domingo, 9 de septiembre de 2012

RUBALCABA AVANZA HACIA SU REFORZAMIENTO


Dificultades del Gobierno y reforzamiento de la Oposición
Se supone que cuantas más dificultades y errores cometa un Gobierno, más se engrandece y refuerza un partido de la Oposición, y más cerca está, o vuelve estar, del poder. Diversas informaciones periodísticas abundan este domingo en esa relación de fuerzas de Gobierno PP y Oposición PSOE. Por ejemplo, señala en su portada el diario El País que “el PP se instala en el miedo sal creciente malestar entre sus seguidores, y que Barones del partido deciden actuar por libre”.  Y añade el dato de su propia encuesta: seis de cada diez votantes del PP ya no confían en Rajoy. El descrédito de los gradúes partidos beneficia a IU y UPD…  A su vez, en ABC, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, niega esas presuntas dificultades interiores: No es verdad que el caso Bolinaga haya dividido al PP”, dice contrariamente a lo que opina y manifiesta su “maestra”, Esperanza Aguirre… Doña Dolores abunda en algunas de sus propuestas más extravagantes, como que los diputados regionales dejen de tener sueldo: Los ciudadanos agradecerán que demostremos que nos hacemos cargo de sus sacrificios. Y los dirigentes socialistas deberían ser los primeros en aplaudir estas medidas”. ¿Y los sueldos de Cospedal?, se han preguntado muchos. En La Razón, otro barón “pepero”, Núñez Feijoo, incita a cuestionar: “Hay que preguntarse si podemos mantener 17 parlamentos autonómicos” Pero añade que hay que ayudar a las CCAA, pero tienen que cumplir el déficit. “Tenemos que reforzar las competencias del Estadio en Educación y Sanidad, dice también., Y que “en las elecciones, me la juego yo y los gallegos, no Rajoy”…. Cospedal también da su voto a Feijoo: “Galicia es una de las CCAA más solventes gracias a los ajustes de Feijoo”. Y sobre Euskadi, sostiene Cospedal que el PP en el País Vasco es la única garantía frente al independentismo”. Bueno…, se cuenta La Gaceta que las víctimas del terrorismo, piden la dimisión del ministro del Interior y exigen a Rajoy voz y voto en la política penitenciaria. La AVT, completa, manifiesta su hartazgo por  las concesiones que hace el Gobierno a los presos etarras. Muchos frentes abiertos para el PP: Eventual segundo rescate económico, política antiterrorista, recortes y hasta debate de la razón de ser de las autonomías…
Sostiene un trabajo de este domingo en El País que Mariano Rajoy nunca ha tenido vocación de líder que arrastre ciegamente a sus votantes. Las encuestas siempre han reflejado que era visto como mal menor, que no entusiasmaba ni ilusionaba pero era el instrumento para ganar elecciones, aunque impulsado por las circunstancias, y podía ser el presidente para salir de una situación difícil. Después de más de ocho meses en el Gobierno, la encuesta de Metroscopia para El País muestra el desencanto y el deterioro notable de su imagen, incluso entre sus propios votantes, con un rechazo mayor que el que provocan las siglas del PP. La marca de los populares está dañada y ha desperdiciado nueve puntos de ventaja con respecto al PSOE desde las elecciones de noviembre de 2011, pero el desgaste del presidente es mucho más acusado que el de su partido. La imagen de Rajoy aplicando medidas distintas de las incluidas en su programa electoral, sin un relato claro como presidente e improvisando para hacer frente en cada momento a los acontecimientos, tiene reflejo claro en el sondeo, porque en el último mes ha caído en ocho puntos su valoración y el saldo negativo entre los que aprueban y desaprueban su gestión es de 52 puntos porcentuales. Los ciudadanos no suelen perdonar la impostura y, en este caso, los votantes del PP que apoyaron un programa que, por ejemplo, excluía más impuestos y ahora ven como se incumple con la subida del IVA, castigan a Rajoy con una mínima aprobación de su gestión (54%, frente