La salvedad socialista Han caíd los socialistas de Pedro Sánchez, en los últimos días, en un par de meteduras de pata que los restantes grupos ríen a placer: La primera, la salvedad de que dan su aprobación a la cadena perpetua, llámese como se llame, y que cuando están en condiciones de hacerlo, rectificarán ese propósito. La segunda la aceptación de la tesis oficial rajoyiana de que la economía va bien, se compruebas que va a mejor, y empezamos a estar en vías de recuperación. Las dos son trampas en las que Sánchez ha caído, repito, y que han provocado la risión general: A ver cuándo se sale de esa cadena perpetua que la Constitución impide, y a ver cuándo, de verdad, se encauza la vía de la recuperación, porque de momento, son muy insuficientes y tenues los argumentos aprovechables, en particular, la cifra del `paro conocida al mediodía de ayer, que ha rebajado las pretensiones del mismísimo PP. Escarioso: si el ato del paro es para festejar y celebrar, generalmente lo preanuncia Rajoy, y aparece en escena para las celebraciones pertinentes. Si es como el de este martes, Rajoy no se digna aparecer, y a lo sumo, le corresponde hacer equilibrios en la cuerda floja y a dar explicaciones inverisímiles a la ministra Báñez…, o más abajo. Pues bien, la cifra del paro registrado en enero ha sido mala, mala de solemnidad, pese a las explicaciones oficiales de los segundas y terceras filas del PP, decididos a salvarnos de la crisis incluso sin datos que avalen esa tendencia. Menos mal que, de vez en cuando, aparece alguna reflexión digna de tal cosa, y como la de Guindos recientemente, nos reconduce a todos: No hay salida de la crisis hasta que la cifra de parados, hoy en el 24 por 100, no se reduzca al 14, o trece por ciento, o por ahí… O sea, dentro de un par de lustros, tal vez. La década que viene… Pero lo peor es que Pedro Sánchez acepte la doctrina más feliz y eufórica de la Moncloa. ¿Qué licor le dio Rajoy durante su reciente visita? ¿Orujo gallego de alta densidad? En Oriente próximo hemos pasado a la fase de ojo por ojo. Tú me matas a un jordano, yo te replico con la matanza de dos yihadistas. Y veremos quién hace la siguiente jugada. De hecho, más o menos ya estábamos en el mismo juego, pero hasta ahora se hacía más discretamente: Tu bombardeas con aviones japoneses, yo secuestro y mato a dos ciudadanos japoneses “que pasaban por ahí”. Tú bombardeas desde territorio jordano, yo secuestro y mato a ciudadanos jordanos…, y así sucesivamente. Hasta ver quién e rinde antes… Pero es fácil deducir que los fanáticos no pondrán fácil el fin al a estas historias truculentas. Y desde luego, en este juego es irrelevante que en España se anuncie y amenace con la cadena perpetua para el yihadista confeso o que haya actuado como tal… Eso es una broma del tal Fernández, que cabe esperar que el Constitucional, si tiene un mínimo de coherencia y de independencia de criterios la eche atrás por inconveniente. Y absurda. No lo hicimos cuando ETA mataba a cien personas por año, y ahora pretenden curarse en salud por si alguna vez reapareciera un lobo solitario con kalasnikov… El antiguo Rey don Juan Carlos subasta dos viejos ferraris de los que almacenaba o coleccionaba en su garaje privado. Es una buena demostración de coherencia: Ni está para conducir ferraris, ni su Corte real puede disponer de esa clase de elementos en este tiempo. Pasó el tiempo de esos lujos asiáticos en el garaje real, y desprenderse a tales artilugios es una demostración de coherencia y racionalidad. Posiblemente haya otros restos de antigüedad de los que sería conveniente prescindir. JOSÉ CAVERO