MONTILLA Y MAS, COMIENZA LA BATALLA.- La campaña por las elecciones autonómicas catalanas del año que viene ha tenido comienzo por virtud de la financiación autonómica, y concretamente, por el acuerdo alcanzado entre el Gobierno central y el tripartito catalán que preside Montilla, contra el que Artur Mas se ha manifestado reiterada y ásperamente. Como si la vida –la vida política- le fuera en ello. Y es posible que así pudiera sucederle al dirigente de los convergentes. Hoy mismo, desde La Vanguardia, Artur Mas reitera la argumentación que ha venido exponiendo desde que ERC y los restantes miembros del tripartito celebraron el acuerdo alcanzado con Elena Salgado y el Gobierno central. Dice Más que ese acuerdo de financiación “incumple el modelo, la cifra y el calendario del Estatut”, y acusa de sentirse objeto de una propaganda intimidatorio. Artur Mas, en una de sus declaraciones más ácidas que se le recuerdan, no tiene inconveniente en describir a Cataluña •”enjaulada e hipotecada”. Y explica que la cesta de impuestos prevista en el Estatut obliga a mayores ingresos, y que se han sacado de la manga un plazo, 2012, no previsto en ningún lado. Para Mas, el acuerdo sólo tiene una lógica, salvar el tripartito un año antes de las elecciones. Y su queja final: ¿Para qué votamos al Estatut? ¿Para i ncumplirlo?
MONTILLA SE JUSTIFICA.- Frente a este “perdedor de antemano” que es hoy por hoy Artur Mas –porque sus adversarios políticos han conseguido lo que él pensó que era un sueño inalcanzable-, aparece José Montilla, que acaba de festejar en Madrid, en compañía de Zapatero de sus restantes colegas presidentes socialistas de Comunidades Autónomas, que el acuerdo de financiación alcanzado “conjura la desafección catalana”, nada menos. Montilla admite que, aunque todas las autonomías saldrán ganando, la suya será lamás beneficiada, por la sencilla razón, dice, de que “España ha corregido una injusticia con Cataluña y ha saldado una deuda con ella. Se corrige una injusticia, pero Cataluña seguirá siendo solidaria”, declara Montilla a El País, donde también explica que “no hubo guerra con Zapatero, simplemente defendemos intereses distintos”. Y se refiere a la otra asignatura pendiente de Cataluña, el Estatut, que tres años después siguen analizando los diez magistrados del Tribunal Constitucional, pero al que Montilla no ve posible marcha atrás: EL Estatuto es un pacto político, y eso los tribunales no lo pueden tumbar”. Habrá que ver lo que determinan sus señorías los magistrados, ya hartos de marear esa perdiz que se les resiste.
LA CATALANOFOBIA.- Aprovecha la ocasión Montilla para arremeter contra la catalanofobia de algunos dirigentes políticos, acusación de la que vuelve a defenderse Esperanza Aguirre, en otras declaraciones dominicales: “Si denunciamos que algunos han recibido un trato de favor se nos acusa de catalanofobia. Me niego y rechazo rotundamente esa acusación. Amo a los catalanes, los admiro, y nunca he dicho si han recibido demás porque lo desconozco. Lo que sí digo, porque es cierto, es que los madrileños vamos a ser los únicos que aportemos a la caja común, y encima se nos maltrata”. Ahora, el victimismo parece haberse trasladado de Barcelona a Madrid…
AGUIRRE ARREMETE CONTRA GÉNOVA.- Pero, esencialmente, las declaraciones de Aguirre se centran en el modelo de financiación y la actitud del PP ante él. 'Habrá que preguntar a Javier Arenas por qué se ha hecho así'. 'Creo que el nuevo sistema de financiación es injusto, insolidario y regresivo'. 'Yo no tengo nada que temer ni de Bárcenas ni de nadie'. Lo puede decir más alto pero no más claro: "No haber dicho 'no' al nuevo sistema de financiación es un error que yo he aceptado por disciplina del partido". Esperanza Aguirre acusa al Gobierno de maltratar a los madrileños y al PP de no ser coherente con su propio discurso. La polémica está servida. Es parte de la entrevista en El Mundo.
• "Creo que [el nuevo sistema de financiación ] es injusto, insolidario y también regresivo. [...]. Amo a los catalanes, los admiro, y nunca he dicho si han recibido de más, porque lo desconozco. Lo que sí digo, porque es cierto, es que los madrileños vamos a ser los únicos que aportemos a la caja común, y encima se nos maltrata."
• "Yo no he cambiado de criterio. Pienso que el PP debería haber votado en contra de este sistema, simplemente por lo que dijo Rajoy: que el modelo era una chapuza, insolidario, injusto y perjudicial para los españoles. Sin embargo, desde Génova se ha dado la instrucción de abstenernos, y yo lo he aceptado por disciplina de partido. Habrá que preguntar a Javier Arenas por qué se ha hecho así."
• "He aceptado la postura del partido disciplinadamente, pero entiendo que es un error. Creo que deberíamos haber votado en contra del modelo, por coherencia con nuestro discurso. Yo hubiera votado en contra, pero mi partido ha decidido otra cosa y lo he aceptado disciplinadamente. No se me puede acusar de deslealtad".
• "Yo no tengo nada que temer ni de Bárcenas ni de nadie. Ya le dije que hiciera pública toda la información que tuviera contra mí; me llamó personalmente y me dijo que no tenía nada. Nada de nada".
• "Él ha dicho que si le piden el suplicatorio dejaría el cargo. Y supongo que así lo hará. Pero quien de verdad debe decidir qué hacer es el presidente del partido.
• "Eso de poner la mano en el fuego es una frase que no gusta en la calle Génova. Por mí nunca la han puesto, y ahí sí que no se quemarían".
MONTILLA. SE HA HECHO JUSTICIA CON CATALUÑA.-Flamante vencedor a ojos de casi todos de la batalla de la financiación, el líder de los socialistas catalanes hace balance de la negociación y de sus desencuentros con Zapatero. Relajado tras un año de duras negociaciones para mejorar la financiación catalana, José Montilla (Iznájar, Córdoba, 1955) defiende que el pacto no sólo favorece a Cataluña, sino que acabará siendo beneficioso para todas las autonomías, porque promueve la corresponsabilidad fiscal. El presidente de la Generalitat defiende en esta entrevista que ha logrado que se haga justicia con Cataluña. Dice Montilla a El País que no hubo guerra con Zapatero; es que defendemos intereses distintos". Y que el Estatuto es un pacto político, y eso los tribunales no lo pueden tumbar"
Pregunta. Las largas negociaciones de la financiación autonómica y el posterior pacto han generado una nueva oleada de recelos hacia Cataluña y han empañado las relaciones entre el PSC y el PSOE. ¿Ha merecido la pena tanto desgaste? Respuesta. Ha valido la pena. Hemos llegado a un acuerdo que es bueno, justo y ajustado al Estatuto. Es bueno para Cataluña, pero también para el conjunto de España y de sus comunidades autónomas. El Gobierno ha tenido una visión global para propiciar el acuerdo, acercar posiciones y ser flexible. Gana Cataluña y gana España. P. Muchos en Cataluña estiman que se corrige un déficit histórico. R. Se corrige un déficit histórico que tenía Cataluña. España ha hecho justicia con Cataluña, ha saldado una deuda con ella. Era injusto que, pagando los catalanes muy por encima de la media, recibiéramos por debajo de la media para atender nuestros servicios. Ahora estaremos un poco por encima de la media, y se reduce un tercio del denominado déficit fiscal, pero los catalanes seguiremos siendo solidarios. Se ha corregido el modelo de 2001, que ni siquiera preveía la revisión de la población, algo que nos ha perjudicado mucho, porque Cataluña ha crecido en cerca de un millón y medio de habitantes en ocho años.
ERA UN TEMA DIFÍCIL.- P. Dirigentes del PSOE se han quejado durante todo el proceso de la excesiva gesticulación de la Generalitat, de que no ha aportado nada a la cordialidad. ¿Le costará reconstruir las relaciones? R. No digo que siempre hayamos estado acertados en todas nuestras expresiones, como es obvio que a veces tampoco lo han estado otros amigos fuera de Cataluña. Siempre hemos procurado ser sumamente respetuosos. El problema es cuando otros hacen uso de actitudes que deberían estar superadas, como la catalanofobia. P. ¿Se ha sentido en el PSOE? R. Me he sentido muy acompañado. En el Gobierno catalán, por supuesto, por las formaciones que lo apoyan y por la sociedad catalana. Esto es lo más importante. Fuera de Cataluña también he encontrado voces, unas en público, otras en privado, que han mostrado comprensión y apoyo. P. Y, sin embargo, la negociación se ha demorado un año. R. Era un tema difícil. No se trataba de hacer un apaño, sino de cambiar el modelo. Y la crisis lo ha complicado. Hemos sido firmes porque el objetivo no era sólo conseguir una cantidad de dinero, sino propiciar un cambio en profundidad que beneficiará a Cataluña, pero también al conjunto de las autonomías.
