martes, 24 de febrero de 2015

El último debate Este debate del Estado de la Nación va a ser último en varios sentidos: Primero y principal, porque no cabe otro en la legislatura que terminará en noviembre. Sí tendrán lugar, y los habrá, seguro, debates parciales, frecuentes y a pecho descubierto. Es mucho lo que se juegan todos y cada uno de los líderes y de sus correspondientes fuerzas: Rajoy, la supervivencia y la continuidad para otros cuatro años. Sería romper una costumbre ya muy implantada que se viera desplazado de la Moncloa por un “recién llegado”. Rajoy alega que ha reunido méritos sobrados durante los tres años de la legislatura Es cierto que ha in cumplido sistemáticamente todas las promesas con las que llegó al poder, pero a cambio, ha mejorado la situación general del país, que ha pasado al riesgo del rescate “total” –es cierto que hubo un rescate bancario bastante vergonzante y oneroso párale contribuyente de a pie, pero se ha notado excesivamente el favor de la derecha a la banca… Rajoy menciona, sobre todo, el no rescate, la prima de riesgo, la comparación con Grecia, con Portugal…, y que España aparezca ya como uno de los impulsores de la recuperación de la economía europea. Pero está por ver que todo eso le termine sirviendo, porque siguen siendo muchísimos, la mayoría, los españoles que no terminan de ver, en sus propias carnes, esa mejoría que viene vendiendo Rajoy en los dos últimos años…, o casi. , y con aprovechamiento diverso. En cuanto a sus adversarios, Rahjoy tiene novedades que afrontar, en particular dos siglas “de nueva o renovada aparición”, y un líder también distinto y renovado en la primera fuerza de oposición. Las candidaturas de Podemos, Ciudadanos y PSOE, en la medida de lo posible, tratarán de socavar la imagen presidencial, con la desventaja, para dos de ellas, de que ni siquiera tienen asiendo, todavía, en la sede parlamentaria del Congreso. Y en cuanto al PSOE, Rajoy y sus secuaces volverán, una y otra vez, a recordarle la herencia envenenada recibida, y su mérito en modificar la tendencia. El propio Rajoy, su vice-todo, Santamaría y sus portavoces, se han especializado en ese “tú más y muchísimo peor”… Rajoy tiene, por lo demás, un handicap más que superar: antes de las elecciones autonómicas, en general, y generales propiamente dichas, de mayo y noviembre, respectivamente, deberá vérselas on las andaluces, donde no juega precisamente con las mejores cartas: Un candidato nuevo, desconocido y escasamente brillante, Romero Bonilla, que sigue la senda, imaginable y esperable, de los anteriores fracasos del PP en tierras andaluzas: Arenas y Zoido le precedieron…, verosímilmente en la derrota. Y otro inconveniente más: También se estrena Podemos en unas elecciones en territorio patrio, al margen de las elecciones al Parlamento europeo, en las que se estrenaron. Podemos. Parte de los inconveniente de Bonilla: Escaso o nulo conocimiento del candidato, aunque disponga del pleno apoyo y entusiasmo de la fuerza política. Y además, muchos escándalos protagonizados por los fundadores de la fuerza presuntamente “revolucionaria”. A su vez, el PSOE tiene que navegar contra los dictámenes de la juez Alaya, y en particular, contra la inculpación de Griñán y Chaves en el caso de los ERE. La palabra y el compromiso de Sánchez y de Susana Diaz de que serán cesados en sus cargos cuando se vean inculpados, está a la espera de conocer de qué delito se les acusa, si tal hay acusación. Pero, de antemano, es una clara desventaja para el PSOE andaluz siempre triunfante… De hecho, el PP ha comparado a Chaves y Griñán nada menos que con el lunar del PP llamado Luis Bárcenas. Por cierto, estos días en permiso judicial, y disfrutando de catorce días de vacaciones en la nieve de Baqueira e instalado en una comodísima y lujosa vivienda adquirida cuando don Luis disponía de todo el dinero del mundo, y lo repartía en paraísos fiscales de medio mundo… JOSÉ CAVERO

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