a 39% que lo desaprueban). Crece también ocho puntos en un mes la desconfianza de los ciudadanos en Rajoy. La desilusión y desafección de los votantes populares se refleja directamente en que hay más electores del PP que desconfían de Rajoy (59%) que los que aún mantienen la fe en el presidente del Gobierno (40%). “Quien me ha impedido cumplir mi programa ha sido la realidad”, adujo el presidente en Abc la pasada semana, y ahora la encuesta muestra que ha provocado una brecha creciente con su electorado. Un 70% de los ciudadanos asegura que Rajoy improvisa y ya son mayoría los votantes del PP que respaldan esa tesis crítica. Casi todos los efectos negativos de la gestión del Gobierno han recaído sobre los hombros de su presidente, aunque no haya tampoco ningún ministro con valoración positiva. Su credibilidad se ha desplomado a una velocidad más acusada que la de sus predecesores, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, que acabaron sus días sepultados por las dudas hacia su palabra. Aznar dijo lo de “créanme, hay armas de destrucción masiva” y perdió su credibilidad, y Zapatero sepultó la suya con la negación de la crisis y aplicando luego medidas alejadas de su proyecto. Rajoy ha tardado solo ocho meses. En estimación de voto, sigue diciendo este análisis de datos, el PP no ha cambiado en un mes, lo que quiere decir que la marca ha frenado la caída por el malestar ciudadano ante la crisis, la ausencia de expectativas para ver el final del túnel y la dureza de medidas como la subida del IVA y los recortes de sanidad y educación, entre otros. Al menos, el verano ha frenado el desgaste. Si hubiera ahora elecciones, tendría el 30,9% de los votos, casi 14 puntos por debajo del resultado que logró hace ocho meses. Esa situación tiene reflejo en la caída de la fidelidad de voto, porque sólo uno de cada dos votantes del PP (52%) estaría dispuesto a repetir si hubiera elecciones en este momento. Desde el 20-N esa fidelidad ha caído en más de 40 puntos porcentuales, sus votantes han dejado de estar movilizados o están ya desilusionados. Con estos datos es aún más evidente el riesgo que corre el PP en las elecciones autonómicas gallegas del 21-O. Si se plantean como un plebiscito de la gestión de Rajoy, asume ser castigado en las urnas con Alberto Núñez Feijóo como persona interpuesta. Eso explica el interés de los socialistas por meter a Rajoy en campaña y, en paralelo, el empeño del PP gallego por sacar al presidente del Gobierno de sus actos. Algo parecido, salvando las distancias, a lo que le pasó a Zapatero al final de su mandato, cuando sus barones regionales evitaban su presencia en la campaña. Y queda aún el efecto del previsible rescate europeo y las condiciones que imponga Bruselas. La encuesta no mide expresamente el efecto de las disputas en el PP por el caso Bolinaga y la opinión ciudadana ante la excarcelación del etarra. Sin embargo, sí es coherente el resultado con la brecha que el Gobierno puede estar abriendo con los votantes del PP, que se suma a la ya constatada sobre las decisiones económicas que ha ido adoptando. Por eso, el sondeo es compatible con la preocupación de La Moncloa y la dirección del PP por la distancia que el caso pone con una parte de sus bases, la que tiene como imagen visible a Jaime Mayor Oreja y a Esperanza Aguirre, y en el fondo al propio Aznar que, según fuentes del partido, ha hecho saber su disgusto por la gestión de este asunto. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, responsable del caso, aunque con respaldo directo del presidente del Gobierno, baja ligeramente en su valoración. La del conjunto del Ejecutivo no mejora la de su presidente y también es negativa. No aprueba ninguno de los ministros; el titular de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, es el peor valorado, seguido de la ministra de Empleo, Fátima Báñez; y el que tiene mejor imagen es el de Defensa, Pedro Morenés, pero a la vez es el menos conocido. Los únicos datos positivos para Rajoy y su Gabinete son los del principal partido de la oposición y su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba. El secretario general del PSOE sigue lastrado por la gestión del Gobierno de Zapatero, en busca del grado conveniente de dureza en su labor de oposición. En un mes ha crecido en seis puntos porcentuales la cifra de españoles que desconfía de él y la brecha con su electorado es también enorme: una mayoría de votantes socialistas desaprueba su gestión como líder de la oposición y un 76% tiene poca o ninguna confianza en él. La estimación de voto del PSOE baja en 0,5 puntos en un mes y 4,6 puntos desde las elecciones generales. En fin, concluye El País, el desplome de los dos principales partidos, como consecuencia del malestar ciudadano frente a los políticos, tiene tres claros beneficiarios: la abstención, UPyD e Izquierda Unida. Según la estimación de Metroscopia, en este momento la participación electoral sería del 60%, es decir, diez puntos menos que la registrada en noviembre de 2011. Con la precaución de que en este momento no hay elecciones convocadas y, por tanto, no hay movilización, esa sería la menor participación desde la aprobación de la Constitución. En cuanto a IU, la federación que encabeza Cayo Lara, rentabiliza desde la izquierda el malestar ciudadano y mantiene un 12,4% de estimación de voto, muy cerca de doblar el 6,9% que logró el 20-N. UPyD consolida el 9,8%, más del doble de su resultado en noviembre (4,7%). El partido de Rosa Díez se beneficia del rechazo de los encuestados a los dos grandes partidos, del descrédito de las instituciones y del pesimismo ante la crisis, con su discurso cuestionando el funcionamiento del sistema y pidiendo cambios en el Estado autonómico.
Entre tanto, en el otro frente, el PSOE parece decidido a rearmarse. Se cuenta en El Confidencial, en un excelente análisis de Gómez Alba, que, con el horizonte inmediato de un país estigmatizado por un rescate europeo que acarreará una fuerte pérdida de soberanía y más recortes, y con una población que pisa la tenue frontera que separa el malestar de la desesperación, Alfredo Pérez Rubalcaba solemnizará hoy ante el Comité Federal del PSOE un antes y un después en su estrategia de oposición. Al grito de “se acabó la herencia recibida”, el sanedrín socialista refrendará con alivio un cambio de tercio que algunas voces críticas venían reclamando desde el comienzo mismo de la legislatura por considerar “tibia” y hasta “entreguista” la oposición ejercida hasta ahora. Pero Rubalcaba ha preferido “cargarse de razones” frente a un Gobierno con el que, desde comienzos de agosto, no mantiene otro cauce de comunicación que el establecido, con escaso contenido, entre Valeriano Gómez y Luis de Guindos. Las “razones” de Rubalcaba se resumen en dos: Rajoy ha despreciado su mano tendida al acuerdo y, parafraseando el debate preelectoral en EEUU, España está hoy peor que hace diez meses. Y estas dos razones se resumen en una: lo que viene será peor y más duro. El Comité Federal avalará el rechazo a un rescate que implique nuevos recortes. Tomada ya la medida a la casta del morlaco gubernamental, el redoble de tambores y trompetas del Comité Federal simbolizará la llegada del momento para el tercio de varas. “El Gobierno ha demostrado que no quiere nuestra ayuda y todo lo que ha hecho, desde la intervención de Bankia hasta el memorándum para el rescate financiero, ha sido un desastre. Estamos haciendo el ridículo en Europa y el malestar social en España es muy grande. No apoyaremos un rescate con nuevos recortes. Zapatero impidió el rescate preservando la red social, y Rajoy está rompiendo la red social y va a conseguir que nos rescaten. Ya nadie confía en Rajoy, ni en su propio partido”, argumentan los picadores de Rubalcaba. Y, en una segunda tanda de