Urdangarín, sus negocios
y el “geriátrico” y “camponsanto” Tribunal de Cuentas
Hacía algunas semanas que
el “cuñadísimo” y sus suculentos negocios no merecían grandes
atenciones. Este lunes, vuelve a merecer primera página en El Mundo,
donde se cuenta que Iñaki Urdangarin y Diego Torres se llenaron los
bolsillos de dinero público aún más de lo que pensábamos. El
Tribunal de Cuentas ha revelado que los dos cabecillas de la trama
Nóos lograron un beneficio neto de un millón en cada un en cada uno
de los Valencia Summit. El coste real de esa iniciativa fue de
160.000 euros por edición, siete veces menos de la factura que
satisfizo la Comunidad Valenciana: 1,1 millones en 2004 y 1,2
millones en los años 2005 y 2006. O sea, 3,5 millones en tres años,
con algo más de un millón “limpio” por año... Una curiosidad
aparece en esta nueva crónica de El Mundo: La fuente informativa,
esta vez, resulta ser el tribunal de Cuentas, Institución a la que,
curiosamente, también este lunes dedica atenciones el diario El
País. En este diario se habla de El Tribunal de Cuentas como de “un
camposanto para dinosaurios”, y “un geriátrico que no controla
nada”. Un Tribunal pendiente de renovación desde hace año y
medio, cuando los consejeros concluyeron su último mandato de nueve
años. Recuerda El País que PP y PSOE llegaron al compromiso de
renovar sus miembros antes del día treinta de este mes, por lo que
esta misma semana debería hacerse pública la imprescindible
renovación. Y sin embargo, hasta el momento no hay noticia de que se
hayan reunido los representantes de los dos grandes partidos para
resolver la cuestión de los nombres.
De manera que,
curiosamente, coinciden los dos aspectos de la noticia: El control
que el Tribunal de Cuentas ha hecho de las “felices andanzas” de
Iñaki Urdangarín hace 8, 7 y 6 años en el paraíso valenciano de
Francesc Camps, cuando muchos hacían pingües negocios a costa del
presupuesto autonómico y cuando nada hacía prever que la falta de
calefacción en una escuela, el pasado invierno, iba a provocar todo
un estallido de protestas y de revelaciones sobre la desastrosa
administración de los fondos públicos de la Comunidad. Todavía
este lunes, el presidente Fabra defendía la conveniencia de mantener
la prueba de Fórmula Uno por las calles de la ciudad del Turia, otro
de los lujos que inventó Camps para atraer las atenciones
universales sobre su prodigiosa Comunidad... en ruinas.
Pero, volvamos a
Urdangarín y los nuevos datos conocidos ahora: El Tribunal de
Cuentas ha fiscalizado, a petición del juez que instruye la
denominada Operación Babel, las jornadas bautizadas como “Valencia
Summit”, y relata que Urdangarín y su socio, Diego Torres,
llegaron a exigir inicialmente unos honorarios de 1.044.000 euros por
el diseño del proyecto, mientras pedían que los gastos de montaje
de la iniciativa corrieran a cargo de la Administración autonómica.
De haber prosperado esa idea, Urdangarín y Torres se hubieran
embolsado todo el coste del contrato, sin gasto alguno, simplemente
por poner la idea, y sin incurrir en ningún gasto material para
llevarla a la práctica. ¿Qué fueron los Valencia Summit?
Encuentros de dos días de duración que tenían como objeto analizar
el impacto de los grandes eventos en las ciudades, por un coste de
1,351.638n euros. Finalmente, según el relato de hechos, la
Generalitat aceptó correr con los gatos de la iniciativa, pero
rebajó los honorarios de Urdangarín y su socio, modificando a mano
la cantidad inicial sobre el presupuesto presentado por el Instituto
Noos. Además de la Generalidad Valenciana, también apareció como
patrocinador público el Ayuntamiento de Valencia. Los datos a los
que ha tenido acceso el Tribunal de Cuentas detallan el expediente
de contratación: se emplearon 4.888 euros en decoración, 7,348 en
cartelería, 24.551 euros en audiovisuales, 22.587 en panelados,
5,508 euros en moquetas, 1.511 en limpieza y 413 en azafatas de
congresos, a los que se añadieron otros gastos que también
corrieron a cargo de la Generalitat valenciana: 7320 euros en
intérpretes, 1.280 4uros en plantas, y 21.596 euros en chóferes,
así como 61.571 euros en catering... El Mundo ilustra la
información con la foto de la familia Urdangarín-Borbón, de
quienes cuenta que “siguen su vida como si tal cosa”. Y relata
que recientemente pasaron con sus hijos un puente largo en un hotel
de Las Vegas, un establecimiento de superlujo, con spa, centro
comercial, casino y un espectáculo permanente del Circo del Sol...
En cuanto a la reelección
del Tribunal de Cuentas, proporciona El País de este lunes algunos
datos sobre sus componentes actuales: Ubaldo Nieto de Alba, 81 años,
lleva 30 años en la Institución; Juan Velarde, de 85, es consejero
desde hace 20 años, Ciríaco de Vicente, de 75 años, es consejero
desde hace 21 años. Rafael Corona y Manuel Núñez -éste último,
el presidente-, tienen 78 años cada uno y llevan diez años en el
tribunal. Si fueran reelegidos, estos personajes llegarían al
término de su eventual nuevo mandato cuanto ya tuvieran 90, 94, 85,
88 y7 88 años, respectivamente. Ganan 112.000 euros anuales, más
antigüedad, coche oficial, dos secretarias y seis mil euros anuales
de gastos protocolarios por consejero... ¿Quién no querría ser
consejero del Tribunal de Cuentas?
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