jueves, 19 de marzo de 2015

El experimento andaluz Toda la carne se ha vendido ya, en la campaña andaluza. Aunque muchos podrán observar que se ha vendido de todo, menos carne, o sea, menos propuestas, menos alternativas, menos programa y promesas de actuación… Ha sido una campaña básicamente de descrédito de los demás: El PP contra el PSOE, y viceversa, IU contra los dos, y los restantes, a ver si conseguían sacar cabeza y darse a conocer. Pero no hemos logrado saber qué diferencias a unos programas de los otros, porque nadie ha terminado por explicar qué pretende hacer o corregir. Salvo la corrupción, que PP y PSOE se atribuyen los unos a los otros. Estas elecciones del do mingo, sin embargo, tienen todo un experimento en su interior: Se trata de comprobar si se puede inventar a un candidato a la presidencia de una importante región en apenas dos meses. Moreno Bonilla era un perfecto desconocido cuando empezó la campaña, y Rajoy, Santamaría y el PP confían en que el esfuerzo que han acumulado para resolver esa ignorancia ha dado resultados que se harán visibles el día de las urnas. Romero Bonilla, Juanma para los amigos y simpatizantes, tiene una sonrisa atractiva, tiene un discurso probablemente eficaz, y no se sabe si tiene algo más que un buen apoyo. Lo cierto es que, en su defensa y conocimiento, han acudido media docena de ministras del gobierno –casi todas las existentes-, con reiteración e insistencia. Todas han acudido a las órdenes, se supone, de Rajoy y Arriola, para completar el experimento: Dar a conocer a Juanma y que se sepa que tiene amigos poderosos en Madrid. La Santamaría ha constatado que “se ha venido arriba” y no cabía en sí de felicidad. ¿Tan alto ha podido subir que ponga en riesgo la presidencia del PSOE de Susana Díaz? Eso es oque está por ver. Y en eso ha coincidido el argumentario básico del PP de Rajoy: Todos van contra el PP, todos irán en apoyo del PSOE. El PP es el único partido capaz de cambiar tres décadas de continuismo en Andalucía. ¿Lo conseguirá esta vez Romero Bonilla, como no lo consiguieron ni Arenas ni Zoido? Es lo que está por ver, y es de lo que se trata este experimento que están realizando Rajoy y su escuderos Arriola y Santamaría. Desde luego, no han ahorrado esfuerzos por apoyar al candidato. Sólo falta que hayan sido eficaces… Como decimos, de los restantes partidos apenas se ha escuchado nada, salvo el tercero en discordia, IU, con Maíllo de cabecera de cartel. La UPyD de Rosa Díaz, los Ciudadanos de Albert Rivera, o Podemos, son una incógnita sideral, y está por ver si alguno logra sentarse en el parlamento andaluz resultante de las urnas del domingo. En eso, asistiremos a otra clase de experimento: Se puede arrancar de cero, o casi cero, y obtener resultados favorables en unas urnas, contando con apenas dos meses de campaña preparatoria? De ahí que lo de Andalucía tenga mucho de experimentación… Por lo demás, es evidente que lo que suceda este fin de semana en Andalucía tendrá efectos en el resto de las elecciones de mayo. Si el PP de Rajoy se diera el batacazo, en la persona de Romero Bonilla, no lo salvaría nadie de repetir la hazaña en otras partes. Y al contrario, si salvara los muebles, podría tener esperanza en repetir la hazaña en otras partes, empezando por Madrid, otro escenario crucial. Aquí, en la Villa y Corte, han comenzado a pasarse los efectos de os dos grandes cambios: Tomás Gómez por Gabilondo, en el PSOE y Cristina Cifuentes por González. Sin embargo, todavía se habla poco, o casi nada, de los restantes candidatos. Aguirre y Cifuentes se han llevado la palma de las atenciones públicas, y apenas han dejado hueco parea nadie más. Por si fuera poco, Gabilondo no es candidato de palabras gruesas o altisonantes. Es un hombre pausado, razonable, un viejo y sabio profesor que poco tiene que ver con algunas de las gritonas que tiene frente a sí. La cuestión estriba en si sabrán encender la llama de la pasión y del enfrentamiento… JOSÉ CAVERO

No hay comentarios: