jueves, 1 de agosto de 2013

EL ÁSPERO DEBATE SOBRE EL CASO BARCENAS

Durante la jornada de este jueves, el debate sobre el Caso Bárcenas ha ocupado a la clase política y a buena parte de la opinión pública española. Duros discursos, tanto de Rajoy como de Rubalcaba, sobre un caso que emponzoña la fiabilidad del principal partido, hoy gobernante, y de su principal dirigente, el presidente Rajoy. Los diarios darán buena cuenta del debate en sus ejemplares de mañana, viernes, aunque ya este jueves hay referencias al debate o al caso Bárcenas - El País: El juez impone seis millones de fianza a la esposa de Bárcenas. Rajoy comparece hoy para explicar la financiación del PP - El Mundo: La oposición avisa a Rajoy de que tiene hoy su última oportunidad de decir la verdad. - La Razón: Rajoy anunciará medidas para evitar casos como el de Bárcenas. Promoverá en su comparecencia de hoy ene. Senado seis reformas legales contra la corrupción. Negará las acusaciones del extesorero y pedirá estabilidad para no entorpecer la recuperación - La Gaceta: Cero horas: Ahora o nunca. Máxima expectación ante la comparecencia del preside te del Gobierno en el Congreso, donde deberá convencer a los españoles de su declarada inocencia en torno al Caos Bárcenas. - La Voz de Galicia: Rajoy, obligado a desmontar hoy en el Congreso las acusaciones de Bárcenas - El Economista: Rajoy sopesa anunciar hoy una rebaja del IRPF para 2014. Centra el debate en la economía para difuminar el ‘caso Bárcenas’ La Infanta, y otras irregularidades - El País: La Infanta se nuda a Suiza con sus hijos pero sin Urdangarín. Gestionará proyectos con la ONU - El Mundo: Primer paso hacia el divorcio. Carmen Rigalt sobre la “huida” de Cristina a Suiza. - ABC: Doña Cristina se instalará en Ginebra. Se traslada con sus hijos, e Iñaki Urdangarín residirá en Barcelona - La Vanguardia: La Infanta Cristina y Urdangarín se van a vivir a Ginebra. El duque de Palma seguirá residiendo oficialmente en España, mientras dure su proceso judicial - La Vanguardia: Más asegura que el Caso Palau incumbía al extesorero de DCD. La oposición reclama al president que se comprometa a dimitir si su partido es condenado por financiación irregular. - La Razón: La Infanta Cristina se traslada a Ginebra para dirigir el área internac9ional de la Fundación La Caixa - La Gaceta: El PSOE defiende al consejero que coacciona a la juez Alaya - La Gaceta: La Infanta Cristina se muda a Suiza con sus hijos, pero sin su marido, el duque de Palma - La Gaceta: Artur Mas, el presidente dle3 por 100, niega comisiones ilegales en el Caso Palau -La Voz de Galicia: La infanta y sus hijos se trasladan a vivir a Suiza sin Urdangarin, que se queda en Barcelona La Tragedia ferroviaria - El País: Así fue la tragedia del tren de Santiago. Reconstrucción del peor accidente ferroviario con testimonios y datos del sumario judicial. El revisor telefoneó desde el convoy al maquinista para pedirle que apeara a una familia en Pontedeume. Tras dos minutos de charla, a las 20,41, el Salvia descarriló. Esta es la historia - El Mundo: El interventor y el maquinista ocultan la llamada indebida. Omitieron a la Policía y al juez la conversación que tuvieron en el interior del tren so re la baja de una familia con niños - ABC: El interventor del convoy alega que quería ayudar a unos pasajeros. Sí, yo llamé al maquinista antes del accidente. El conductor admite ante el juez la llamada que omitió en su primera declaración. ABC entra en la cabina del tren de Santiago. Imágenes de la cabina del Alvia accidentado - El Periódico: Periódico: Investigación de la tragedia: La llamada al maquinista fue del interventor - La Razón: El interventor fue quien llamó al maquinista justo antes del accidente. Garzón y Martín Marugán, en la imagen después del siniestro, ocultaron la conversación telefónica a la Policía - La Voz de Galicia: El maquinista y el interventor ocultaron que hablaban por el móvil antes del accidente. Instalan una señal de reducción a 30 km/h justo antes de la curva de A Grandeira Entrevista al presidente de Renfe: «El ERTMS estará operativo antes de fin de año» El déficit de las autonomías y otras cuestiones económicas - El País: El CSIC pierde el 10 por 100 de su plantilla en solo un año y medio - El País: El beneficio de las empresas rece de nuevo tras dos años a la baja - El Mundo: Habrá déficit a la carta, pero Mas ve inadmisible el 1,58 por 100. Madrid, única comunidad del PP que vota en contra al creer injusto que se premie a los que incumplen. Asturias y Canarias también se oponen - El Mundo: España vuelve al superávit comercial por el boom de las exportaciones - ABC: Madrid rechaza el déficit a la carta. Plan de ayuda para 2013-15. Hacienda eleva el tope a las regiones que incumplen el déficit - La Vanguardia: Cataluña debe ajustar hasta 2.600 millones este año. Hacienda fija el techo del déficit en el 1,58 por 100, el peor escenario del Govern. Mas Colell no aclara si seguirá con el presupuesto prorrogado del 2012 - El Periódico: Nuevo varapalo a la Generalitat... El límite de déficit obligará a otro gran recorte. Montoro impone de 800 millones a Catalunya. El Govern deberá decidir si hace un nuevo presupuesto. Mas-Colell vota en contra de la decisión adoptada en el Consejo de Política Fiscal. La Generalitat tendrá que limitar su déficit al 1,58% en el año 2013 y al 1% en el 2014 - La Vanguardia: El banco malo quiere derribar viviendas inacabadas. La Sareb tiene identificados 160 proyectos bloqueados que podrían acabar demolidos El El Periódico: Mancha ancha con las tiendas. La Generalitat renuncia a multar a los comercios que abren en festivo. - La Razón: Montoro aprueba el déficit a la carta en 2013 para las regiones incumplidoras. Madrid vota en contra del acuerdo, que favorece a Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares y Murcia - La Gaceta: El Gobierno concede el déficit a la carta a cinco CCAA, Cataluña y Andalucía incluidas. - El Economista: Montoro se salta la Ley al premiar el exceso de déficit autonómico. Establece topes ‘a la carta’ y Madrid, Canarias, Cataluña y Asturias votan en contra - Una semana después de la tragedia ferroviaria, según El País: Una semana después de que el accidente de tren más grave sucedido en España en los últimos 40 años acabara con la vida de 79 personas que viajaban de Ourense a Santiago de Compostela, la mayoría de las incógnitas del siniestro empiezan a despejarse. Son dos los hechos que parecen determinantes. El maquinista iba a una velocidad excesiva, 192 kilómetros por hora poco antes del descarrilamiento —que duplicaba la permitida en la curva del accidente (80)—. Además, había estado hablando por teléfono con el revisor del convoy hasta segundos antes de la tragedia. EL PAÍS reconstruye los puntos clave de la tragedia. Salida de Ourense. 20.00 del miércoles 24 de julio El tren Alvia S-730 que hace el trayecto Madrid-Ferrol sale de la estación de Chamartín a las tres de la tarde. El convoy lleva ocupadas 218 de sus 262 plazas, según las cifras de Renfe. En torno a las 20.00, la hora prevista, hace su parada en Ourense. En esa estación hay un cambio de conductor y Francisco José Garzón Amo, de 52 años, de familia ferroviaria de Monforte de Lemos, toma el mando del tren, conducido hasta entonces por Javier Illanes Álvarez. Si todo va bien, llegará a Ferrol a las 22.36. Recorre tres veces por semana el trayecto desde el año pasado y lo conoce bien. La primera parada que se va a encontrar es Santiago de Compostela, donde llegará en apenas 42 minutos. Son 87 kilómetros con 31 túneles y 38 viaductos. A 200 kilómetros por hora hasta Santiago bajo el control del sistema ASFA El Alvia sale de Ourense a 100 kilómetros por hora. Tres kilómetros después alcanza los 200, velocidad de crucero que mantendrá hasta poco antes de llegar a Santiago. El tren está controlado bajo el sistema de seguridad ASFA, que no avisa ni frena de forma automática cuando el conductor sobrepasa los límites de velocidad de cada tramo a no ser que se superen los 200 kilómetros por hora. Cuando se circula a menos de 200, todo depende del maquinista. Es él quien acelera o reduce la velocidad. En torno al kilómetro 77, una señal lateral avisa de que se está aproximando a la bifurcación de A Grandeira (situada en el kilómetro 85). Junto a la hoja de ruta que el conductor maneja en papel, y su cuadro de velocidades máximas, es la indicación de que se está acercando a Santiago. Garzón, además, lleva descargado en el iPad su libro de órdenes, como hace siempre. Sucesión de túneles… y una llamada telefónica A unos 10 kilómetros del punto del accidente, tres túneles de unos 700 metros cada uno desembocan en un largo viaducto. El tren pasa después por un nuevo túnel, el de Marrozos, que finaliza en otro largo viaducto (O Eixo) que a su vez acaba en el llamado túnel de Santiago. Cuando Garzón sale de este último, se topa de bruces con la curva del accidente. Está a menos de 400 metros. En ese momento se da cuenta de que debió empezar a frenar unos 3,5 kilómetros antes, pero ya no hay tiempo. La hoja de ruta dice que en el kilómetro 84,2 el tren tiene que circular como máximo a 80 kilómetros por hora. Él sigue a 192 y está a punto de llegar a una curva peligrosa en el kilómetro 84,3. Ha perdido la concentración por una llamada. Un móvil corporativo El revisor del tren, Antonio Martín Marugán, llama a Garzón dos minutos antes del accidente, según fuentes de la investigación. Lo hace a través del teléfono corporativo. Le pide que, cuando entre en la estación de Pontedeume (A Coruña), lo haga por la vía más próxima a la estación para facilitar la salida de una familia de viajeros con hijos. Martín Marugán viaja en el vagón 3, asiento 2B, acompañado del vigilante de seguridad de Prosegur. Conoce a Garzón desde hace tiempo. Hace la llamada a pesar de que el uso de teléfonos móviles está prohibido para el maquinista para evitar distracciones fatales —los corporativos solo pueden utilizarse en casos de emergencia—. La estación de Pontedeume, sobre la que versaba la petición del interventor, estaba aún a más de una hora y media de Santiago. Es la parada anterior a Ferrol, y la llegada del Alvia no está prevista hasta las 22.15. 79 muertos en el accidente ferroviario más grave ocurrido en 40 años Cuando Garzón se da cuenta de que tiene que frenar de inmediato, activa todos los frenos que están a su alcance, pero ya es demasiado tarde. “En la curva ya veo que no la paso, veo que no la paso”, admite después. Coge la curva a 153 kilómetros por hora y el tren descarrila. Todos los vagones quedan volcados sobre las vías. Uno de ellos queda elevado por encima de un talud de cinco metros de altura. Dos comienzan a arder. “Somos humanos, somos humanos” Tras el accidente, Garzón llama al servicio de incidencias de Renfe para explicar lo que ha sucedido. Aún no conoce la magnitud de la tragedia y sigue en la cabina del convoy. A través de la radio con la que se comunica con la estación, hace un relato de lo que acaba de suceder. Dice que le duelen la espalda y las costillas y que no puede salir. “¡Somos humanos! ¡Somos humanos!”, repite. “Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia”. Reconoce que iba muy rápido: “Tenía que ir a 80 y voy a 190 kilómetros por hora”. Garzón y su primera conversación con la policía La Brigada Judicial de A Coruña instala un puesto de mando para coordinar los servicios. El comisario jefe habla con Garzón, al que se encuentra con la cara ensangrentada ya fuera del tren. “Estoy herido leve. Pero yo no soy lo importante, lo importante son los pasajeros”, dice el maquinista. “La he jodido”. Repite que circulaba a 190 kilómetros por hora. Aún desconoce que hay muertos y la magnitud de la tragedia. Más tarde, aún en el lugar del siniestro, y cuando empieza a ver el número de fallecidos que salen de los vagones, se queja de la curva. “Esto ya lo tengo yo denunciado. No se puede circular por esta vía a esta velocidad sin un protocolo”, lamenta. “Si pillo al de seguridad, lo mato (...) no quiero ver esto”. “¡Cuánta gente muerta! ¿Por qué no habré muerto yo?”, se pregunta. Poco después es trasladado al Hospital Clínico con tres costillas rotas, un neumotórax y una brecha en la cabeza. Ocupa la habitación 301 del mismo centro donde reciben asistencia decenas de heridos del accidente de tren. Bomberos, servicios de emergencia Ambulancias, coches y taxis particulares trasladan heridos al Hospital Clínico, a unos tres kilómetros del siniestro. Los médicos van informando personalmente de la situación de los heridos a los familiares o dan el pésame a los allegados de los fallecidos. Se piden donaciones de sangre. Los bomberos y la policía colaboran en las labores de rescate. Muchos pasajeros han quedado atrapados entre los amasijos de hierro de los destrozados vagones. Los vecinos de Angrois se vuelcan en ayudar a los accidentados. El número de muertos va aumentando a lo largo de la noche: 4, 10, 18... hasta 78 que finalmente se convierten en 79 cuando días después fallece uno de los