EL EJEMPLO DE COSPEDAL
Los tres primeros objetivos de su Gobierno serán, dijo Cospedal, primero, la creación de empleo, segundo la creación de empleo, y tercero, la creación de empleo... Así dijo la todavía aspirante a presidir Castilla la Mancha, en su discurso de investidura, al que seguirá en las próximas horas su juramento y toma de posesión. Cospedal llega a la Mancha, o está llegando desde hace unos cuantos meses, como avance y resumen de lo que pueden hacer, y harán,los populares, allá donde ejerzan el Gobierno, o los gobiernos. La secretaria general del PP es “mucho más” que una nueva presidenta regional del PP, es su modelo a imitar. Y por eso, su discurso era particularmente novedoso y representativo: Muchos recortes de gastos, algunas prioridades, alguna gran esperanza... Y definición de propósitos como el anunciado en las primeras líneas. ¿No es Zapatero el gran culpable de los cinco millones de parados? Cospedal viene a proclamar que las Comunidades Autó0nomas también tienen algo, o mucho que decir en esa materia, y que ella lo va a demostrar con esa prioridad de crear empleo.
Pero es mucho más llamativo el capítulo de los recortes de gastos y reducción de las dimensiones del Gobierno que va a presidir. No hay duda de que aspira a hacer “el antigobierno de Barreda”, lo contrario a lo que hizo su antecesor socialista, el muy locuaz barón socialista que consumió muchas horas de su gestión, precisamente, combatiendo a su rival, ahora vencedora política. Cospedal va a demostrar que podrá gobernar con sólo el cuarenta por ciento de los altos cargos que necesitó Barrera, con el cincuenta por ciento de los puestos de libre designación, sin aquellos órganos autonómicos que pueden ser asumidos por el Estado, con la eliminación de tres organismos de control, Defensor del pueblo, Comisión Regional de Competencia y Consejo Económico y Social. Dejará en un centenar los 243 puestos de responsabilidad actuales, y apostará con la contención del endeudamiento y por la transparencia. En fin, se propone Cospedal sanear las cuentas públicas, aplicar un techo de gasto que deberán aprobar las Cortes, y reducir altos cargos de libre designación, direcciones generales, delegados del Gobierno regional,... Y por supuesto, dentro de lo que algunos ya han definido como “recortes Cospedal”, entrará la televisión autonómica, un capítulo de gastos no menor en la mayor parte de los Gobiernos autonómicos. Sin duda, aspira Cospedal a poner “su granito de arena” en la lucha contra el despilfarro autonómico denunciado por todos, y que ofrece cifras de escándalo: quince mil millones de deuda de las televisiones autonómicas, cien mil millones de deuda de los gobiernos regionales, 182.000 nuevos funcionarios “fichados” durante los años de la crisis económica, trece defensores del Pueblo en otras tantas Comunidades, cuatro mil coches oficiales utilizados por Gobierno, Comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones. En fin, se calcula, según las estimaciones que ha publicado el diario ABC, que podrían ahorrarse del orden de 26.000 millones anuales de dineros públicos si se suprimieran gastos superfluos.
Por todo lo cual, no hay duda de que el discurso de María Dolores de Cospedal ha caído muy bien, y ha merecido muchísimos elogios. Ahora toca el turno al PSOE y pondrá de relieve las carencias del discurso, en materia de agua del Tajo, del depósito de residuos nucleares, o Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares, o a eventuales recortes de los gastos públicos, aunque Cospedal se cuidó de hacer referencia a los servicios públicos, sanitarios, educativos y de bienestar social universales, gratuitos y de calidad. Entre estos servicios públicos, imitando a su primera impulsora, Esperanza Aguirre, Cospedal apuntó la libre elección., en el futuro, de médicos y de hospital -Esperanza Aguirre incluso mencionó, esta vez, la elección de enfermera. Hay algunos otros reflejos “aguirristas”, como la declaración de la fiesta de los toros como Bien de Interés Cultural. No hay duda de que Cospedal sigue teniendo a Esperanza Aguirre como su ejemplo a imitar. No en vano fue consejera de “la lideresa”, antes de despegar como vocación política con autonomía... Por ejemplo, la idea del profesor como autoridad, o la simplificación de los procesos de desarrollo de suelo industrial...
Pero lo importante es lo que Cospedal pretende ser, como modelo de “redimensionar” el Estado de las Autonomías. Y en ese aspecto, nadie duda de que se trata de un modelo revolucionario: se acabaron los propósitos de crecimiento indefinido y permanente. No se trata de crear más y más organismos, más funcionarios, más servicios, más empresas públicas regionales, sino de reducir a sus propios costes lo que vale cada uno de los servicios a su cargo. De momento, al PP manchego le gustaría también, se´gun anunció Cospedal, rebajar impuestos, pero eso no será posible hasta que se haya superado la primera tarea, de reducir gastos superfluos. Sólo cuando se generalice la austeridad y transparencia será posible proceder a esos otros recortes de las tasas impositivos, que ahora sólo están en sus propósitos “de segunda fase”. A Cospedal le corresponde ser el modelo a imitar, aunque todos sus recortes previstos apenas supondrán el ahorro de un 0,11 por ciento del presupuesto total de la Comunidad. Pero en materia de imagen, Cospedal deberá ser el espejo en el que se mire un futuro gobierno nacional del PP... Ese es el juego.
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