EL COMBATE ELECTORAL ESTÁ COMENZANDO
A estas alturas de su larga película vital, es improbable que Rubalcaba necesite guías para saber quiénes son amigos y enemigos, quienes colaborarán desde el primer momento, y quiénes ya hace tiempo que conspiran y contra él y lo atacan. Es seguro que Rubalcaba lleva muchos capítulos aprendidos de esa asignatura elemental para no equivocarse entre los posibles interlocutores. En los medios informativos es muy evidente, salta a la vista, quién está a favor, en contra, o se esfuerza en ser mínimamente neutral, que también los hay. Rubalcaba, por su larga experiencia, tiene una muy acabada aguja de marear para saber quién inspira qué, quién manda y quién influye en determinado medio…Y, en efecto, los diarios de este fin de semana han sido demostraciones muy claras de que la batalla que ya ha comenzado entre “las dos erres”, la de Rajoy y la de Rubalcaba, para aposentarse durante cuatro años, mínimo, en la Moncloa, tiene “ayudantes de papel” y de ondas. No estará de más considerar, con visión de conjunto, ese reparto de las fuerzas ya en combate: De entrada, los diarios se reparten entre los que dan máxima visibilidad al candidato socialista, o quienes prefieren repartir titulares y portada: “Rajoy ofrece regeneración, frente al giro radical de Rubalcaba”, interpreta el ABC dominical, con fotos de Aznar, Rajoy… y Del Bosque… El sábado, el mismo diario había informado, esta vez con foto de Rubalcaba: Por fin deja el Gobierno”. Algo parecido se produce en La Razón: R de Rubalcaba: recesión y recortes; frente a R de Rajoy: Recuperación y reformas. Y el sábado: Montaje Rubalcaba. La Gaceta es el tercer diario opositor al candidato socialista: Basten un par de “piezas” de sus titulares de domingo y sábado: Rubalcaba se declara orgulloso de haber pertenecido al Gobierno de González: Gal, Filesa, Roldán, Ibercorp y Fondos reservados… Y también: Rubalcaba deja el Gobierno para liderar “la campaña más sucia de la democracia”, según teme el PP… En la otra banda, de papel, se pueden mencionar a El País y a Público Rubalcaba asume el liderazgo socialista con un amplio programa de reformas, ; Rubalcaba toma el mando del PSOE, ha titulado el primero de los dos órganos prosocialistas. Y en el segundo: Fórmula Rubalcaba: el discurso del candidato sienta las bases del nuevo programa socialista. Y el sábado: Rubalcaba acelera, da un nuevo paso… Y lo leído en la prensa, se puede deducir de lo que han hecho y harán las cadenas de radio o de televisión. El campo está ya perfectamente marcado, y sólo algunos diarios sorprenderán a sus lectores… Porque, desde la portada, ya se puede adivinar bien a las claras en qué parte del campo está cada jugador, y si sus valoraciones serán favorables o adversas, sin temor a equivocarnos. En las últimas horas ha podido añadirse un nuevo factor: a los bancos no les gustan algunas ideas de Rubalcaba, y podrían tener la tentación de alinearse en las siglas contrarias…
Por lo demás, el juego ha comenzado, y cada cual conoce sus riesgos y a qué aspira el adversario. El PP aspira a que se mantenga la tendencia ya comprobada en las autonómicas y municipales, cuando “el poder socialista” fue barrido de manera implacable se supone que por causa de la crisis económica, financiera y todas las restantes crisis añadidas. El PSOE confía en haber pagado ya con abundancia esa factura de enfrentarse a los problemas derivados de la mayor crisis de los tiempos modernos, y espera que el debate vuelva a situarse en las ofertas y programas y en la capacidad de los correspondientes candidatos y sus respectivos equipos. A saber: ¿Qué actuación hubiera tenido Rajoy frente a la crisis? Ya sabemos la que tuvo, prácticamente nula, salvo la oposición permanente a las iniciativas del “gobierno adversario”. ¿Quién puede sacar antes y mejor a la población española de este mal trance? ¿De quién cabe esperar más esfuerzos? ¿Quién tendrá mejores equipos e ideas? Es apreciable que en el socialismo español ha surgido una nueva esperanza, y nuevamente se evoca la idea de que el electorado español es mayoritariamente “de centroizquierda”. Pero ni mucho menos está todo dicho y hecho, aunque el plazo del combate sea estrecho…Precisamente, esos plazos breve para la exhibición de los propios méritos, y de la desautorización del contrario, van a obligar a quemar etapas. No hay tiempo que perder. ¿Para cuándo, por ejemplo, un primer debate entre los dos candidatos? Sería enormemente ilustrativo para muchos ciudadanos… Una cosa es evidente: el nuevo candidato socialista, y sus propuestas infunden, por lo menos, respeto a los populares. Y les obligará a reaccionar con un programa más novedoso del que hasta ahora han difundido en iniciativas sueltas. Hemos entrado en esa etapa de ofertas y contraofertas que incluso podrían estimular a unos votantes fatigados y con muy escasas ilusiones de obtener algo nuevo y provechoso de los políticos.
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