La Crimea de Putin y las listas de Aguirre Todo permite sospechar, y temer, que lo de Crimen tiene una difícil marcha atrás. Crimea es la pieza que Putin empezó a tomar como precio a la destitución de Yanukovich, o posiblemente antes, cuando muchos ucranios decidieron que les convenía más adherirse a la UE que a la vieja Rusia. Desde ese momento, hace ya meses, Putin, Maquiavelo de nuestro tiempo, ha ido comprobando la seriedad de las posturas de sus enemigos: Kiev, los ukranios, Obama, Merkel, los europeos… Y ha llegado a la conclusión de que algo le costará, pero será un precio aceptable, cobrarse la pieza Crimen, e ir engrandeciendo su imperio. ¿Cuál será el precio? Que retroceda sensiblemente en la aceptación internacional, que Putin desaparezca de las invitaciones al G-8 ó G-9, y que varios embajadores abandonen Moscú. Tiene piel de elefante, como ya ha demostrado, y todo lo que se oponga a su voluntad le trae al fresco. No ve en Obama ni en Merkel, y mucho menos en los ucranianos, el ardor bélico que hubiera sido esperable en otros tiempos. Total, todo quedará en una adaptación del mapa de la antigua URSS, en el que Crimen tendrá color específicamente y exclusivamente ruso. Eso sí, a cambio, Ukrania, y acaso Moldavia, darán un nuevo paso en dirección a la UE…Pero, ¿prepararse para la guerra? Eso es una antigualla que no se lleva…, por mucho que la exministra de Aznar Ana Palacio proclame que ”urge que EEUU y Europa hagan saber a Putin que no le dejarán las manos libres en Ucrania”. En Ucrania, no. Pero en Crimea, por completo. Guerra, larvada y silenciosa, la de doña Esperanza. En ABC, donde ocupa los lunes una página completa con pocas cosas que contar, la lideresa ha enseñado las uñas a su amigo-enemigo Rajoy, a quien, por cierto, en los últimos tiempos elogia desmesuradamente. Pero, por si acaso, le recuerda ahora que empìeza a ser hora de preparar listas de candidatos a las municipales, y que en esa materia, ella, presidenta del PP madrileño, tiene mucho que decir. Mucho, pero no todo… Por lo demás, ya se sabe que a Rajoy no conviene acosarlo con los plazos. Ahí está Cañete, esperando “lo suyo”, a saber, que Rajoy lo devuelve a Europa y a algún comisariado bien pagado de Bruselas. Pero bien sabe Cañete que cuanto más se recuerde esa gestión pendiente, peor para él. Por eso calla y calla. Mientras tanto, el PP sigue sufriendo las derivaciones de los papeles de Bárcenas. Cada día se descubre alguna nueva irregularidad sobre las obras de las sedes del PP, en casi todas las cuales aparecen claros delitos fiscales. No son buenos tiempos para doña Cospedal, por virtud de su amigo-enemigo Bárcenas. En cuando al exgerente-admistrador, todo apunta que será larga, muy larga, su estancia en prisión. Primero, hasta que termine la investigación del sumario. Luego, hasta que finalice el juicio. Y más tarde, conocida la sentencia, ya se verá… De momento, el que ha desaparecido es el defensor de Bárcenas, que cada semana reclamaba su puesta en libertad. Parece que se ha aburrido de su inútil reclamación. ¿Y qué sucederá en el juicio a Pistorius? De momento, se ha producido una enorme irresponsabilidad y trato de favor en el aplazamiento del juicio del famoso atleta surafricano. No hay duda de que la larguísima espera no ha cooperado en olvidar el caso JOSÉ CAVERO