Es ya corriente que los diarios se reserven para sus ediciones dominicales las entrevistas “demás poste”, y este domingo lo hacen de ese modo tanto La Razón como La Vanguardia con sus “correspondientes líderes de opinión” , Mariano Rajoy y José Montilla, respectivamente. Ambos tienen un curioso denominador común: su adversario común no es otro que el jefe del Gobierno, al que los dos reclaman…
RAJOY SE DEFIENDE ATACANDO.- Es proverbial lo que “defenderse atacando”. No hay mejor defensa que un buen ataque, dice el refranero. Y ya es características corriente de Rajoy: cuando más severas han sido sus propios despistes o la estrategia llevada a cabo en las semanas anteriores, cabe esperar de él más duro ataque al adversario. En este momento presente se habían vuelto a disparar sobre él las críticas de sus propios leales, que veían nuevos puntos débiles en su líder incluso en momento teóricamente propicios: el severísimo traspiés del “coñazo” referido al Desfile Militar del Doce de Octubre, haber quedado fuera de cualquier “pacto” con Zapatero porque la Unión Europea determinó las políticas a seguir y de las que Zapatero se había valido para salir de su propio bloqueo; la falta de reacción ente el adversario-amigo, la UPN, que le dejaba descolocado, a su partido y a su liderazgo, en plena votación presupuestaria… Demasiados puntos negativos en un momento en el que se podía sospechar que el peor parado era el jefe del Gobierno en tiempo de la más severa crisis económica imaginable. Por fortuna, Rajoy no salió malparado en el debate presupuestario mantenido con Solbes…. Pero, evidentemente, le faltaba por manifestar su propio grito de triunfo, y eso es lo que hoy hace en el diario La Razón: El Gobierno no existe y es incapaz de hacer frente a la crisis, proclama, precisamente cuando el Gobierno se mueve en todas las instancias comunitarias y mundiales para participar en el futuro G-20, y cuando este Gobierno y los restantes de todo el Universo están buscando a una esa salida a la crisis que no es de nadie en particular, sino de todos por igual.
AUSTERIDAD, IMPUESTOS, INVERSION.- Rajoy regresa, en esta entrevista, con los tres ataques que ya practicó, y con notable éxito, durante los días del debate presupuestario: el Gobierno no termina de hacer gestos de austeridad, el Gobierno debería bajar impuestos, el Gobierno debiera apoyar las inversiones productivas. Y se escuchan de fondo las respuestas de Solbes y las de muchos analistas de la cosa pública: austeridad sí, pero de todos los gestores públicos, no sólo de Magdalena Álvarez y Bibiana Aído, de inexplicable presencia en un Gobierno de la Nación. También de un alcalde como el de Madrid que se ha decidido subir un 12 por 100 el sueldo, o la de un Benach que se ha gastado una millonada “tuneando” su Audi-8 del parlamento catalán. ¿Bajar impuestos? ¿Y de dónde recaudaría el Estado para hacer inversiones productivas, en este tiempo de vacas flaquísimas? Inversiones productivas, claro, las que los Ministerios hacen en infraestructuras, los compromisos en AVEs, carreteras desdobladas…
LA ENCERRONA DE LA MONCLOA.- Naturalmente, hace Rajoy otras críticas no menos esperables, como que no ve sentido el futuro viaje el presidente a Cuba. O que aún no tenga fecha para la convocatoria de la mesa de reformas estructurales prometida por Zapatero. “Sólo me dijo que lo hará pronto”. Y su propia satisfacción porque obtuvo resultados satisfactorios en su reclamación de transparencia y control sobre el plan de recate financiero. Sale, asimismo, al paro a quienes criticaron aquel encuentro en la Moncloa: “No tuve la sensación de que la entrevista de la Moncloa fuera una encerrona. Pero solo vi voluntad de acuerdo en materia financiera”., afirma, poniendo en entredicho la buena voluntad del adversario en cuestiones como la reunión del Pacto de Toledo o la ya mencionada mesa sobre reformas estructurales. En materia de pensiones-Pacto de Toledo, sostiene Rajoy que hay que adelantarse a los acontecimientos, y que no se puede ser cortoplacista como lo hace el Gobierno… Y la defensa final de su propia hiperactividad de líder: “Desde el verano no he tenido libre ningún fin de semana”. Y el que pudo haber tenido, le “colocaron” el coñazo del desfile…
MONTILLA Y LA FINANCIACIÓN.- Desde hace tiempo, no puede haber entrevista con el presidente de la Generalitat, José Montilla, en la que la financiación de la autonomía catalana no sea asunto central. Esta de este domingo en La Vanguardia tampoco escapa a esa necesidad: No nos podemos permitir empezar el año sin tener un pacto de financiación”, empieza colocando fechas…, que ya debería haberse hecho en agosto. “Estamos negociando y espero que lleguemos pronto a un acuerdo”, dice, y zanja la cuestión. Lo proclama después de haber asegurado que “cuando negocio con Zapatero no somos del mismo partido”. Luego, el molt honorable lanza sus propias puyas a su antecesor: Este Govern ha inaugurado más kilómetros de vías libres de peaje que Pujol en 23 años. Este Govern está haciendo la conexión entre el Ter y el Llobregat”, dice sobre grandes infraestructuras siempre pendientes o de crítica permanente para los ciudadanos.
CAMBIO DE MODELO PRODUCTIVO.- Este Montilla se muestra satisfecho porque ha hecho llamamientos al optimismo y porque ha superado anteriores momentos de de dificultad, y los de ahora son de todos, aunque ·”nadie nos va a regalar nada”.La entrevista se realiza en la primera mitad del mandato de Montilla, y el balance resulta satisfactorio, salvo por la situación económica, que sobrepasa la acción del Gobierno: El desarrollo del Estatut, dice, podría ir más rápido, pero se han hecho grandes avances. Preparamos la base de un cambio de modelo productivo, dice sin especificar en qué consiste ese cambio. Montilla, en esta amplia conversación, “de amplio espectro”, se refiere a las desalinizadoras, a la reforma educativa., a la ley de dependencia, a su plena satisfacción por las actuaciones en servicios sociales y vivienda, ala presión fiscal, al endeudamiento de la Generalitat, los presupuestos del Estado y el apoyo del PSC, el sector automovilista en Cataluña, la fusión de cajas catalanas, … Hasta de su comportamiento como ciudadano doméstico: “También compramos marcas blancas; no sacaría buena nota en la conciliación familiar, porque comparte pocas tareas domésticas, confiesa el molt honorable. Pero ninguna referencia al Audi tuneado por el presidente delParlament de Cataluña, Benach, de quien dice el mismo diario que piensa que “es el Parlament el que debe dar explicaciones sobre su coche oficial”, su ya muy famoso Audi-limousina, con televisor, mesa de madera y reposapies…
SE VENDEN MUCHAS MÁS CAJAS FUERTES.- La venta de cajas fuertes se ha disparado en EE UU en los últimos meses por la desconfianza de los inversores a los bancos. La misma reacción sucedió ya durante la Gran Depresión. Muchos ahorradores se preguntan qué hacer con su dinero. La respuesta no es sencilla. La crisis que viven los mercados tiene un hecho diferencial con otros momentos de turbulencias: casi ningún activo se salva de la quema. Es éste un amplio y admirable trabajo periodístico que reproducimos de El País. La renta variable acumula caídas del 45% en el año, los fondos de inversión y los planes de pensiones pierden de media un 4% y un 6%, respectivamente, el precio de los pisos cae, el mercado de renta fija está moribundo por la falta de liquidez y el temor a más suspensiones de pagos... Ante este panorama la única alternativa a la caja fuerte parece estar en la deuda pública, más por su seguridad que por su rentabilidad, y en los depósitos bancarios. La Bolsa empieza a ofrecer precios muy atractivos para invertir a largo plazo La rentabilidad por dividendo de 21 valores del Ibex supera el 5%. En los fondos monetarios hay que vigilar de cerca las comisiones. Los asesores financieros consultados por EL PAÍS creen que a corto plazo la volatilidad seguirá siendo extrema por lo que aconsejan a aquellos inversores con un horizonte temporal no superior a los 12 meses y con un perfil conservador mantener la apuesta en los activos de bajo riesgo (Letras del Tesoro, fondos monetarios y depósitos). Si el ahorrador, sin embargo, no tiene una necesidad de liquidez inmediata y su sistema nervioso le permite diseñar una estrategia a largo plazo puede ser buen momento para confeccionar carteras con más riesgo.
RIESGOS MAYORES O MENORES.- "El pequeño inversor, antes de seleccionar un activo concreto, debe reflexionar sobre los motivos por los que acude al mercado", señala Enrique Borrajeros, director de Abante. En esta reflexión no conviene pensar en la rentabilidad que le gustaría obtener sino en la rentabilidad que necesita para cumplir sus objetivos vitales. "Si lo que necesita es un rendimiento que le compense la inflación no tiene por qué asumir riesgos y le basta con comprar deuda pública o un depósito. En cambio, si el inversor quiere que sus ahorros le renten por encima del 7% debe asumir mayor riesgo y ahí creemos que el momento actual ofrece una oportunidad histórica para comprar barato en Bolsa", añade Borrajeros. En un momento de mercado tan complejo, con una recesión económica global a las puertas, la pregunta fundamental no es tanto dónde invertir sino cómo invertir. Fernando Luque, analista de Morningstar, da varios consejos a los inversores. El primero de ellos es que actúen realmente a largo plazo. "Muchas personas dicen tener este propósito pero muy pocos lo cumplen". Diferentes estudios señalan que el tiempo medio de permanencia en renta variable es inferior a tres años. "Eso, por supuesto, no es largo plazo; para invertir en acciones hay que tener mínimo un horizonte de cinco años. Si no es así mejor olvidarse de la Bolsa", advierte Luque. Otro de sus consejos es que el inversor diversifique, que entre en distintos activos, tanto de renta variable como de renta fija. ¿Por qué? "Porque nadie sabe con certeza lo que ocurrirá mañana y porque es la mejor forma de protegerse de los vaivenes de los mercados". La tercera recomendación de Luque tiene que ver con la obligación de revisar la cartera de inversión de forma periódica. "Invertir a largo plazo no significa comprar y quedarse de brazos cruzados. Hay que adaptarse a las circunstancias del mercado y al paso del tiempo puesto que cuanto más se acerque el final del periodo de inversión que nos hemos marcado, menos riesgo habrá que asumir en las inversiones". Partiendo de estas premisas generales las recomendaciones de inversión concretas para cada activo en función del contexto actual y, sobre todo, de las perspectivas para 2009, son las siguientes:
RENTA VARIABLE.- Si se mira de forma objetiva y con una perspectiva histórica es evidente que la Bolsa está barata. El problema es que el sentimiento del mercado se aproxima al pánico y no se puede descartar que las mismas acciones se puedan comprar más baratas dentro de unos meses. Una vez dicho esto, la opinión más extendida entre los analistas es que aunque la economía real empiece a sufrir las consecuencias de la crisis financiera en 2009, la Bolsa, como indicador adelantado, empezará a descontar un escenario si no de recuperación plena al menos de normalización financiera. Desde este punto de vista, Alicia Jiménez, responsable del Departamento de Análisis deSelf Trade, propone tres tipos de estrategias en renta variable. La primera de ellas es a través de los fondos cotizados (ETF son sus siglas en inglés). Estos productos replican el comportamiento de un índice bursátil y al ser fondos de gestión pasiva sus comisiones son bajas. "Un ETF es el instrumento ideal para aquellos que vean oportunidades en Bolsa pero que todavía no se atrevan a comprar acciones de compañías concretas por temor a equivocarse", indica.
