viernes, 4 de julio de 2014

El regalo del fiscal Ya escocida la profunda animadversión personal que, de un tiempo a esta parte, tienen el juez Castro y el fiscal Horrach, ambos volcados ene. caso Noos-Urdangarín-Torres-Infanta. Horrach perdía por KO técnicos una reciente confrontación con el juez y se veía precisadote recurrir a sus colegas fiscales para reclamar que también sus opiniones, como las del juez, son merecedoras del respeto general. Y a continuación, nos obsequia con un testimonio inesperado, el del contable de Noos, Marco Antonio Tejeiro, que relata en primera persona los tejemanejes del dúo Urdangarín-Torres para lucrarse de un bien montado negocio del duque de palma y señora. Eso sí, en el testimonio de Tejeiro no aparece el papel que pudo haber tenido, y sin duda tuvo, la Infanta Cristina. Como si no existiera, como si no se hubiera enterado de nada, como si no fueran con ella los espectaculares negocios de sus socios. ¿Por qué se empeñan en hacernos creer que la infanta es, sencillamente, boba, subnormal, que no se enteraba de nada, que veía crecer su patrimonio sin preguntarse el cómo y el porqué, y que cambiaba de casa y se iba a vivir a un palacete carísimo, “porque sí”, o por ser hija de rey? Cabe sospechar que el fiscal se cuidó mucho de evitar que la infanta apareciera en el relato de Tejeiro, por lo que pudiera resultar de gran interés que el juez lo llame, a su vez, para completar su testimonio inapreciable., pero probablemente incompleto, y tal vez incluso amañado o reelaborado al gusto del fiscal y contra el gusto del juez. De haber sido de este modo imaginario, sería el fiscal el que habría sido digno de la acusación de prevaricación, y el indigno de ser calificado o designado como “defensor de la legalidad”. Si acaso, de su particular “legalidad”… De Fabra en Fabra. Ya conocemos tres elementos Fabra, y en realidad, es para regalarlos a todos. El más famoso es el Fabra de Castellón el del aeropuerto sin pasajeros ni posibilidad de tenerlos, que hizo unos reembolsos escandalosos para una obra faraónica que una vez soñó y quiso ver realizada en su patria chica. Luego, tenemos a la Fabara hija., diputada del PP, que se hizo famosa por una sola y breve frase, “¡que se jodan”, que pronunció en un nada acalorado debate ene. que la bancada socialista se quejaba de las pérdidas de derechos y capacidad adquisitiva sufrían las personas menos beneficiadas por la política del PP. A esta dama no le ocurrió otra cosa que el sumarse a su grupo con el afectuoso y generoso deseo de que “se jodan”. Y luego, hay un tercer Fabra, por orden de aparición en escena, que llegó para enmendar la serie de disparates que cometió su antecesor en el cargo de presidente del Consell Valenciano, el nunca bien ponderado, o sí, señor Camps, el amigo de los Gurtélidos. Pues bien, este Fabra, presunto molt honorable, que trata de desmontar el lío que le dejó en herencia Camps, llega ahora con la advertencia de que si Rajoy no le concede --a Valencia, su terreta, mayores subvenciones-, es probable que los progresistas valencianos se lancen a la autodeterminación, como han hecho Artur Mas y Oriol Junqueras. O sea, que se echen al monte. Y para evitarlo, Fabra reclama más presupuestos del Estado. Por esa razón presuntamente cierta o imaginaria, o porque sencillamente como sucedió el año pasado, tampoco éste le llegará para la calefacción de los escolares valencianos. Lo cierto es que cualquier excusa es válida para que el tercer Fabra consiga revalorar sus presupuestos magnánimamente obtenidos “de Madrid” sin el esfuerzo personal de privarse de los Cotino y otros elementos que, ellos sí, envenenan y corrompen lo que tocan… ¿De dónde habrá salido la saga de los Fabra, tan escasamente recomendables uno por uno? JOSÉ CAVERO

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