jueves, 24 de mayo de 2012

CHOQUE FRONTAL DEL MINISTRO CON TODOS LOS RECTORES


Los rectores plantan al ministro Wert

Dentro del bloque de grandes informaciones que proporcionan a diario los grandes medios informativos, el plantón de los rectores al ministro Wert quye este jueves destacan todos los medios, es, probablemente, anecdótico, y de escasa trascendencia, pero no cabe duda de que es llamativo, chocante, y probablemente ilustrativo de los choques que están originando algunas actitudes y decisiones de un gobierno “fuerte”, con mayorías parlamentarias “sobradas”, y que, posiblemente por esto mismo, no tienen suficientemente en cuenta las formas y los procedimientos. El ministro Wert ha entrado en su cargo, y ejerce su condición de ministro de Educación, como “elefante en cacharrería”, son muy escasos miramientos a quienes pisa. No en vano, sus niveles de popularidad están en la cola del Gobierno. Pero tampoco parece que le preocupe tal situación: Está en posesión de la verdad, o así lo cree, y la ejerce sin contemplaciones, caiga quien caiga. El plantón con el que le han obsequiado los sectores rectores se produce pocas horas después de la huelga de todos los sectores educativos, que se echaron a la calle para protestar contra los indiscriminados recortes del gasto en la Educación pública. Posiblemente el ministro Wert no tiene otro remedio que sacar adelante unos recortes a los que fuerza “la coyuntura”, o el Directorio internacional que ordena y manda sobre los presupuestos españoles. Pero le viene faltando mano izquierda y formas, por más que presuma de dialogarlo todo...
El caso de José Ignacio Wert es sintomático por su propia trayectoria: sociólogo relevante y responsable de muchas encuestas de opinión de las que proporcionó durante años el diario El País, y de artículos de opinión en este mismo diario, disfrutaba de una cierta aureola de “progre”, que ha venido a romper, con estrépito y apresuramiento, apenas le llegó la oportunidad de disponer de cartera y despacho ministerial, con derecho a recortar gastos. Lo está recortando casi todo, y lo está justificando todo en declaraciones a menudo pasmosas, cuando en la opinión española es evidente que recortar en gastos educativos es un paso atrás de muy peligrosos efectos y consecuencias. Todo el mundo admite que son imprescindibles muchos recortes de gastos del dinero público, pero también hay coincidencia en que hay cuestiones y materias que requieren mucho tino para su supresión o sustitución. Wert ha entrado en todos los jardines: las becas, el bachillerato, la formación profesional, la educación para la ciudadanía..., y no parece que haya tenido la suficiente información, ni mucho menos, el suficiente diálogo con los afectados o afectables. Es de lo que protestan, precisamente, los rectores: que no han sido tenidos mínimamente en cuenta a la hora de revisar los dineros que vienen gestionando. Total, que, como ha señalado iun titular de El País, “la Universidad ha roto con Wert”, con ese plantón suscitado por haberse negado a debatir con ellos el decreto de recortes. Este diario recuerda los recortes que afectan a los campus y que significan más horas de clase y menos investigaciòn, menos contratos, aumento de tasas y menos becas. Todo un programa... Su cronista universitaria observa que es la primera vez en la historia de la democracia que los rectores no acuden, por decisión unánime, a la reunión del Consejo de Universidades, convocada precisamente por iniciativa de la propia Conferencia, tras verse olvidada de los encuentros del ministro... “El único problema no son los recortes, sino el cómo se están haciendo las cosas”, se señala. Y añade que buena parte de este colectivo opina que el Gobierno está dinamitando el modelo de igualdad de oportunidades en la educación superior, despreciando, además, a las instituciones. Cabe recordar anteriores choques de los rectores con antecesores de Wert: chocaron con Esperanza Aguirre y con Pilar del Castillo, de manera que Wert es el tercer ministro -tercero del PP- que tropieza con la misma piedra: un grupo de ciudadanos, generalmente ilustres, elegidos por el voito de los restantes profesores y de los estudiantes para ejercer su ilustre condición de rector....
En resumidas cuentas, que los rectores “pasan” de Wert porque Wert ha “pasado” de ellos, y aspiran a ser recibidos y oídos por el presidente Rajoy. A su vez, Wert pudo haberse callado humildemente y asumido su eventual error, pero ha preferido defenderse atacando: reprocha, a sus imposibles interlocutores, de “no haber estado a la altura”. Y les reprocha que ese plantón, tan eficaz mediáticamente, haya tenido un efectos indeseable: paralizar la aprobación del decreto de umbrales de becas. Un rector, el de la universidad de Vigo Salustiano Mato, ha explicado en La Voz de Galicia las circunstancias del plantón: “Ni siquiera queríamos cambiar el real decreto, sino hablar de él”. Y habla de falta de respeto e insulto a la dignidad de los convocados. “Se saltó a la torera la autonomía de las Universidades”. Otro rector, Juan Casares, que observa que al plantón se han sumado también los rectores de las Universidades privadas, reclama soluciones logradas sobre el mutuo respeto. El rector de La Coruña, Xosé Luis Armesto, recuerda que el decreto tiene incluso fallos técnicos fáciles de solucionar con diálogo. El reproche de falta de respeto ha sido reacción compartida por todos los no-asistentes.
Eso sí, hay versiones periodísticas para todos los gustos, en este repaso a lo que cada cual ha hecho y dicho. En el diario ABC se destaca el hecho de que “los rectores planta al ministro, pero cobran viaje y alojamiento”. Y recuerda que la dieta de los rectores por asistir a la reunión del consejo de Universidades es de 155 euros, más otros 102 por pasar una noche en Madrid, más gastos de viaje y 53 euros por almuerzo.... En el diario La Razón, el más progubernamental de todos los diarios, ya se ha inventado un término despectivo: los “rector flautas”.
El asunto, cabe esperar, traerá cola. Cabe recordar que Rajoy fue ministro de Educación...

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