VUELVE A SUBIR LA VELOCIDAD EN CARRETERA
Ésta es, con bastante probabilidad, una materia en la que cada cual tiene su propia y personalísima opinión, y de muy difícil modificación: ¿110, 120, o 130 o más kilómetros hora en las carreteras y autopistas? Cualquiera que se lance a hacer la pregunta, podrá observar que hay tantas opiniones como personas. El Gobierno, en los últimos meses, se había inclinado por rebajar a 110 la velocidad máxima, para ahorrar combustible. Este viernes, tras el consiguiente debate en el seno del Gobierno, del que informó mínimamente el vicepresidente y portavoz Rubalcaba, se anunciaba la vuelta a los 120. Pero muchos recordarán que, además de esas dos posibilidades, en Alemania no hay limitación de velocidad, y que otros países tienen sus propios criterios de aplicación en carreteras o ciudades. Entre nosotros, las asociaciones automovilísticas han alabado la decisión del Gobierno de no prorrogar el límite de velocidad máxima en autopistas y autovías a 110 km/h y volver a la situación anterior de los 120 km/h. Pero son muy variadas la razones que aportan: lo poco efectiva que ha resultado la medida restrictiva, porque entienden que el ahorro generado se ha debido más a la reducción de la circulación en las carreteras a causa de la crisis que en la propia limitación de velocidad. Porque apenas ha originado reducción de la siniestralidad. Porque no tiene sentido rebajar la velocidad de unos vehículos preparados técnicamente para alcanzar velocidades muy superiores… En esa “ruptura del secreto de las deliberaciones del Consejo” que practicó Rubalcaba, no contó lo que dicen hoy algunos diarios: que los ministros Sebastián y Garmendia se opusieron a regresar a los 120, y que Salgado también se quejó por la pérdida de recaudación… Pero el vicepresidente admitió que se había producido un interesante debate. El mismo defendió, primero, las bondades de reducir la velocidad máxima en autovías y autopistas a 110 kilómetros por hora argumentando que ahorra, reduce la siniestralidad y contamina menos, y a continuación justificó que el Gobierno suprima la medida y, a partir del 1 de julio, los conductores puedan volver a circular a 120. Y, en todo caso, reconoció Rubalcaba que la decisión la tomó un Gobierno dividido, y valoró que había tenido una notable repercusión en el ahorro energético nacional, estimada en 450 millones de euros, debido a la escalada de precios que ha tenido el barril de petróleo en los últimos meses. Cuando se adoptó la rebaja de kilómetros-hora, el barril estaba a 111 dólares, un nivel insoportable, que llegó a superar los 124. Por el contrario, este viernes, el crudo volvía a rondar los 106, tras la súbita bajada el día anterior. Y en esas circunstancias, decía Rubalcaba, “ya no tiene sentido” mantener la rebaja de la velocidad, porque las circunstancias han cambiado: “El barril está a 106 y todas las previsiones son que va a seguir bajando”. Cabe recordar que, menos de 24 horas antes, la Agencia Internacional de la Energía había recurrido a sus reservas estratégicas, lo que otorgaba el argumento perfecto a los partidarios de retirar la medida. Hoy se cree saber que Rubalcaba encontró el apoyo, para volver a los 120 km-h, de ministros como José Blanco y Manuel Chaves. Las investigaciones periodísticas han llegado a conocer más posiciones en el debate de los ministros: En la posición contraria a Rubalcaba, se alineó el titular de Industria, Miguel Sebastián, quien defendió que la medida había funcionado y que el ahorro era importante. Desde hace tiempo, Sebastián mantiene la tesis de que la economía española se desangra por su dependencia energética: Entre enero y abril, la importación de productos petrolíferos superó los diez mil millones, un 28% más que el año anterior. Desde las bombillas a las corbatas, Sebastián ha hecho del ahorro energético una de sus prioridades. Sebastián tuvo el apoyo de la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia. Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente, también defendió el recorte de la velocidad por la reducción de emisiones. Y contra esos argumentos, Rubalcaba y Blanco dijeron que desde el principio se había decidido que la medida era temporal y que Sebastián, con sus argumentos, pretendía convertirla en estructural. Este sábado son varios los diarios que creen saber que Rubalcaba, con la eliminación de la norma aplicada hace cuatro meses, no hace otra cosa que campaña electoral: “Rubalcaba lanza su campaña a 120, y alienta su candidatura con un guiño a los conductores”, interpreta ABC. O en La Razón: “el candidato Rubalcaba acelera su campaña. O en La Vanguardia: “El Gobierno pone rumbo a las elecciones a 120 km-hora”. Y asegura que la restricción era muy impopular… Curiosamente, mientras el Consejo de Ministros debatía, el secretario de Medio Ambiente del PSOE, Hugo Morán, y el coordinador del programa electoral, Jesús Caldera, se mostraron partidarios de mantener la limitación. Los ecologistas pidieron que se mantuviera el recorte… Y cada ciudadano seguirá teniendo su propia opinión, con los datos que se han procurado en el debate ministerial: Menos costes, menos accidentes, más seguridad, en la carretera, pero también, conducción más aburrida, insuficiente ahorro en cada viaje… ¿Y qué opinión tiene usted, o con quién se alinea en esta cuestión abierta?
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