La conversión a San Trump
Después del primer martes detrás del primer lunes de
noviembre, hemos llegad al correpondiente miércoles, día 10, día de grandísimo
susto, de enormes miedos, incluso, y más aún, de grandes y urgentes conversiones.
Quien este martes era un temible ogro, un temible degenerado en toda regla, está pasando
ya a ser un modelo a imitar de quien casi
todos esperamos ya que impulse y apadrine el nuevo orden mundial que deben
encabezar los Estaos Unidos,.y alcanzar al resto del mundo.
Despué de la sorpresa, comparable otro grandísimo batacazo, en las encuestas en
los últimos tiempos –el Breit inglés, la
consulta colombiana sobre las FARC…, ha llegado la inesperada noticia de que
Donald Trump se había impuesto a Hyllary Clinton en el re cuento de votos de la
madrugada del miércoles, y que Trump, por
consiguiente, se había erigido en el siguiente inquilino de la Casa
Blanca, el número 45 de la serie, y contra casi todos los pronósticos y la
mayor parte de los deseos.
En unas pocas horas, a partir de ahí, hemos visto la
transformación de opiniones. Quienes acogieron con tristeza, temor y hasta
llantos en las primera hora de la madrugada –cuatro, seis e la mañana- , poco a
poco, modificaban su opinión y asumían lo acontecido. Empezando los la caída de
las bolsas de valores, que produjo espanto,
horror, susto tremendo y paralelos
batacazos en las bolsas de la mayor parte del mundo, y que empezaba a rectificarse
después se escuchar al Trump a un nuevo
Trump vitorioso, esposo amante y padre de su tierno infante, constructivo,
benevolente, amable, después de la victoria, deseoso de la unid ad e los americanos,
de que restañen las heridas de una campaña durísima y sin contemplaciones…, y deseoso de la cooperación mundial para
evitar los grandes males de nuestro tiempo de odio y crispación generalizados .
Trump da comienzo una
etapa nueva, y con él, lo hace medio mundo, el medio mundo que había
contemplado su candidatura, hasta el último momento, con miedo y resquemor. Todo eso quedó atrás,
Este Trump es nuevo, merece un crédito, abre un tiempo nuevo con nuevas perspstectivas,
es constructivo, ha comenzado a olvidare
de inmediato de las amenazas de hace sólo unos pocos días. Ahora, saluda y
felicita a su adversaria, la señora
Clinton y elogia sus virtudes…No es improbable, incluso, que se disponga
a acometer las tareas que Hillary había propuesto, para mejorar su país y el mundo.
Da comienzo un tiempo nuevo, un nuevo mundo, una etapa nueva
en las relaciones del inquilino de la Casa Blanca con el resto de los mortales,
incluidos quienes todavía ayer fueron sus terrible enemigos.
La caricatura de Donald se desdibuja, con urgencia, y ya empieza
a ser un benevolente anciano, empresarios con iniciativa y éxito e n todo lo
que toca, decidido a hacer el bien a todos
y a ayudar a que se olvide la caricatura de sí mismo que cooperó a
elaborar durante años…
JOSÉ CAVERO
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