recupera sus recursos energéticos. A su vez, según se cuenta en La Gaceta, la izquierda abertzale opina que es un ejemplo de soberanía que ojalá se expandiera por el mundo. Y felicita a los argentinos....
Pero es evidente que no son representativos de la opinión dominante, sino muy al contrario. La expropiación, por lo demás, traerá larga cola. Mucho más que trompa de elefante...
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