FUE UNA NEGOCIACIÓN DURA.- P. ¿Era imprescindible tanta escenificación del acuerdo por parte de ERC? R. Soy responsable de mis actos. No soy portavoz de otros partidos, que tienen su propia lógica. P. ¿El acuerdo sella la paz entre usted y Zapatero? R. No la sella, porque nunca hubo guerra. Hubo posiciones diferentes, porque defendemos intereses distintos. Él representa a toda España y a mí me toca defender los intereses de Cataluña. P. ¿El pulso seguirá, pues? R. No. Como no hubo guerra... Hubo una negociación dura. P. Sí, con amenazas disuasorias de corte prebélico, como cuando en el PSC se escucharon voces que amenazaban con no votar el Presupuesto del Estado. ¿Llegó a planteárselo? R. Al negociar, todos miran de utilizar elementos que les ayuden a avanzar posiciones. P. Pero llegó el Presupuesto sin la financiación, y el PSC lo apoyó. R. ¿Es que si no se hubiera votado el Presupuesto tendríamos financiación? P. ¿Cómo ha influido la pérdida del apoyo del PNV por parte del Gobierno, su urgencia por cosechar apoyos en el Congreso, en su súbita comprensión hacia las demandas catalanas? R. No lo sé, eso se lo debería preguntar al Gobierno. Aparte de la estabilidad parlamentaria, quiero creer y creo que hay elementos de convicción sobre la necesidad de dar un trato justo a Cataluña y aprobar un modelo de financiación de todas las comunidades más justo, más transparente.
AUTONOMÍAS Y DERROCHE.- P. ¿Transparente? Se ignoran las cifras. R. Pero se conocerán. Se conocerán el modelo, de dónde salen las cifras y lo que pesa cada factor. Este modelo es predecible en su evolución. El anterior tenía una evolución que sólo se entiende por la excesiva presencia de modelos bilaterales hechos un poco a la carta. Ahora hay elementos bilaterales, pero lo fundamental es un cambio de modelo, con una cesta de impuestos, la nivelación parcial, un peso más correcto de la población ponderada... Y otros elementos que dan transparencia. P. Usted prevé consolidar entre 3.650 y 4.028 millones en cuatro años. ¿Cómo podrán los ciudadanos fiscalizar si es cierto o no? R. La información que hemos dado es una proyección para los próximos cuatro años sin trampa ni cartón. Son cifras que se podrán verificar cada año. P. El acuerdo también ha resucitado las críticas, y no sólo desde el PP, al derroche autonómico. R. No creo en esa vieja cantinela que asocia el Estado de las autonomías al derroche y a la falta de competitividad. Todo lo contrario. Gracias a él hemos dado este paso de gigante en las últimas décadas: más desarrollo económico, social y territorial. Las diferencias entre nuestro sur y nuestro norte, ahora, son menores que las diferencias entre el norte y el sur de Italia, que lleva más años aplicando políticas de solidaridad.
INTERESES DE PARTIDO DE CIU.- P. Y este modelo que se ha presentado como una cesión a Cataluña, ¿qué puede aportar a autonomías menos prósperas? R. De entrada, más recursos de los que tenían y, además, estímulos para crecer. P. ¿Hubo voluntad real de incorporar a CiU en el pacto? R. Lamento mucho que CiU no esté en este acuerdo. Estuvo en el Estatuto y debería estar ahora. Se ha desmarcado más por intereses de partido que de país. Apostó a que no habría acuerdo o que sería malo. Y se equivocó. P. Las Cortes deberán votar hasta cuatro leyes relacionadas con la nueva financiación, empezando por la reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA). Si CiU las rechaza, ¿se inhabilita como socio del PSOE? R. No debería. Está a tiempo de rectificar y anteponer los intereses de Cataluña a los de partido. P. ¿El PSC sigue considerando su coalición con ERC e ICV como un objetivo de largo alcance? R. Yo siempre he hablado de opción estratégica, pero hoy lo que está en la agenda son otras cosas. Tenemos un pacto para esta legislatura y, después, tendrán que hablar los ciudadanos. P. ¿Agotará la legislatura? R. Los Gobiernos están para agotar la legislatura si hay las condiciones para hacerlo, y las hay. P. A raíz del caos del AVE y Cercanías, usted advirtió de la creciente desafección de los catalanes hacia España. ¿Un fallo adverso sobre el Estatuto la agravaría? R. No creo que se dé esa sentencia negativa, pero, de ocurrir, el problema ya no sería de desafección, sería más grave.
