miércoles, 21 de enero de 2015

Bárcenas sigue buscando euros No parece sencillo, ni siquiera para Luis Bárcenas, con tal vez medio centenar de millones de euros en paraísos fiscales, escondidos al Fisco, encontrar los doscientos mil euros que le pide la Audiencia para dejarle en libertad con cargos. Y no es sencillo, entre otras cosas, porque quien haga esa entrega probablemente es consciente de que “le caerá” a continuación una inspección fiscal. Salvo –permítasenos la broma- que sean los mandos del PP, que antes elogiaron sus virtudes y en los últimos días han asegurado que ni siquiera llegaron a conocerlo, quienes se hayan puesto de acuerdo para hacer esa colecta de los doscientos mil… Tendría gracia descubrir que Rajoy, Arenas, Cospedal, Mato…, participaran en la colecta para lograr la puesta en libertad de su tesorero favorito… Pero tendría su razón de ser, si con ello consiguieran que no tirara de la manta, una vez más, y dejara desnuditos, de cuerpo entero, a los que en su momento entregaba sobres con billetes de curso legal. Bien, lo cierto es que en cualquier momento, Bárcenas habrá hecho esa entrega de dinero a la Justicia, y dispondrá de unos cuantos días, o semanas, o tal ves meses, de libertad casi completa, con la salvedad de tenerse que presentar tres días a la semana en el juzgado, de no disponer de pasaporte, de procurar no salir a la calle salvo lo imprescindible para no escuchar las voces a las que ya estaba acostumbrado, de chorizo, ladrón… Hoy los debates giraron sobre la oportunidad de l puesta en libertad, sobre la cantidad que se le ha exigido, sobre la dificultad o facilidad de atender el requerimiento del juez…, cuando a una primera valoración de pena, la del fiscal, de 45 años, ha seguido u a segunda estimación, la de la abogacía del Estado, que eleva a sesenta años, esa eventual estancia en prisión. ¿Y Rosalía, qué? Por Rosalía, la astorgana, Luis estaría dispuesto a hacer lo que se le pida. Hasta estarse calladito una larga temporada. Ya hemos contemplado una primera declaración de inocencia para el PP en el juicio en el que ha participado, por Internet, en Palma de Mallorca. Pudo haber echado más leña al fuego, pero ha preferido ser prudente, muy prudente, y exculpar a su viejo partido. Y luego, está por ver las otras incógnitas que rodean al PP de Bárcenas y Rajoy: Su caja B o negra, quién la llevaba, quién la conocía, quién la disfrutó. En todas estas cuestiones, Bárcenas puede seguir echando mucha leña, muchísima… Casi tan apasionante como el caso Bárcenas, está sien do para los argentino el caso del fiscal del Caso Amia, de espionaje judío y terrorismo en la capital de la República argentina. El fiscal apareció muerto, y todo son conjeturas, rumores, especulaciones, obre cómo fue posible su muerte en vísperas de su comparecencia ante el Parlamento. Comparando la situación, esa muerte del fiscal sería similar a la desaparición física fulminante –ojalá no suceda nunca- del juez Ruz con tantos y tan abultados casos judiciales en sus cajones. Pues el fiscal argentino también sabía demasiado, en una materia que lleva resultando apasionante y digna del mejor de los culebrones para el cine internacional, con matanza, explosivos, tráfico de armas, espías y contraespías… Y un fiscal muerto, tal vez asesinado, y que dejó un papel con la compras que quería que su asistenta la hiciera para comer el lunes siguiente… El fiscal Nisman, como Bárcenas, Ruz…, sabían demasiado. Y aseguran que eso al poder nunca le gusta nada… JOSÉ CAVERO

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