COMPRAR TÍTULOS.- Otra alternativa es comprar títulos en aquellos sectores que han sido castigados excesivamente en los últimos meses. El problema aquí es que las estimaciones de beneficios de las empresas (el dato que se suele utilizar junto con la cotización para determinar si un valor está caro o barato) están desfasadas y tendrán que ser corregidas a la baja en muchos casos. "Conviene utilizar más el ratio que compara el precio con el valor teórico contable. De acuerdo con este indicador, aparte de la banca donde de momento quizás convenga mantenerse al margen, los sectores más atractivos son los medios de comunicación, consumo cíclico, telecomunicaciones y tecnología", apunta.Otra estrategia de inversión que encaja en el contexto de incertidumbre actual es aquella que se basa en el dividendo de las empresas. El crash bursátil ha elevado la rentabilidad por dividendo de muchos valores. En el caso del Ibex hay 21 compañías cuyos títulos ofrecen un interés superior al 5%, según datos de la consultora Factset. Los valores más rentables sonTelecinco, BME, Criteria, BBVA y Banco Santander (todos por encima del 8%).El problema es que estas rentabilidades se basan en el supuesto de que las compañías mantengan su actual política de retribución en el futuro, lo que se antoja difícil en un contexto de recesión. "Cuando las compañías se tienen que apretar el cinturón el dividendo se resiente. Por lo tanto, aquellos inversores que busquen rentabilidades seguras deben valorar, además de las previsiones de dividendo, la fortaleza del balance de las compañías y su calificación crediticia", advierte Jiménez.
RENTA FIJA.- Los depósitos a plazo se mantienen como la alternativa más interesante para los ahorradores conservadores. Al atractivo interés de estos productos (las entidades siguen lanzando depósitos con réditos que superan en más de dos puntos el Euríbor) hay que añadir ahora su mayor seguridad.El Gobierno español ha decidido elevar de 20.000 a 100.000 euros la garantía por cliente y entidad. Es decir, un ahorrador que disponga de varias cuentas en un único banco tendrá una protección de hasta 100.000 euros. Y en una cuenta con dos titulares, la cobertura de 100.000 euros será para cada uno de ellos. En el caso de las sucursales de entidades extranjeras que operan en España, se aplica la legislación del país de origen. El fondo de garantía holandés (del que dependen los clientes de ING) también ha elevado la protección hasta los 100.000 euros. Otros países como Irlanda, Alemania, Grecia, Dinamarca y Portugal han optado por garantizar el 100% de los depósitos.En los últimos años la denominada guerra del pasivo se ha recrudecido para beneficio de los inversores. Las dificultades para captar financiación en el mercado interbancario y la necesidad de fortalecer sus balances han obligado a las entidades financieras a echar el resto en la oferta de depósitos para captar ahorro de sus clientes. Sin embargo, la subida de las rentabilidades de estos productos no es infinita. Los expertos aconsejan a aquellos inversores que quieran adquirir un depósito no demorarse mucho ya que el rédito que ofrecen podría empezar a perder atractivo en los próximos meses.
EL RIESGO MEDIO.- "En el corto plazo para un inversor con un perfil de riesgo medio el valor sigue estando en los depósitos. Sin embargo, en 2009 la situación podría cambiar. La tendencia en los tipos de interés es bajista. Además, las medidas adoptadas por los Gobiernos para inyectar liquidez al sistema han tenido como efecto una rápida caída del Euríbor. Si a medida que el indicador interbancario subía había que aumentar el interés de los depósitos, cuando el Euríbor cae lo lógico es esperar la misma tendencia en el interés que ofrecen los productos bancarios", comenta Daniel Suárez, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).Además de los depósitos, el otro claro ganador de la crisis ha sido la deuda pública, especialmente las Letras del Tesoro. El pésimo año que llevan la mayoría de los activos financieros y el miedo que surgió en torno a la seguridad de los depósitos han elevado la demanda de las emisiones del Estado. Los inversores están dispuestos a renunciar a la rentabilidad a cambio de preservar su capital. Este sentimiento de mercado ha sido aprovechado por el Gobierno que ha lanzado una campaña publicitaria para vender las excelencias de la deuda pública. El dinero que capta por esta vía le vendrá muy bien para, entre otras cosas, financiar el programa de ayuda a las entidades financieras aprobado recientemente.