puyazos, añaden: “El memorándum para la reforma financiera se ha debatido ya en tres Parlamentos y ninguno es el de España, donde está en trámite un proyecto de ley para una reforma de la que ya nadie se acuerda ni sabe nada. El rescate financiero sólo ha sido un pre-rescate y, con un presidente que va por Europa con la cabeza gacha y de lado, ahora vendrán a decirnos lo que hay que hacer los hombres de negro, que podrán meter la mano hasta en la articulación territorial de España”. No hablan a humo de paja, sino observando el humo que sale de las barbas quemadas del vecino Portugal.  Las dudas sobre el carácter de las primarias para elegir al candidato presidencial se dan por zanjadas: serán “abiertas”.  Además, la primera reunión del sanedrín socialista que se celebra desde el comienzo del mandato de Rubalcaba ha sido diseñada por su equipo para escenificar también algunos cambios en el funcionamiento interno. Rubalcaba pondrá fin a la práctica de una década en la que el discurso inaugural del secretario general era abierto a los medios de comunicación y pondrá el colofón con una rueda de prensa. El argumento oficial es que quiere “volver a la tradición del debate en el que todo el mundo se puede expresar con libertad”, sin el condicionamiento de estar sometidos a la presión de la luz y los taquígrafos. Pero resulta evidente que también persigue que de las reuniones del Comité Federal salga una voz única, la suya. Está por ver que lo consiga, porque los barones se han acostumbrado a convertir estas convocatorias en una plataforma para su propia proyección, hasta degenerar en un rosario de miniruedas de prensa; y porque cuando los periodistas no pueden escuchar en directo, han de recurrir a las versiones de segunda mano, casi siempre interesadas.  La intervención del secretario general a puerta cerrada se vende como un regreso al debate libre, pero busca también unificar el mensaje. Rubalcaba no espera otra oposición interna que la ya descontada del madrileño Tomás Gómez, que ha tomado para sí el testigo de la difuminada Carme Chacón, enarbolando desde el primer día la bandera de la oposición de combate. Pero también hay quien cree que Rubalcaba se equivocará si sucumbe a la creencia de que practicando la misma oposición que hizo el PP obtendrá los mismos resultados que cosechó Rajoy. Así, una vez más, el secretario general tendrá que hacer alquimia para lograr el sincretismo entre las dos almas del PSOE. El Comité Federal de los socialistas abordará también el escenario de las próximas citas electorales en el País Vasco, donde la hipótesis más favorable es conseguir un resultado que obligue al PNV a contar con ellos; y en Galicia, donde no se descarta la posibilidad de arrebatar el Gobierno al PP, pero se acude con la tranquilidad de que si eso ocurre será un severo revés para Rajoy, pero tendrá un impacto limitado si el PSdG sigue en la oposición. Y, finalmente, convocará para noviembre la primera de las tres conferencias que tiene programadas para la legislatura. Esta conferencia debe abordar cuestiones de funcionamiento interno, como el marco para las primarias de las que debe surgir el candidato presidencial. Está fuera de toda duda que serán “abiertas” porque es un mandato del último Congreso que la conferencia no podría revocar, pero será el Comité Federal el que finalmente establezca las reglas para determinar quién puede participar y cómo –los que suscriban un documento de “compromiso progresista” y mediante el abono de una cantidad simbólica de entre uno y tres euros-. Para evitar trasladar la imagen de que el PSOE dedica su energía a sus asuntos internos, en el frontispicio de la Conferencia se pondrá el debate sobre los cambios de la política que reclaman la encrucijada de la Unión Europea y la creciente desafección ciudadana. Es un asunto mayor porque esta creciente desafección puede derivar en una completa crisis del sistema.
