lunes, 16 de mayo de 2011

EFECTO LLAMADA DE REFUGIADOS DE MEDIO MUNDO...

LOS REFUGIADOS SE CITAN EN EL CAMPAMENTO DE LORCA
Parece que, tras el terremoto de la semana pasada, asistimos ahora, en la ciudad murciana de Lorca, a un fenómeno de refugio universal o un efecto llamada a los refugiados sin patria ni ingresos. En efecto, mientras Lorca vuelve poco a poco a la normalidad, y los 6.500 alumnos de educación no universitaria han vuelto a ocupar de nuevo sus centros desde este lunes tras el seísmo del miércoles, y en las próximas horas quedará restablecido el suministro de gas en los edificios que ya han sido declarados habitables por los técnicos, se ha producido ese “efecto llamada” que ha sorprendido y superado a las autoridades locales. Primero, las soluciones a los problemas: Los estudiantes que aún no lo están, serán reubicados a lo largo de esta semana porque sus centros, seis de infantil y primaria y tres de secundaria, seguirán cerrados, algunos con daños estructurales "de envergadura", según ha precisado el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel. También reabren los hospitales afectados por grietas y otros desperfectos. Pero, mientras esa normalización avanza, aseguran los cronistas del suceso que el cansancio, el nerviosismo y una cierta indignación han cundido entre los miles de evacuados de Lorca, que el domingo tuvieron que soportar una interminable cola para certificar sus datos personales y preservar su derecho a permanecer en la zona de acampada. Y es que el Ayuntamiento, en colaboración con Cruz Roja y Protección Civil, pusieron en marcha un dispositivo para verificar la identidad y procedencia de las miles de evacuados. La iniciativa tenía como propósito saber exactamente cuántas personas hay refugiadas, y si realmente necesitan asistencia social, ante la sospecha de que pudiera haber "aprovechados" que estén tratando de beneficiarse ilícitamente de los alimentos y el cobijo prestados en los primeros días a todo el que lo reclamaba. Pues bien, una vez verificados todos estos datos, con la comprobación del domicilio de los refugiados en el campo de víctimas, los evacuados con derecho a permanecer en el área de asistencia reciben una pulsera que así lo certifica, un dispositivo que ha hecho que los evacuados hayan tenido que hacer cola durante largas horas. En la noche del sábado, pasadas las diez, el proceso de verificación se interrumpió hasta el domingo, lo que provocó la indignación y la incomprensión de muchos evacuados, que han hecho cola "para nada", según se quejaron abiertamente a los voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil, que trataban de apaciguar los ánimos. La Cruz Roja estima que en el primer día de recuento, contrastaron los datos de unas 2.000 personas, y calculan que quedarían pendientes de 'censar' otras 2.000. Algunos de los refugiados ha protestado: "no hay derecho a que nos hayan tenido toda la tarde esperando, mientras nos mojábamos bajo la lluvia”. Eso "no es justo", dicen, y que se sienten "engañados". Pero, lejos de menguar el numero de evacuados en esta gran zona de acampada, da la impresión de que incluso podría haber aumentado en los últimos días, a pesar de que seis de cada diez inmuebles ya han sido declarados habitables por los técnicos que realizan la evaluación de daños. Se estarías produciendo un fenómeno similar al que se registró con la llegada de inmigrantes , hace unos años, efecto del “boca a boca” de los beneficiarios llegados a todo el mundo. En rueda de prensa conjunta con Valcárcel, el alcalde de Lorca, Francisco Jódar, reconocía "cierta desinformación" entre la ciudadanía, por lo que anunció que se multiplicarán hasta 50 ó 60 los puntos de atención en la ciudad sobre vivienda y todo aquello que necesiten los vecinos. Para este servicio, se pedirán voluntarios entre los funcionarios de otros municipios y de la administración regional. El alcalde señaló que también se colocarán notas informativas en las puertas de los edificios sobre cómo actuar en caso de viviendas deterioradas, en colaboración con los administradores de fincas urbanas. Y ha pedido a los vecinos que limpien y reparen los desperfectos que sea necesario para poder habitarlas de nuevo, siempre que no tengan daños estructurales, y guarden las facturas para que les sean abonadas. Señaló también que, por el momento, se ha considerado que dos edificios necesitan demolición total, uno en el barrio de La Viña, junto a la iglesia de Cristo Rey, y otro en la Alameda de la Virgen de la Huerta. El alcalde indicó que los últimos informes sismológicos apuntan a que las réplicas se sucederán durante un mes, pero a partir del martes o miércoles sólo serán perceptibles por los aparatos de registro. En 24 horas se registraron 37 réplicas de baja intensidad. Sobre la llegada de ayudas para los particulares derivadas del Decreto-Ley aprobado por el Consejo de Ministros, el presidente de Murcia, Valcárcel, informó de que se está trabajando con muchísima celeridad, pero la tramitación requiere unos pasos legales. Y sobre el estado del patrimonio arquitectónico, principalmente religioso, enfatizó: "No vamos a dejar que se nos caiga Lorca", además de anunciar que ya está la financiación para levantar la iglesia de Santiago.
Entre tanto, la primera evaluación de daños por pos terremotos, que ha efectuado el Consorcio de Compensación de Seguros, está en el entorno de los 65 ó 70 millones de euros, según indicó ayer la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado. Salgado ha matizado que se trata de un cálculo "muy inicial", que dependerá al final de los expedientes tramitados y de la evaluación que se haga "in situ" en cada uno de los casos. Añadió que comunicará al presidente del Consorcio la necesidad de ampliar el plazo para que los damnificados puedan tramitar las reclamaciones, que pueden presentarse también en cada una de las aseguradoras individuales. La ministra reiteró la solidaridad del Gobierno y que "no se van a escatimar esfuerzos" para que Lorca "vuelva a ser lo que fue", con todo su patrimonio artísticos, histórico, "con viviendas para todos los ciudadanos" y una actividad como la que tenía antes de los terremotos. Salgado visitó los centros de operaciones y coordinación instalados para afrontar las consecuencias de los temblores, recorrió alguno de los lugares dañados, y se entrevistó con agentes económicos y sociales de la zona.
Ahora, el esfuerzo se llama normalización. Regreso al punto en que los seísmos rompieron la normalidad de una ciudad tranquila y floreciente. Aunque con miedo a que pudiera repetirse el escenario del movimiento incontrolado del suelo.

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