LA DEUDA PÚBLICA.-En la última subasta de letras a 12 meses, celebrada el pasado 17 de octubre, se solicitaron 7.135 millones de euros y se adjudicaron 4.866 millones a un tipo de interés medio del 3,32% y a un marginal del 3,40%. La fuerte demanda ha hecho que la rentabilidad de las letras en la subasta inicial caiga de manera importante (en junio el marginal era del 4,67%) pero aun así al inversor le conviene acudir al mercado primario ya que en el secundario el interés de las letras a 12 meses es incluso inferior (por debajo del 3%).El pequeño inversor que desee acudir a las subastas de deuda pública tiene varias alternativas. La primera es a través de Internet. El Tesoro permite suscribir valores y traspasarlos a través de su web. Otro canal es adquirir títulos a través de su intermediario financiero (banco, caja y sociedad o agencias de valores). Además, cualquier persona física o jurídica residente en España puede ser titular de una Cuenta Directa en el Banco de España. Bastará con adquirir una obligación, un bono o una letra. Cuando los particulares presenten sus peticiones de suscripción de deuda pública, deberán depositar con carácter previo como mínimo el 2% de su importe nominal en metálico o mediante cheque. Esta aportación servirá de garantía.¿Y qué pasa con la deuda corporativa? La desconfianza que hay en el mercado a los balances de las compañías ha hecho que los bonos empresariales renten en muchos casos por encima del 10%. A pesar de este importante reclamo, los expertos recomiendan cautela. "En renta fija empresarial sólo aconsejaríamos comprar bonos de grupos de máxima solvencia. La deuda de alto rendimiento todavía presenta muchos riesgos en relación con el año que viene", argumenta Daniel Suárez.
FONDOS DE INVERSIÓN.- El pésimo momento de la Bolsa y la competencia de los depósitos han hecho mella en la industria de la inversión colectiva. En lo que va de año los fondos españoles han sufrido reembolsos netos de 43.000 millones de euros y la pérdida de 1,5 millones de partícipes. A pesar de estas cifras, los asesores financieros insisten en que los fondos constituyen uno de los instrumentos de inversión más adecuados para los minoritarios. "Es el mejor vehículo tanto desde el punto de vista fiscal, ya que el traspaso de un fondo a otro no tributa, como de accesibilidad a los mercados porque la inversión en determinados activos sólo se puede realizar a través de fondos, así como de control de riesgo al ser productos diversificados", sostiene Fernando Luque.Entre las diferentes categorías de fondos de inversión los más conservadores son los monetarios por su liquidez y por su menor riesgo al invertir en deuda a muy corto plazo. Eso sí, sus rentabilidades no son para tirar cohetes: en los últimos 12 meses la rentabilidad media de los fondos monetarios españoles se ha situado en el 2,79% frente a una inflación situada en el 4,5%.A la hora de contratar un fondo monetario (en España hay más de un centenar a la venta) los expertos aconsejan fijarse en dos aspectos. El dato más determinante es la comisión. Estos fondos invierten en deuda a muy corto plazo (Letras del Tesoro y pagarés de empresas), que paga un cupón bajo pero a cambio el riesgo asumido por el inversor es menor. Ante esta combinación, una comisión de gestión elevada puede comerse buena parte de las ganancias del partícipe. Por eso, los monetarios no suelen cobrar más allá del 1,5% del patrimonio. "El inversor debe elegir fondos con bajas comisiones de gestión y depósito. A largo plazo estos gastos tienen un impacto importante sobre la rentabilidad de la inversión", señala el experto de Morningstar.
