La tercera vía Empieza a haber impaciencia e impacientes sobre la necesidad de resolver el problema catalán, o sea, el deseo independentista de avanzar en el autogobierno. Mariano Rajoy ha “perdido”, o ganado, casi tres años ya dando larga: Yo hablaré con Mas cuando quiera, yo estoy dispuesto a sentarme con Mas, cuando él me llame quedaremos para vernos y así sucesivamente. Pero nada más. A Rajoy, además, le falta “una tercera pata”, llamada Rubalcaba, que aportaba una solución teórica llamada reforma federal de la Constitución, que también debía dar tiempo y plazos nuevos al problema. Ahora, Rajoy se ha quedado solo ante Rajoy, y necesitado de dar algún primer paso, que es seguro que no conducirá a parte alguna. Pero tiene que hacer algo, apremiantemente. Hay rey nuevo, que también e ha brindado a intermediar en el problema, cosa quier a Rajoy le ha puesto más nervioso aún, porque deja de manifiesto que no termina de moverse, ni tiene el menor deseo de hacerlo. Y en éstas estábamos cuando ha surgido “la tercera vía”, que es un modo de decir que puede haber otra clase de soluciones, probablemente las que Rubalcaba propugnaba: reformas constitucionales, de forma que un nuevo texto la Carta Fundamental abra camino para volver a debatir la cuestión catalana, el cómo, cuándo y por qué del problema catalán y cómo conjurarlo. Es seguro que todo se resolverá con más dinero para Cataluña, algo a lo que no se resignan los restantes españoles de cualquier otro territorio, que ya tienen sobrada impresión de que, por unos u otros cauces, los catalanes “chupan todo lo que pueden”, y además lloran porque dicen aportar más que nadie a la caja común. ¿Tercera vía, reforma constitucional, solución federal? Posiblemente sean idénticas maneras de llamar “más dinero para Cataluña” a cambio de que Mas y sus colegas se callen de una vez y digan que ya están más considerados, mejor tratados, más cómodos en un territorio plurinacional llamado España. Recuérdese que todo el problema catalán del deseo soberanista nace del deseo de Mas, contrariado por Zapatero y por Rajoy, de querer contar con un cupo como el vasco. “Eso, ni hablar. Si acaso, quitar a los vascos sus fueros, para que todos sean iguales, pero crear un nuevo ente territorial con más ventajas, no es posible”. Y comenzó el matrimonio Mas-Junqueras, CiU-ERC. Pero como empieza a adivinarse adónde conducirán esas alianzas, don Arturo tendrá que rebobinar y repensar en terceras o cuartas vías que hagan inútiles las perspectivas que le pintó Ezquerra. Mientras tanto, sigue la política pequeña. Debaten los socialistas sobre sus propias primarias, cuando sea posible y conveniente. Pedro Sánchez no parece tener ideas propias consistentes, y más bien prefiere que decidan otros, su equipo y alrededores, sin enfrentarse a nadie. Algún día se decidirá que, ya que noviembre no es mes conveniente, habrá que buscarle alternativa. Pero no hay prisa alguna. Primero tienen que pasar las vacaciones de verano. También debaten los líderes de los 28 cómo repartir juego entre los nuevos cargos, y comprueban lo difícil que es satisfacer a la mayoría. Por parte española,. Ha subido muchos enteros la candidatura de Luis de Guindos, y ha perdido otros tantos, muchos, el ex ministro que se enfrentó a Valenciano en las elecciones europeas., el ínclito Cañete.- No ha dejado de perder puntos desde aquella desgraciada campaña que, sin embargo, lo tuvo como escaso vencedor final… Y debaten y debatimos, los españoles todos, cómo salir de la crisis y empezar a notar que los tiempos duros quedaron atrás. ¿De verdad quedaron atrás? La duda persiste…, y cabe temer que tenemos largo tiempo por delante hasta comprobar los buenos efectos que Rajoy lleva anunciándonos hace ya un par de años…, y que no terminan de llegar. Salvo a la banca, que sigue reclamando y recibiendo ayudas del Estado-contribuyentes. Que la otra caja catalana perciba aún ayudas, clama al vuelo, Y que no estén en la cárcel los responsables de aquel latrocinio, también. JOSÉ CAVERO