De la reunión del PSOE habla también El Mundo. En concreto, de la de propuesta de resolución del Comité Federal del PSOE, que anuncia una oposición frontal a que el Gobierno pueda pedir el rescate de España con condiciones que empeoren, aún más, la vida de los ciudadanos.En dicha resolución se puede leer que "el PSOE ha colaborado lealmente con los intereses generales del país y de sus ciudadanos para evitar la intervención de España". Pero añade, que a partir de aquí, "los socialistas se opondrán rotundamente a medidas que, con una u otra modalidad, se traduzcan en más condicionalidades y exigencias que tendrán como consecuencia mayores sacrificios para los ciudadanos, a los que el Gobierno ha convertido en sus víctimas". En un texto muy duro, donde parece que se anuncia que se va a incrementar la intensidad de la oposición del PSOE al Ejecutivo de Mariano Rajoy, se afirma que se ha intentado tender la mano al Ejecutivo sin éxito, por lo que a partir de ahora, "nuestra oposición va a ser firme y nítida ante los errores y desmanes del Gobierno, e intransigente con las políticas que suponen un desmontaje del Estado de Bienestar y la desifugación de los derechos amparados en nuestra Constitución". En la resolución se denuncia la reforma laboral, la subida del IVA y del IRPF, la amnistía fiscal a los desfraudadores, el maltrato a las comunidades autónomas, y se termina aseverando que "España está siendo arrastrada por la desastrosa gestión que el Gobierno lleva a cabo de la crisis económica". Finalmente, se hace un análisis de las elecciones autonómicas que se celebrarán en octubre -las vascas y las gallegas-, donde el PSOE deposita mucha confianza: "Son una oportunidad para que los ciudadanos reprueben la política del Gobierno". Rubalcaba sabe que hay voces contrarias en el seno de su partido a la oposición que se ha ejercido hasta ahora, y parece que con la resolución política y el discurso con el que abra el Comité Federal quiere convencer al PSOE de que empezará a situarse en una oposición más contundente ante el Gobierno de Rajoy.
De la reunión socialista señala La Vanguardia que, por primera vez en más de una década, el secretario general del partido no realizará su informe de gestión en abierto para los medios de comunicación, una práctica habitual cuando José Luis Rodríguez Zapatero era secretario general. Desde la dirección federal se ha justificado este cambio en el hecho de que Rubalcaba quiere que los miembros del Comité Federal puedan expresarse con libertad una vez oída su intervención inicial a puerta cerrada. Precisamente se espera que Rubalcaba escuche de viva voz algunas quejas sobre su línea de oposición, formuladas en los últimos meses por varios dirigentes socialistas. Entre ellos se encuentra el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, uno de los más críticos con Rubalcaba y quien ha anunciado que planteará en el Comité Federal que el PSOE se sume a las exigencias de otras organizaciones políticas y sindicales para que el Gobierno convoque un referéndum si España es rescatada. También se ratificarán en esta reunión las candidaturas para los comicios autonómicos de Galicia y Euskadi (encabezadas por Pachi Vázquez y Patxi López), se convocará la Conferencia Política de los días 10 y 11 noviembre y se aprobarán los cambios en los estatutos y en el reglamento del partido. Al mismo tiempo se debatirá una resolución política, en la que se pone el énfasis en la "desastrosa" gestión del Gobierno de Mariano Rajoy, que, en opinión del PSOE, va a conducir a que España tenga que ser rescatada. En este contexto, se deja claro que el PSOE no apoyará un rescate, "se llame como se llame", que suponga más esfuerzos a los ciudadanos.
Según ha relatado ABC, el PSOE ha querido otorgar especial protagonismo en su reunión a Patxi López y Pachi Vázquez. Ambos se han situado también en la primera fila del lugar destinados a la cúpula del partido, junto a Rubalcaba, Valenciano, Óscar López y Gaspar Zarrías, entre otros. Las expectativas del PSOE ante las elecciones vascas y gallegas del 21-O serán uno de los principales ejes de la reunión del Comité Federal socialista, que se ha constituido hoy oficialmente ya que era la primera cita de este órgano de dirección del partido desde la celebración del Congreso de Sevilla en el que Rubalcaba fue elegido secretario general. Al inicio de la reunión, el Comité ha elegido también a los miembros de la mesa de este órgano: Rosa Eva Díaz Tezanos será su presidenta, mientras que el vicepresidente será Juan Pablo Durán-de Andalucía- y la secretaria de actas Nuria Martín, de Cataluña.
En fin, el Gobierno está debilitado. Falta hace que se refuerce la Oposición…

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