POLÍTICAS DE INVERSIÓN.- Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de contratar un monetario es su política de inversión. Estos fondos tienen un riesgo bajo pero hay productos que asumen más riesgo que otros porque no sólo invierten en deuda pública sino también en emisiones corporativas. En este sentido, en las últimas semanas se han registrado en la CNMV, ante la fuerte demanda de los inversores, diferentes fondos monetarios y de renta fija a corto plazo que sólo invierten en deuda pública soberana con la más alta calificación crediticia. Otra categoría de fondos que los expertos recomiendan en el contexto actual del mercado son los denominados fondepósitos. Éstos son fondos que invierten la mayor parte de su cartera en depósitos bancarios a corto plazo. El resto se coloca en activos de renta fija o privada emitida en mercados autorizados. Con objeto de reducir el riesgo, la exposición a los activos de la entidad emisora no puede exceder el 20% del total. Las rentabilidades de los fondepósitos no supera los intereses que dan los mejores depósitos a plazo del mercado. A cambio tienen un mejor tratamiento fiscal (el traspaso de un fondo a otro no tributa) y sus comisiones son inferiores a la de los fondos monetarios. Desde que en 2005 la modificación del reglamento de instituciones de inversión colectiva dio luz verde a los fondos para invertir en una serie de productos hasta entonces vedados entre los que se encontraban los depósitos, la oferta de fondepósitos en el mercado ya supera la veintena. Por último, para aquellos inversores con menor aversión al riesgo, los expertos también aconsejan diversificar la cartera con fondos de rentabilidad absoluta. Estos productos intentan ganar con independencia de la evolución de los mercados.
EL ALIVIO FISCAL.-La única noticia positiva de la caída libre de los mercados la puede deparar Hacienda. Sí, Hacienda. Restan poco más de dos meses para que se cierre el ejercicio fiscal de 2008 (sobre el que se tendrá que rendir cuentas en mayo del año que viene) y en este periodo de tiempo el inversor puede jugar sus bazas compensando plusvalías con minusvalías con el objetivo de que la factura con el fisco le sea lo más favorable posible. El particular puede ahorrarse un 18% de impuestos sobre las plusvalías que haya logrado o prevea obtener si hace efectivas éstas y también las pérdidas por el mismo importe. En principio, por cada 1.000 euros de ganancias, Hacienda se quedará con 180 euros (el 18%). Sin embargo, por cada euro de pérdidas que se hagan efectivas y que compensen las anteriores plusvalías, el particular se ahorrará 18 céntimos. Si las minusvalías superan a las plusvalías materializadas, el contribuyente tiene cuatro años de crédito fiscal para poder completar su compensación. El nuevo IRPF también permite ahorrarse al inversor un 18% de impuestos sobre las plusvalías logradas en 2008 si cuenta con minusvalías que obtuvo durante los ejercicios 2004, 2005 y 2006 siempre que éstas se hubieran obtenido en operaciones de más de un año de antigüedad.
EL ALCANCE REAL DE LA CRISIS.-Después de haber observado las muy distintas valoraciones del ministro Corbacho y del gurú americano Roubini –el primero habla de un par de meses para ver el final de la crisis financiera, el segundo pronostica daños y quebrando de muchísima más duración y gravedad-, ahora nos llega “la economía real”, que bien pudiera estar representada por el director general de La Caixa, Juan María Nin, y que llega a la conclusión de que en España podríamos ver el verdadero alcance de la crisis durante 2009..No el final de la crisis, sino su verdadero alcance. De éste dice: Y con más claridad, podrán vislumbrarse sus consecuencias, en 2010. O sea, que tal vez el año que viene empecemos a ver por dónde pudiera estar su final, y acaso dentro de dos años veremos tal fin… Nin habla ya de algunas consecuencias de este cambio severo que está produciéndose en la economía, como el clima de desconfianza que suscita, que ha provocado caídas muy rápidas en la valoración de activos, reducción de solvencia, destrucción de riqueza e intranquilidad en todo el sistema financiero. Opina Nin que costará mucho recuperar el verdadero valor de las cosas, pero que saldremos de ésta con la lección aprendida…
JOSE CAVERO
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