heridos graves. Domingo 28 de julio. Garzón, imputado “Está detenido por la policía porque qué existen indicios racionales para creer que pueda tener una responsabilidad eventual en lo sucedido”, declara el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en Santiago, sobre el maquinista Garzón. El domingo es dado de alta en el hospital y conducido a comisaría escoltado. “Se le imputa”, añade el ministro, “un presunto delito de homicidio por imprudencia”. El conductor se niega a declarar ante la policía. Diligencias judiciales Durante 50 minutos, Garzón declara ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, Luis Aláez, y el fiscal Antonio Roma. Reconoce que tomó la curva a una velocidad excesiva, pero no da ninguna explicación sobre las razones del despiste. Responde a todas las preguntas, pero solo habla de que cometió un error para el que no encuentra explicación. Repite que no sabe qué pasó ni por qué se despistó.“No ví, no estoy tan loco como para no frenar”, dice, visiblemente abatido por lo sucedido. “La lacra que me va a acarrear para toda la vida es tremenda”. Lunes 29 de julio. Funeral de las víctimas Decenas de personas se concentran el lunes en la catedral de Santiago de Compostela para rendir homenaje a las víctimas del accidente. Acude a la capital gallega una larga lista de autoridades: los Príncipes de Asturias; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; los ministros Jorge Fernández-Díaz (Interior), Ana Pastor (Fomento) y Alberto Ruiz-Gallardón (Justicia); el presidente de la Xunta, Alberto Núñez-Feijóo; el alcalde de Santiago, Ángel Currás; el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba... Cientos de personas siguen el funeral por una pantalla en la plaza de Quintana. Martes 30 de julio. Se abren las cajas negras El martes, una información nueva procedente de las dos cajas negras del tren siniestrado arroja más luz sobre lo sucedido. Se conoce, finalmente, que alguien habló por teléfono con Garzón minutos antes del accidente. Hasta ese momento, el conductor no había hecho ninguna referencia a esa conversación telefónica. El juez le había preguntado si durante el trayecto había mantenido alguna comunicación con “la torre de control”, a lo que él respondió que no. Tampoco habló ante el magistrado de ninguna otra llamada. Algunos de los compañeros maquinistas de Garzón le preguntan por ello más tarde, tras conocerse la información de las cajas negras, pero él simplemente responde que “no quiere involucrar a nadie”. Miércoles 31 de julio. El revisor era el que hablaba con el maquinista Sale a la luz que quien llamó a Garzón, y apenas dos minutos antes del accidente, fue el revisor del tren, Antonio Martín Marugán, para pedirle que, al llegar a Pontedeume, parara en una vía concreta para facilitar la bajada de una familia con hijos. Le telefoneó a través del móvil corporativo y la llamada concluyó segundos antes del accidente. No solo Garzón había omitido esta información. El propio Martín Marugán, que ayer reconoció a EL PAÍS que fue el autor de la llamada, no la mencionó cuando declaró ante la policía como testigo del accidente. En El Mundo se comenta la llamada del maquinista-interventor El maquinista del tren siniestrado en Santiago, Francisco José Garzón Amo, ha vuelto a declarar este miércoles, esta vez a petición propia, ante el juez instructor del caso, Luis Aláez. Ha explicado que la persona de Renfe de la que recibió una llamada en su teléfono corporativo, momentos antes del descarrilamiento, fue el interventor, Antonio Martín Marugán, que viajaba en el mismo tren(en el vagón 3, asiento 2B) y resultó herido leve. Pero, asegura que no estaba hablando en el momento justo de la salida de vía, sino que había colgado "segundos antes". La llamada duró unos dos minutos. El audio almacenado en las dos cajas negras del tren y extraído el martes en el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago revelaba que Garzón Amo recibió una llamada minutos antes del descarrilamiento en su teléfono profesional para indicarle el camino que tenía que seguir al llegar a Ferrol, el fin de su viaje. Los ruidos que se sentían en la cabina impedían concretar quién era y el Tribunal Superior de Justicia de Galicia emitió un comunicado señalando que "parece un controlador". En un tren Alvia el interventor no puede acercarse a la