domingo, 7 de septiembre de 2014

Liquidación autonómica Cuando Montoro quiere hacer uso de sus “malas intenciones” políticas, echa mano de las cuentas tributarias, que se conoce bien. Las empleó recientemente, cuando el caso Pujo, y ha vuelto a utilizarlas con Cataluña en bloque, al referirse a sus cuentas de gastos. Montoro no dudó en mezclar la deshonestidad fiscal de Pujol con su nacionalismo a ultranza, que le condice, a él y a los suyos, a la inclinación al independentismo. Ahora, con las cuentas de Cataluña, el ministro de Hacienda ha actuado de forma parecida: refiriéndose a las cuentas de la Generalitat y su necesidad permanente de recurrir al Fondo de Liquidación autonómica, más que ninguna otra comunidad autonómica. Montoro, además, tiene fácil la comparación: lo que pide y recibe la Comunidad de Madrid comparado a lo que pide y exige la comunidad catalana, que además, se jacta de ser motor de arrastre de las restantes tierras de España… En Madrid, Montoro y Rajoy tienen visiblemente molesto a Ignacio González, que se queja de ese maltrato diferenciado con Cataluña. Pero los datos de la capital le sirven para afrar el comportamiento de los que gestiona n Mas y Collell, una y otra vez en la necesidad de recurrir a la caja central para afrontar deudas que, de otro modo, la Generalitat no podría atender. En estos días, por lo demás, el Gobierno de Rajoy se vuelva muy particularmente en hacer frente a la campaña independentista catalana, cuando nos aproximamos al njeve de noviembre. Soraya Sáenz de Santamaría, con su habitual condición de estar más allá de todas las cosas y de todos las explicaciones, fue a decirles a los catalanes de Mas que la consulta soberanista, que no irá a ninguna parte, además, puede frenar la recuperación. Santamaría, con esa proverbial intensificación de sus gestos y de su pronunciación, y ampulosidad de sus formas de decir las cosas más sencillas, insistió en que “no conviene perderse en otros caminos”. Santamaría no ahorró elogios a la Cataluña trabajadora, honrada, tenaz, cumplidora, creadora, vanguardista, serena y responsable. ¿Nada más? ¿Y derrochadora, por encima de sus posibilidades, con políticos irresponsables, cuando no trincones, acostumbrados a emplear más dinero del que les corresponde?... Otras dos mujeres andan con problemas, ahora mismo: Esperanza Aguirre, eventual delincuente por su comportamiento con tráfico, y Rosa Díaz, cuy0 partido discute la conveniencia de fusionarse con Ciudadanos. Ha habido bastantes coincidencias en observar que la primera es probable que se haya cerrado, definitivamente, cualquier vía hacia otra responsabilidad nacional, del tipo alcaldía de Madrid. En cuanto a la segunda, Ha conseguido, de momento, congelar esa posible alianza electoral con Ciudadanos, pero es consciente de que tiene en el seno de su partido una muy seria cuestión que atender: la fuga de sus militantes, en los últimos años, y el voto decreciente que registra en elecciones como en las encuestas, son los peores presagios posibles. Sólo le faltaban las crisis interiores, y también las padece ya con toda acritud. Rosa Díez y Sosa Wagner, por lo demás, se la tienen jurada, y no resultará sencillo que superen la crisis a la que le han conducido los debates recientes. Aunque las dos personas proclamen que sus relaciones son estupendas, los hechos lo desmienten a las claras… Todavía se ocupan los diarios de este domingo de otra mujer relevante en la política, Siunsana Díaz, que ha cumpldo su primer años en la Junta andaluza. Es probable que se hayan rebajado las muchísimas expectativas que levantó su designación, peroles analistas de su primer año resaltan algunos aspectos muy positivos, como que las líneas de su gobierno haya dejado de marcarlas, como anteriormente, Izquierda Unida, aunque esta fuerza se atribuya los cortafuegos contra la corrupción. Quien siguen sin pintar nada en Andalucía sigue siendo el PP de un tal Moreno, Moreno Bonilla, el sucesor de Javier Arenas. JOSÉ CAVERO

No hay comentarios: