Cadena perpetua o así Hasta el último momento, y más allá, se ha prolongado el debate sobre la máxima pena que sufrirán los terroristas a quienes se aplique el nuevo Código Penal. Socialistas y peperos han mantenido sus respectivas posiciones, y han asumido que esa pena privativa de libertad –estamos hablando de unos 40 años, que podría ser, finalmente, revisable, y de cuya virtualidad se espera y confía que pueda indicar a los terroristas islamistas a infundir. Se confía en el valor de un texto del Código Penal, más allá de la confianza que debiera darse a los cuerpos de seguridad y policías nacionales e internacionales para proteger a los ciudadanos de toda clase de terrorismo y de terroristas. El fiscal Martín Pallín ha explicado con detalle en la cadena Ser el alcance posible de esa norma que, sin embargo, los socialistas a la vez que la firman, ya advierten que derogarán cuando dispongan de la mayoría suficiente para hacerlo… Pero, pese a esa discrepancia de fondo fundamental, los socialistas quieren estar en la firma y aparecer en el compromiso de las dos grandes fuerzas –ahora mismo son las dos grandes fuerzas, pero nadie da garantías de que lo serán mucho tiempo más…-, en la protección de los ciudadanos. Todo muy confuso y difuso, salvo la voluntad del PP se introducir en el Código esa pena máxima, de incluso más de 40 años, que tanto nos aproxima a la pena de muerte…, y que en algún momento podría rechazar el tribunal Constitucional, por contravenir los propósitos de toda privación de libertad, que no son otros que los de redención y arrepentimiento del recluso… Y mientras tanto, Artur Mas sigue su decidida marcha hacia no se sabe dónde, y se propone seguir abriendo embajadas del Estado catalán en todo el mundo, sin que nadie le apriete las tuercas por el gasto que significa esta tarea enloquecida. Cada vez, sin embargo, es más clara y manifiesta la discrepancia en el seno de Convergencia: Lo que sostiene Mas lo rebate Durán, aunque siguen caminando juntos para mantener el poder catalán en el que navegan desde hace cuatro décadas. Durán no es secesionista, pero sigue del brazo de su amigo Mas…, hasta donde y cuando le sea posible. Pero tampoco la militancia de las dos formaciones quiere romper con esas fuerzas ambiguas en objetivos, propósitos y gastos presupuestarios. Siguen coincidiendo en una cosa: han comprobado que juntos les va mejor que separadamente…, aunque discrepen en casi todo lo demás fundamental. Esta vez sí, el ministerio de Hacienda ve delictivo el comportamiento del PP que pagó en negro sus obras de la calle Génova. No como en los pagos de la Infanta Cristina, cuando la Agencia tributaria discrepaba del entendimiento general, y pretendía que comulgáramos con ruedas de molino,. Esta vez, Hacienda y sus tributarios coinciden en apreciar que no es un comportamiento adecuado para la formación que gobierna el país, y que insta a la ciudadanía al cumplimiento de sus exigencias morales a la hora de tributar al Tesoro Público. Con lo cual, el PP sigue estando a un paso de la condena por delitos que tienen origen en las cuentas del exgerente Luis Bárcenas y en sus anotaciones de la clase B. Sin que parezca que a Rajoy, ni a Cospedal, les afecten unas “minucias” de estas dimensiones. Hacía mucho que Wert estaba calladito, y que no suscitaba protestas. Ahora, el ministro de la reforma educativa ha vuelto a reclamar atenciones: Son los rectores, en bloque, quienes no comulgan con su nuevo propósito de batir y agitar el mundo universitario con la reducción de años para obtener el grado universitario y la prologación de los años para obtener un Master. Alguna nueva ocurrencia tendrá Wert para que se siga hablando de él y de su segunda, la señora Gumucio o así.¿Por qué no le dan por concluido el curso y se va a su casa, de donde nunca debió haber salido? JOSÉ CAVERO