El mal paso del Rey en Botswana
La situación del Rey don Juan Carlos, convalenciente en una clínica madrileña tras su traspiés en la cacería de elefantes en Botswana, y la ausencia de la Reina, viajera en Grecia, siguen mereciendo atenciones muy principales en las conversaciones de los españoles Los diarios de este domingo le dedican sus atenciones preferentes y amplísimas, para proporcionar detalles del accidente y, de paso, sobre el que ABC define como el “año más amargo” . Este domingo se anunciaba que el Rey podrán volver a hacer vida normal “en uno o dos meses”, y que, mientras tanto, el príncipe Felipe asumirá los actos que el Rey tenía ya incorporados a su agenda, aunque está previsto que en quince días don Juan Carlos pueda reemprender sus “tareas de despacho”. No es la primera vez que el heredero representa a su padre cuando, como en esta ocasión, está de baja por enfermedad. Como en anteriores ocasiones, don Felipe asumirá las tareas de representación pero no las funciones del jefe de Estado. En concreto, se menciona que, para mañana, el Rey tenía previsto sendas audiencias en la Zarzuela con las tres últimas promociones de abogados del Estado y con una representación de la empresa Bacardí Limited. En la agenda del Monarca figura la asistencia el próximo miércoles a la inauguración de la ampliación de la refinería de Repsol en Cartagena (Murcia), sin que, por el momento, se haya anunciado si va a ser sustituido. Repsol, pendiente estos días del futuro de su filial en Argentina, ha invertido más de 3.000 millones de euros en la planta de Cartagena, la mayor inversión industrial de la historia de España. Don Juan Carlos también tenía previsto recibir en audiencia al ministro de Asuntos Exteriores de India, Shri Krishna, el próximo viernes, y posteriormente acudir, junto a la Reina y los Príncipes, a un almuerzo con una representación del mundo de las letras, con motivo de la entrega del premio Cervantes 2011. En opinión de no pocos analistas, son excelentes ocasiones para que don Felipe empiece a sustituir, y acaso suceder, a don Juan Carlos... De momento, muchos se han detenido en la cacería del Rey. De ella cuenta en sus grandes titulares el diario El Mundo que “el batacazo del Rey desvela que llevaba cuatro días cazando elefantes”, y asegura que el presidente Rajoy desconocía que el jefe del Estado estaba en el país africano hasta que fue informado doce horas después del accidente. Añade esta información que la Casa Real indica que se trataba de un viaje privado sin ningún coste para el erario público. Y a renglón seguido, se refiere El Mundo a la “preocupación en el Gobierno por el desgaste de la Monarquía”, un desgate que viene a sumarse al malestar que han generado entre los españoles los avatares del Caso Urdangarín. Según el mismo diario, “el Ejecutivo, sin embargo, se mantendrá firme, oficialmente, en su posición de defensa del monarca”. ¿Sólo oficialmente?, cabe preguntarse... ¿Empezará a ejercer alguna clase de oposición al régimen monárquico o a su ejercicio por don Juan Carlos? Aspectos críticos al viaje africano del Rey se contienen también en la información de El País: La Casa del Rey, se cuenta, no había informado oficialmente del viaje al considerarlo privado. El País recuerda que matar un elefante en Botswuana vale más de 440.000 euros. En un comentario que acompaña a la información, se lee en El País que “el Rey ha tenido un mal tropiezo, no sólo por las consecuencias médicas, sino por la forma y el momento. Y también menciona el Caso Urdangarín, el accidente con un arma de fuego del nieto Froilán, así como el deterioro creciente de la imagen de la Casa Real. “Aún es pronto para saber, concluye el comentario, si los últimos traspiés dejarán más secuelas que las médicas”. Pero induce a sospechar que así será... El País en un editorial reclama transparencia informativa sobre este episodio africano. No es menos severo El M;undo, que habla de “un viaje irresponsable en el momento más in oportuno”. E incluso tiene tono severo el comentario de La Gaceta: Un episodio real lamentable. ABC prefiere no opinar acerca del inoportuno percance del Rey, mientras en La Razón se plantea la cuestión de su “¿no hay nadie que pueda advertir a don Juan Carlos de lo improcedente de esta manera de actuar? ¿Aconsejaba su salud este desplazamiento? Parece que no, y alguien debería decírselo. ¿O tampoco hay nadie ya que se lo pueda decir?”. Parece referirse a la Reina doña Sofía, cuya ausencia, y falta de prisa en regresar de Atenas, también es clamorosa. Probablemente esa ruptura de hecho de la pareja real está siendo otra circunstancia que abunda en las conversaciones y comentarios de los ciudadanos... Doña Sofía, esta vez, ni estaba ni se le esperaba, bastante ajena a los acontecimientos...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario