Tensiones por doquier La primera y gran tensión del momento es la que suscita, protagoniza y alienta Putin, en sus deseos y ambiciosos nada disimulados por reconquistar Crimea y Ucrania para el viejo imperio soviético que el líder ruso quiere poner en pie nuevamente. Putin se encuentra muchos obstáculos, no cabe duda: la OTAN, Obama, la UE, muchos ucranianos… Pero parece que está tanteando sus propias fuerzas y los deseos contrarios a hacerle frente. El antiguo jefe de la KGB está midiendo fuerza propias y contrarias, y parece que se crece por momentos, sobre todo porque no ve ardor bélico en los adversarios. En nuestro país también hay indudables tensiones. La más prolongada ya es la de Artur Mas con el Gobierno central. El molt honorable también tantea y mide sus propias fuerzas y las que tiene en contra: La Constitución, Rajoy, el PP, el PSOE, los empresarios, la UE… Pese a todo lo cual, tampoco observa el ardor bélico suficiente que le haga retroceder a sus posiciones iniciales. Prefiere esperar a los hechos consumados, cuando se le diga formal y frontalmente: Eso no lo puede hacer, señor Mas, o se va a la cárcel. De momento, sigue el carnaval. También juega a medir fuerzas la secretaria general del PP, la señora Cospedal. Es evidente que no le gustó nada que su candidato a presidir el PP andaluz fuera tumbado y lo sustituyera el candidato de Rajoy y Arenas, Juan Manuel Moreno. Pero basta contempla la foto de ambos, el Moreno y la manchega, para observar que ésta última sigue con el morro puesto. A Cospedal ya le salió bien alguna otra vez el “enfado con Rajoy”, pero esta vez puede perderlo todo: la secretaría general y la secretaría general del Partido, por pasota que Rajoy sea. Y otro “toque de pelotas” del momento es el de la señora Barcina en Navarra. A cuenta de que “beneficiarse de Bildu es inaceptable”, la presidenta Navarra grita con todas sus fuerzas para que los socialistas y restantes fueras navarras no tengan el atrevimiento de ponerle una votación de confianza. En el PSN hay dos corrientes claras: las de quienes están hartos de la Barcina, y la de quienes abogan por la máxima prudencia para no dar argumentos a los patriotas antiabertzales. ¿Quién vencerá en esta cuerda tirante y tensa? ¿Por dónde romperá? Hay muchas otras tensiones, como la que protagonizan Arturo Fernández e Hilario Alfaro, enfrentados por la presidencia de la patronal madrileña CEIM. El País ha explicado la importancia que viene teniendo en este pulso la señora de González, don Ignacio, Lourdes Cavero, a sueldo de Fernández en la actual CEIM. Esta señora Cavero ya tuvo amplio protagonismo en el famoso ático de su marido don Ignacio. Arturo Fernández sugiere que Lourdes “está incómoda porque se cuestiona su profesionalidad”. Y que podría abandonar su bien remunerado cargo, de 120.000 euros, antes de que se produzcan las elecciones para presidir la patronal…No sería mala idea. ¿O es una “sugerencia amable” que le hace Arturo? JOSÉ CAVERO