DEJEMOS QUE HABLEN LAS CAJAS.- P. ¿Qué haría su Gobierno? R. El Estatuto es constitucional, pero además de una ley orgánica es un pacto político. Y los pactos políticos no los pueden tumbar los tribunales. P. Dijo incluso que recortar el Estatuto minaría la convivencia. R. Habría riesgos para la convivencia si hay interpretaciones como las que hacen algunos medios de comunicación de fuera de Cataluña, defendiendo posiciones que son minoritarias y aireando, por ejemplo, un conflicto lingüístico que no existe en la sociedad catalana. La normativa lingüística catalana estaba ya vigente cuando gobernaba Pujol con el apoyo del PP. Yo la compartía entonces y ahora. El PP, antes ni la criticaba ni propició su cambio. P. ¿Habrá que revisar puntos polémicos, por ejemplo para permitir a los padres escoger la lengua de escolarización de sus hijos hasta una edad más avanzada? R. Los mecanismos para atender estas peticiones existen y están en la actual ley, pero muy pocos padres hacen uso de ellos. P. La sensación es que, para complacer a ERC, se orilla la tercera hora de castellano. R. Los alumnos no tienen ni más ni menos horas de castellano de las que tenían cuando era presidente Pujol y Aznar lo apoyaba hablando catalán en la intimidad. P. ¿Habrá mayor disposición del Gobierno a desplegar el estatuto una vez desaparezca la amenaza del Constitucional? R. No creo que el problema sea el recurso ante el Constitucional, sino las inercias que tiene toda Administración, y todavía más una Administración con tantos años de historia como la central. P. ¿Sigue siendo reticente a que entidades de fuera de Cataluña entren en las cajas catalanas? R. El sector financiero catalán no debe perder peso. El Gobierno no quiere intervenir; dejemos que hablen las cajas. P. ¿Ve peligrar la fusión de las cajas catalanas de fundación pública (Catalunya, Tarragona y Girona) por intereses localistas? R. Ése es un diálogo que mantienen las cajas. El localismo existe en este campo y en otros. Los procesos económicos o políticos no siempre se conducen con elementos exclusivamente racionales, también pesan los emocionales. Pero en la economía la realidad es muy testaruda.
DOÑA RITA Y SUS DÁDIVAS.- La defensa a ultranza que Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, ha venido haciendo, incluso con argumentos pedestres, de su correligionario y colega Francisco Camps, se cae hoy al suelo con estrépito por causa de las más recientes acusaciones que le hace Alvaro Pérez, “El Bigotes”, jefe de la trama Gurtel en Valencia, que no duda en proclamar que también se regalaban dádivas a doña Rita. En concreto, bolsos de lujo de Louis Vouitton. Algo que doña Rita niega… Pero es su palabra contra la de El Bigotes, conocidas ahora después de que doña Rita quitara importancia, o lo pretendiera, al comparar los trajes regalados a Camps con las anchoas que el presidente cántabro regala a Zapatero, Rajoy o el propio Camps. Es curiosa la opinión que doña Rita merece a El Bigotes: No nos da nada, pero tampoco nos hace nada. En cuanto a esos bolsos de lujo de Vouitton, cuenta hoy El País que puede n alcanzar los 4.400 euros. Bastante más del coste que tienen las anchoas que regala Revilla… La firma Orange Market obtuvo desde 2006 a 2009 la adjudicación de stands de la Comunidad Valenciana en las ferias de turismo. O sea, que doña Rita sí les daba confesiones a dedo…
TODO ES, EN EL FONDO, ECONÓMICO.- En os diarios de este domingo hay unas cuentas declaraciones de políticos: Montilla, Artur Mas, Esperanza Aguirre, todos ellos refiriéndose, a favor o en contra, al nuevo modelo de financiación autonómica aprobado la semana pasada, pero cuyos grandes datos aún se desconocen…, y se reclaman. Cada cual habla de la feria, naturalmente, según le fue en ella: Montilla habla muy bien, Artur Mas muy mal, y Aguirre, que dice desconocer lo que percibirán los catalanes, proclama que su comunidad debió oponerse, y no abstenerse en la votación del famoso y controvertido modelo. ¿Por qué alguna vez no son coherentes consigo mismo los políticos? Está bien que Montilla lo festeje. Es más dudoso que Mas pueda criticar un acuerdo que a más de la mitad de los catalanes les complace. ¿No será que esta vez no fue invitado a la mesa de negociación, como sucedió con el Estatut? Y en cuanto a Aguirre, si no sabe lo que corresponderá a Cataluña, y tal vez ni suiqiera a Madrid, o a Galicia, ¿qué razones tiene para criticar y oponerse? Coherencia, señores, por lo menos los domingos…
JOSÉ CAVERO
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