cabina. Garzón Amo acudió voluntariamente al Juzgado acompañado por su abogada para identificar al interventor como su interlocutor. Y, en su nueva declaración ante el juez Luis Aláez, explicó que la conversación se centró en la vía en la que debía parar al llegar a Pontedeume, un punto del trayecto situado poco antes de su llegada a Ferrol. El contenido concreto de esa conversación lo ha difundidolaSexta Noticias e incluye cuatro frases. "¿Qué tal vais?", pregunta. "Bien, ya estamos llegando", contesta Francisco Garzón. "Cuando entres, hazlo por la vía dos", le indica el interventor. "No te oigo bien", responde el conductor. Después, se pierde la comunicación y se produce la salida de vía. Fuentes de la investigación asegura que la Policía ya había hecho indagaciones que centraban la autoría de la llamada dentro del propio tren y había preguntado por la conversación telefónica a testigos que se creía que podrían haber presenciado la conversación. No obstante, en las declaraciones que habían sido tomadas al interventor, éste no había informado de que hubiese mantenido contacto telefónico con el conductor en los instantes previos al accidente y, según consta en el atestado policial, se limita a decir que no tuvo sensación de velocidad y que había perdido el listado de pasajeros en el accidente. El gallego Antonio Martín Marugán, el citado interventor, ha dicho en una entrevista con EFE que en ningún momento quiso "ocultar"que unos instantes antes de que ese tren descarrilase en Compostela había telefoneado a su conductor. Sexagenario y padre de dos hijos, ha justificado en su conversación la omisión de este dato en su declaración policial: "Estaba muy aturdido. Mi cabeza estaba llena de imágenes terribles. No era trascendental para el accidente. En ningún momento quise ocultar la conversación, y estoy convencido de que Garzón tampoco". De Garzón cuenta Marugán que han "viajado juntos" muchas veces, que se conocían incluso desde antes de que el primero se convirtiese en maquinista, y que estos días no ha hablado con él directamente pero sabe que "está hundido". Al ser preguntado Marugán por si la distracción a la que se ha referido el conductor ante el juez para intentar explicar el accidente pudo deberse a esta llamada, ha manifestado que los maquinistas "no necesitan las dos manos y los dos pies" para pilotar un vehículo de estas características, sino que "puede descolgar" el teléfono y seguir conduciendo, de modo que esa no es la causa. El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, ha afirmado que los maquinistas solo deben utilizar el teléfono móvil corporativo de manera "excepcional" y para "cuestiones trascendentes", como marca el protocolo de la compañía. El maquinista y único imputado por el accidente tampoco había hecho referencia a esta conversación en su primera declaración en el juzgado el domingo. De hecho, en ese interrogatorio, del que se hace eco el diario El País, asegura no recordar haber atendido una llamada justo antes de descarrilar. Pese a esta nueva declaración del maquinista y a que el juzgado ya cuenta con todos los audios extraídos de las cajas negras con las conversaciones mantenidas en la cabina del tren siniestrado, el juez no ha querido dejar la línea de investigación relacionada con el uso de los dos teléfonos móviles del imputado, el corporativo (que se extravió en el accidente) y el personal. En este sentido, ha pedido a las respectivas compañías telefónicasinformación sobre llamadas entrantes, salientes y mensajes de ambos terminales. El domingo, nada más llegar al juzgado el imputado, el juez ya realizó una diligencia manual del teléfono personal de Garzón Amo, pero ahora ha solicitado que se complete a través de expertos informáticos por si manualmente se pudo haber borrado información del mismo. Según informa el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, el juez ha solicitado a Renfe diferente documentación para completar la investigación judicial del caso, a mayores de la investigación policial que sigue en marcha. En concreto, ha solicitado información sobre la vida laboral del imputado que incluya resultados de controles de tóxicos realizados en los últimos años por la empresa, resultados de pruebas de condiciones psicofísicas, bajas, cursos y su experiencia en el trayecto donde se produjo el siniestro. En relación con el día del accidente, el juez ha pedido información a Renfe sobre la hora a la que comenzó la jornada Garzón Amo y el tiempo efectivo de conducción en todos los trayectos en los que trabajó (el tren siniestrado lo cogió en Ourense, pero antes habría llevado dos trenes más). El juez Aláez también quiere conocer el contenido de las cajas negras de otros trenes que hayan realizado el mismo recorrido Madrid-Ferrol que hacía el tren siniestrado y ha reclamado a la compañía ferroviaria documentos sobre velocidades en la línea, sobre la máquina y sobre normativa por la que debe regirse el personal en la cabina. Entre las nuevas diligencias que ha solicitado el juez instructor figura también petición de información a Adif como organismo responsable de las vías y estaciones. En concreto, le ha solicitado un informe sobre el estado de las vías y peraltes en la zona del accidente, señales y balizas físicas y luminosas en el trayecto Ourense-Santiago, además del radio de la curva de A Grandeira tras la que descarriló el Alvia. El Tribunal Superior de Justicia también ha aclarado que, hasta el momento, no ha sido llamada a declarar ninguna persona en relación con esta causa, pese a las especulaciones realizadas en las últimas horas sobre la posible declaración del segundo maquinista. Éste había llevado el tren siniestrado entre Medina del Campo y Ourense y seguía a bordo del tren pese a que ya estaba en manos de Garzón Amo porque continuaba viaje hacia su casa en Betanzos (A Coruña). El periódico 'El País' publica la transcripción del interrogatorio judicial, y en ella se ve que se le pide al maquinista un esfuerzo para entender lo ocurrido, algo que resulta infructuoso: "Le digo sinceramente que no lo sé, no estoy tan loco como para no frenar". Sí activó el freno en el último momento, "el neumático, etcétera, todos", pero la tragedia "era inevitable", "es que en la curva ya veo, ya veo que no la paso, veo que no la paso", "antes de que se me venza el tren ya llevo todo activado, y veo que no, que no paso". Garzón Amo explica a Aláez que ha hecho este viaje en más ocasiones -"todas las semanas varias veces"- y que "la reducción de la velocidad cada uno la toma más o menos donde considera que puede llegar a esa velocidad objetivo". Este punto lo concreta más: "Algunos lo toman en el primer túnel, que hay dos, porque el segundo ya desemboca en el punto ese (el 83,400). Pero yo la suelo tomar en la avanzada, que es bastante antes, que está unos cuatro kilómetros antes". "¿Antes de entrar en los túneles que dice?", apunta el juez. "Sí. Por norma general suelo hacerlo así porque la frenada es más suave y casi, casi no tienes que entrar con neumático y vas freno eléctrico". Tras descarrilar, llamó al servicio de incidencias de Renfe, una comunicación en la que habría reconocido su exceso de velocidad: "Tras volcar, lo primero que tiene que hacer cualquier maquinista o trabajador es llamar. Dije que había muchísimos muertos porque era inevitable". Prosigue: "A la velocidad que iba, aunque no pudiera ver hacia atrás, yo sé lo que llevo entre manos y sé que ahí tenía que haber desgracia (...) Es que todo va en que yo debo saber que en ese punto debo ponerme a esa velocidad (80 kilómetros por hora), nada más". Al juez Luis Aláez le cuenta que "cuando fue el golpe andaría entre 180 y 190, no me dio tiempo a nada". ¿Por qué no redujo? "Es que no le doy explicación, no lo comprendo cómo no lo vi". El magistrado le hace una observación, que circula cuatro kilómetros a una velocidad muy superior a la conveniente. Y Garzón Amo concreta que casi a 200 kilómetros por hora cuatro kilómetros "pasan muy deprisa" y que al entrar en los túneles no se da cuenta de que está en ese tramo y no reduce. Afirma que no bebió, extremo que corroboraron las pruebas practicadas -"lo único, café"-, que en el último reconocimiento médico solo tuvo una pega, "estaba demasiado delgado", y que el iPad en el trabajo lo utiliza para sus labores profesionales, no para consultar Facebook ni el correo electrónico. En la cabina, como siempre, lleva su iPad con el libro de órdenes "descargado de una página de Renfe" y la ruta. Además, está a bordo el documento en papel, como es reglamentario, pero prefiere verlo en la pantalla "con la lupa que permite ampliar el mapa".

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