miércoles, 9 de noviembre de 2016

La conversión a San Trump
Después del primer martes detrás del primer lunes de noviembre, hemos llegad al correpondiente miércoles, día 10, día de grandísimo susto, de enormes miedos, incluso, y más aún, de grandes y urgentes conversiones. Quien este martes era un temible ogro, un  temible degenerado en toda regla, está pasando ya a ser un modelo  a imitar de quien casi todos esperamos ya que impulse y apadrine el nuevo orden mundial que deben encabezar los Estaos Unidos,.y alcanzar al resto del mundo.
Despué de la sorpresa, comparable  otro grandísimo batacazo, en las encuestas en los últimos tiempos –el  Breit inglés, la consulta colombiana sobre las FARC…, ha llegado la inesperada noticia de que Donald Trump se había impuesto a Hyllary Clinton en el re cuento de votos de la madrugada del miércoles, y que Trump, por  consiguiente, se había erigido en el siguiente inquilino de la Casa Blanca, el número 45 de la serie, y contra casi todos los pronósticos y la mayor parte de los deseos.
En unas pocas horas, a partir de ahí, hemos visto la transformación de opiniones. Quienes acogieron con tristeza, temor y hasta llantos en las primera hora de la madrugada –cuatro, seis e la mañana- , poco a poco, modificaban su opinión y asumían lo acontecido. Empezando los la caída de las bolsas de valores, que produjo espanto,  horror,  susto tremendo y paralelos batacazos en las bolsas de la mayor parte del mundo, y que empezaba a rectificarse después se escuchar al Trump  a un nuevo Trump vitorioso, esposo amante y padre de su tierno infante, constructivo, benevolente, amable, después de la victoria, deseoso de la unid ad e los americanos, de que restañen las heridas de una campaña durísima y sin contemplaciones…,  y deseoso de la cooperación mundial para evitar los grandes males de nuestro tiempo de odio y crispación generalizados .
Trump da comienzo  una etapa nueva, y con él, lo hace medio mundo, el medio mundo que había contemplado su candidatura, hasta el último momento,  con miedo y resquemor. Todo eso quedó atrás, Este Trump es nuevo, merece un crédito, abre un tiempo nuevo con nuevas perspstectivas, es  constructivo, ha comenzado a olvidare de inmediato de las amenazas de hace sólo unos pocos días. Ahora, saluda y felicita a su adversaria, la señora  Clinton y elogia sus virtudes…No es improbable, incluso, que se disponga a acometer las tareas que Hillary había propuesto, para mejorar  su país y el mundo.
Da comienzo un tiempo nuevo, un nuevo mundo, una etapa nueva en las relaciones del inquilino de la Casa Blanca con el resto de los mortales, incluidos quienes todavía ayer fueron sus terrible enemigos.
La caricatura de Donald se desdibuja, con urgencia, y ya empieza a ser un benevolente anciano, empresarios con iniciativa y éxito e n todo lo que toca, decidido a hacer el bien a todos  y a ayudar a que se olvide la caricatura de sí mismo que cooperó a elaborar durante años…

JOSÉ CAVERO

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