El pésimo trance de la familia real española
Dos miembros de la familia real, don Juan Carlos y el nieto Froilán, convalecen en hospitales madrileños víctimas de sendos accidentes producidos, verosímilmente, en jornadas de caza. El primero en producirse, el de Froilán, había llamado la atención estos últimos días porque había originado sospechas por la ausencia del Rey a la hora de las visitas familiares. ¿Dónde está el Rey, por qué el Rey no acude a la Clínica Quirón de Pozuelo a ver a su nieto favorito? La razón de la ausencia se proporcionaba en la mañana de este sábado, cuando se conocía que el Rey había sido intervenido quirúrgicamente de la cadera durante la madrugada. La operación se debió a una caída accidental del monarca mientras se encontraba de caza en Botswana, en una jornada de caza de elefantes, se indicaba posteriormente. La operación, llevada a cabo por el doctor Ángel Villamor, ha sido realizada en el Hospital USP San José. El comunicado detalla que Don Juan Carlos "había sufrido una fractura en tres fragmentos de la cadera derecha, asociada a artrosis de dicha articulación. Se ha realizado una reconstrucción de los fragmentos de la fractura femoral, colocándose en el mismo acto quirúrgico una prótesis de cadera". El monarca ingresó el viernes por la noche, tras su regreso del viaje privado en Botswana. A estas dos ausencias se añade la tercera: la Reina se encuentra en Grecia desde el viernes, celebrando la Pascua Ortodoxa con su familia. Prevé regresar a España el próximo lunes, como tenía previsto, aunque está en permanente contacto con Madrid para seguir de cerca su evolución… ¿Por qué no se jubila el Rey, con 74 años y un deterioro físico apreciable, con probable mala relación conyugal, y con un deterioro considerable, en los últimos tiempos, para la imagen de la Corona, y deja paso a su sucesor, don Felipe?, se habrán preguntado muchos ciudadanos al tener conocimiento de la “escabrosa” vida de los integrantes de la familia del Rey? En realidad, la “mala salud de hierro” del Rey lleva originando sustos y preocupaciones desde hace años.
Recuerdan los archivos, en una sucesión interminable de episodios, que el Rey se ha sometido a ocho operaciones desde los años 80, tres de ellas producidas por accidentes que sufrió mientras practicaba deporte, y el resto por motivos de salud. Antes de la intervención quirúrgica de cadera, el Rey fue operado para eliminarle unas varices, en 2001, y un nódulo pulmonar benigno en 2010. En junio de 2011, se le realizó una artoplastia en su rodilla derecha y en septiembre de ese mismo año fue intervenido quirúrgicamente del tendón de Aquiles. En 1981, el jefe del Estado chocó con una puerta de cristal que da al jardín del Palacio de la Zarzuela después de jugar un partido de squash, lo que le provocó heridas en varias partes del cuerpo (tórax, muslo, antebrazo izquierdo, manos y nariz). Tuvo un mes el brazo izquierdo escayolado porque un cristal le había cortado el nervio radial. Dos años después, sufrió una caída en la estación suiza de esquí de Gstaad que le provocó una fisura de pelvis. Tuvo que guardar cama un mes y llevó muletas durante semanas. Además, como consecuencia del percance, se le detectó una fibrosis que le extirparon en la clínica San Josep de Barcelona en 1985. Un segundo accidente de esquí le llevó al quirófano el 30 de diciembre de 1991. Un esquiador le había derribado involuntariamente mientras practicaba este deporte en Baqueira Beret y Don Juan Carlos fue operado en el hospital madrileño Puerta de Hierro de una lesión en la rodilla derecha que le había afectado al platillo tibial externo. Tuvo que usar muletas hasta abril de 1992. En 2001, el Rey fue operado de varices y el 8 de mayo de 2010 se le extirpó en el Hospital Clínico de Barcelona un tumor benigno en el pulmón derecho. Esta última intervención duró dos horas y media. En aquella ocasión, el Palacio de la Zarzuela informó sobre la operación del Rey sólo al poco de que ésta comenzara, a pesar de que llevaba varios días programada, y los miembros de la Familia Real mantuvieron sin cambios su agenda de actos institucionales, con el objetivo de enviar un mensaje de tranquilidad y confianza a la sociedad. También recuerdan esos viejos archivos de las dolencias del Rey que la operación de rodilla a la que se sometió el Rey en junio de 2011 fue realizada por el doctor Angel Villamar –que ahora reaparece en relación con la salud del Rey-, y se prolongó durante tres horas. En septiembre de ese mismo año, Don Juan Carlos fue intervenido quirúrgicamente de una rotura del tendón de Aquiles izquierdo, mediante una cirugía abierta de reconstrucción y refuerzo con auto-injerto y plasma rico en factores de crecimiento. Al margen de estas operaciones, el Rey ha tenido algún otro percance sin gravedad. En 1980, se cayó al bajar de un tanque tras unas maniobras militares en Zaragoza. En 1988 se golpeó con una rama en un ojo durante una cacería, en Suecia, y en 1995 se hizo una fisura en la zona próxima a la muñeca derecha tras resbalar en una placa de hielo en la estación de esquí de Candanchú (Huesca)… Es evidente la fortaleza del Rey, pero los años no perdonan ni a las constituciones genéticas más sólidas.
En cuanto a la operación del rey, la pasada madrugada, de una fractura de cadera, es seguro que le mantendrá “fuera de servicio” una temporada. El Monarca estaba en el campamento de la expedición de los cazadores cuando sufrió una caída. Fue trasladado urgentemente a Madrid, donde de madrugada el doctor Ángel Villamor le ha operado. Según los plazos habituales en este tipo de operaciones, don Juan Carlos permanecerá ingresado en el Hospital USP San José unos 10 días y tendrá que estar de baja al menos 45 días más (5 días en la clínica y 40 de recuperación).
También se recuerda que el Monarca está considerado como un excelente cazador y posee varios récords. Durante años ha acudido a los cotos de Alberto Alcocer, Samuel Flores, Isidoro Álvarez y Florentino Azuaya. En los últimos tiempos es habitual que acuda a La Encomienda de Mudela, en Ciudad Real, donde la especialidad es la perdiz roja. Tras sus últimas lesiones, y para poder soportar las largas jornadas de caza, se hizo fabricar una silla especial ergonómica con respaldo y brazos para que pueda descansar. El rey tiene una espléndida colección de escopetas. Su marca preferida es Kemen.
Pero tampoco pasa por alto que las ausencias del Rey en la vida pública coinciden con momentos de especial preocupación: ésta que concluye la sido, como ha sido calificada, la semana más negra de Rajoy por razón de la deuda y el agobio al que los mercados y el “directorio comunitario” someten a España. Han sido, asimismo, días de máxima tensión diplomática por el nada disimulado propósito de la presidenta argentina de re-nacionalizar YPF, disgregándolo de Repsol. Y ya mencionábamos la situación familiar, con Froilán, de 13 años, herido en un pie en accidente de caza, y Urdangarín camino del banquillo de los acusados…
¿Hay quién dé más?
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