martes, 17 de febrero de 2015
Ucrania, Grecia…
Las tensiones y los conflictos, muy a menudo, tardan un tiempo en evaporarse. Es lo que está sucediendo en Ucrania o en Grecia, donde las soluciones que se han buscado afanosamente, para sus correspondientes graves problemas aún no terminan de verse completamente satisfechas, ni mucho menos, e incluso amenazan con recrudecerse en cualquier momento. En Ucrania no terminan de desaparecer las tensones ni tampoco los disparos en el área más afectada. En Grecia, las conversaciones periten comprobar la dureza de las correspondientes posiciones, a favor o en contra de soluciones renovadas para el problema económico de sus maltrechos ciudadanos. A menudo ni siquiera basta la buena voluntad, o se hace precisa que esa buena voluntad se transforme en aportación voluntaria a la causa. Pero, ¿quién dará más dinero a los griegos, en la seguridad de que no habrá devolución ni a medio ni a largo plazo? ¿Quién se fiará de los filorusos, más o menos confiados en que, finalmente, Putin les echará una mano y resolverá el conflicto de su lado?
En la política nacional también sigue habiendo reajustes imprescindibles y urgentes, y no siempre resultan fáciles. El PSOE madrileño busca la fórmula para que Angel Gabilondo asuma su condición de candidato a la presidencia de la Comunidad. Hay otros candidatos que se inclinan por la fórmula de las elecciones primarias para ser designados o descartados. Amparo Valcárce, por ejemplo. ¿Cómo convencerla de que sería mejor Gabilondo que ella misma? Esa es la tarea de ahora mismo… En el PP no termina de conocerse el nombre de los candidatos probablemente porque no hay certeza sobre quién conviene que lo sea. Sobre todo, por el nuevo adversario socialista, que altera algunos planes anteriores. Por si fuera poco, a los desmanes peperos, por el número interminable de sus presuntos corruptos, se han unido las prácticas, reales o imaginarias de de un ministro llamado Montoro, decidido a que “sus papeles secretos” –los de Hacienda- formen parte de la controversia general… Otro ministro, De Guindos, está a su vez en la cuerda floja de las negociaciones con los griegos de Syriza. >Naturalmente, Guindos, como Rajoy, no quieren ni oír hablar de ceder un solo euro a los “correspondientes de Podemos”. “A esos, ni agua”… Izquierda Unida y Podemos también perfilan sus fronteras o sus coincidencias, para que el choque de trenes no resulte inevitable allí donde coinciden. Y no digamos en el seno de Podemos, que sigue estando agitado por muchos vientos, a menudo huracanados, de una oposición a ultranza, que reclama, sobre todo, mucha más luz y taquígrafos, sobre el grupo fundador, sus relaciones con el aparato chavista y con el régimen de Venezuela… Las revelaciones que se vienen efectuando desde algunos medios, como ABC o La Trece, están situando a Podemos en una posición sumamente incómoda, y necesitada, de todo punto, de divulgación de datos y más datos…
Y luego, los escenarios periféricos de Andalucía y de Cataluña, que también están reclamando atenciones propias crecientes. Es evidente que Romero Bonilla no cumple los requisitos que quisiera Rajoy, y también resulta evidente la incertidumbre del proceso catalán, siempre pendiente de que unas elecciones sean el paso final a fórmulas de independencia y Estado propio…
JOSÉ CAVERO
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