Y LA DEUDA TOTAL DE LAS COMUNIDADES AUTONÓMICAS

LA DEUDA QUE BARREDA DEJA A COSPEDAL
Primero fue la grandísima alarma: la Junta de Castilla la Mancha no tendría dinero ni siquiera para pagar los salarios de sus funcionarios. Se a un ció cuando Dolores de Cospedal empezaba a aproximarse a los papeles que le dejara su antecesor en el cargo. Luego, recibió explicaciones del propio Barreda, que le explicó que la deuda acumulada por la región no superaba el 1,7 por 100, estimado en 700 millones. Finalmente, cuando se han puesto en orden los papeles heredados, Cospedal y sus colaboradores llegan a la conclusión de que la deuda es bastante superior a la que le habían asegurado: 1.724 millones “en facturas sin pagar”. ¿Son muchos 1,724 millones? Cospedal estima que es algo más del 4 por 100, frente al 1,7 por 100 que le había garantizado Barreda. Claro que son muchos millones. Sin duda, para cualquier ciudadano corriente es una cantidad monstruosa, inalcanzable... También depende mucho de dónde se genera esa deuda, qué origen tiene, y qué posibilidades hay de afrontarla, con qué recursos se cuenta. Todo es muy relativo. Siempre se podrá recordar que el ayuntamiento de Madrid, que preside Ruiz Gallardón, es cinco o seis veces mayor que la de Castilla la Mancha. Pero como Gallardón se sucede a sí mismo, no tiene ese recurso de escandalizarse y originar alboroto. Si lo hace, como lo hizo, consistirá en culpabilizar al Gobierno central porque no le ha permitido renegociar la deuda, o sea, prolongar su pago en el tiempo. Otro caso es el de la Comunidad Valenciana. Titula su crónica sobre el particular el diario La Vanguardia: “El PP levanta la alfombra de Castilla la Mancha y deja quieta a Valencia”. En la referida crónica se califica a la mancha de “la alfombra griega de España”. Y cuenta que, una vez que ha tomado posesión de sus gobiernos regionales, el PP ha comenzado a levantar la punta de algunas alfombras. Algunas, no todas. La de valencia, por ejemplo, no se atreverán ni a tocarla. En el referido periódico catalán se asegura que el partido de Rajoy cifra en diez mil millones el déficit oculto de las autonomías. Algo más que la que ha “logrado” acumular el ayuntamiento de Madrid, que ahora se enfrentará a otro probable gasto: los preparativos para unos eventuales Juegos Olímpicos en 2020.
Barreda, que es más bien locuaz, no se ha disculpado de su ruinosa herencia. Ha dicho que posiblemente sean ciertos esos datos que airea Cospedal, y achaca el “desmadre” a la tensión política de los días del relevo. Sólo sabe que el 30 de abril, la cantidad pendiente de pago eran 700 millones, y posiblemente en los dos meses siguientes, hasta el 30 de junio, el tiempo que ha durado el relevo de uno a otro presidentes y sus respectivos equipos, “por causa de la preocupación y la zozobra de los proveedores y los centros de gestión”, han disparado la facturación...se han elevado los gastos, o cuando menos, las facturas llegadas con el propósito de ser cobradas, hasta esos mencionados 1.742 millones, que un diario económico menciona como “casi dos mil millones”, (Expansión) y otro rebaja a 1.700 millones (Cinco Días).
¿Es un gran escándalo esa escalada de gastos de final de un mandato? No parece que haya razones suficientes, y las de Barreda son escasamente convincentes... Pero valdrá la pena recordar el “estado de la situación”, al que tendrá que afrontarse próximamente la Comisión de Política Financiera y Fiscal o Cumbre de presidentes autonómicos, ya en su mayor parte con etiqueta “popular”. Resulta que sólo entre las tres comunidades que mayor deuda acumulan, Cataluña, Valencia y Madrid, suman más de la mitad de todo el déficit autonómico, en el que no se cuentan los ayuntamientos. Cataluña encabeza ese penoso ránking, con más de 34.000 millones de deuda cumulada, y la siguen las comunidades valenciana, con 18 mil millones, y en tercer lugar, la Comunidad madrileña, con 14 mil. Es decir, que la Mancha suma una cantidad relativamente ridícula..., siempre comparada con las “grandes” deudoras. No se sabe de dónde saca Rajoy esa cifra de diez mil millones como déficit oculto de las autonomías, porque la deuda conocida total se ha estimado en 121.420 millones, el 11,4 por 100 del PIB. Si hay que sumar diez mil millones más... En todo caso, Rajoy es partidario de que se hagan públicas todas las cuentas de los gobiernos autonómicos, y que todos sepamos lo que cada Comunidad cuesta. Y probablemente pronto, en esa próxima cumbre de presidentes, tengamos oportunidad de conocer al detalle quién debe cuánto, y cómo piensa salir, cada cual, de sus propios pozos “negros” de deuda. Lo cierto es que la deuda de los Gobiernos autonómicos ha ido siempre en crecimiento desmesurado. Ya ha anticipado Rubalcaba que los gobiernos autonómicos dispondrán de ocho mil millones más en los presupuestos del año que viene. En lugar de anunciar un recorte de ocho mil millones, de algún modo viene a estimular el gasto añadido de ocho mil más...