jueves, 20 de noviembre de 2014

El fiscal impuso su postura El fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, está superando uno de os momentos más complicados de su carrera. No lo hace al gusto de todos los afectados, pero sí al gusto del Gobierno de la Nación y de buena parte de los restantes fiscales de la carrera que preside. Otros de tales miembros, en cambio, han tenido que acomodarse a los planteamientos de “no hay marcha atrás” que impuso Torres Dulce, aunque hubieran preferido que la cuestión de la consulta del 9-N pasara a la historia sin mayores efectos. Pero Rajoy, presionado por quienes entienden que ha estado excesivamente pasivo en todo el problema catalán, y en particular ante la consulta convocada por Artur Mas, ha echado mano, sobre todo, del Tribunal Constitucional, y ahora de la Fiscalía para compensar esa inactividad propia. En resumidas cuentas, que Torres Dulce y sus colaboradores, con mayor o menor entusiasmo, están terminando de preparar la querella que presentarán contra Mas y algunos de sus colaboradores, y que presentarán en las próximas horas, con notable retraso sobre lo previsible. Recuerden que Alicia Sánchez Camacho ya había anunciado esa querella para las horas siguientes al propio 9-N con todo lujo de detalles, lo que posiblemente forzó a los fiscales catalanes a retraerse y dar marcha arás en sus intenciones iniciales. Llegará ahora, con notable ruido y controversia, pero llegara, y Torres Dulce verá alejada la sospecha de que iba a ser sustituido en unos pocos días, por razón de su propia dimisión… Mucho da que hablar también en las últimas horas el caso de pederastia que se atribuye a unos cuantos curas de la provincia de Granada. El mismísimo Papa ha intervenido en la historia, para dar su apoyo y solicitar su perdón –el de la Iglesia que encabeza- a una víctima de esas acciones. Y ahora, quien está en entredicho es el obispo de la diócesis, muy cuestionado por su falta de actuación y de compromiso ante unos hechos que desde el mismísimo Papado se vienen persiguiendo con ahínco en todo el mundo. Monseñor ha sido llamado a Roma, y tendrá que dar muchas más explicaciones de las que ha dado en España a sus propios fieles. Parece probable que será relevado de su diócesis, y que será destinado a otro lugar, lo que será fácil de interpretar como descalificación rotunda del Papado a quien no ejerció su cargo con la diligencia exigible. Los socialistas han rectificado su acuerdo adoptado conjuntamente con el PP para que sólo muy parcialmente se levantara el velo sobre los costes de los viajes efectuados por sus parlamentarios con cargo a los presupuestos de las Cámaras. Han admitido que se quedaron cortos en aquel primer acuerdo, y ahora anuncian que proporcionarán toda clase de datos sobre los viajes, costes, objetivos de tales viajes. Todo esto se debe al episodio que protagonizó Monago, que sigue decidido a mantenerse en su cargo e incluso a presentar su candidatura para un próximo mandato, pese a tener todas las evidencias y sospechas en su contra. El presidente extremeño, eso sí, se ve obligado a concluir los actos públicos huyendo por el garaje del lugar y sin dar explicaciones a los periodistas, sin duda sabedor de que su cartel de “hombre íntegro” ha sufrido severísimo menoscabo- El sabe que está tocado, y que su inocencia ha sido quebrada, verosímilmente por la mezcla del amor a una mujer y de la avaricia de un gasto que debió asumir él mismo, de su propia cuenta personal., para la realizización de sus viajes canarios. Y una vez m ás, ha vuelto a fallar la exigencia y el control del partido y de sus líderes, Rajoy en particular… En el seno del PP no cesan los escándalos. Ahora es Cospedal quien ha arremetido contra la presidenta Aguirre por la repesca que ésta ha hecho para seguir trabajando en el partido de una persona que fue destituida por causa de las tarjetas negras de Caja Madrid. La pelea de Cospedal y Aguirre promete ser muy suculenta y proporcionar nuevos capítulos. Cospedal hizo su carrera a la sombra de Aguirre, y ahora se ve amenazada por su creadora. Eso promete mucha literatura… JOSÉ CAVERO

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