Rajoy se arremanga Es noticia que el presidente del gobierno apareciera en mangas de camisa en una aparición televisiva que remitió a los medios. O sea, un plasma, sin preguntantes ni preguntas, sobre el paro, y cómo darle la vuelta a un resultado más bien malo, o nefasto, del mes pasado. Pero para Rajoy es indiscutible que fue un dato feliz, y una revelación de la que quiere hacernos partícipes a todos. Pero no, si hay creación de empleo, pero sigue destruyendo más empleo que los nuevos creados, el resultados será negativo. Y eso es lo que pasa, aunque Rajoy pase de reconocer verdad tan sobresaliente como elemental. De manera que sigue la carrera triunfal hacia el pleno empleo con el récord europeo de parados… Rajoy tiene otros problemas, porque al lío de Rodrigo Rato e le han añadido las cuentas de Trillo y Pujalte, y sus buenos negocios como asesores de empresas, pese a las incompatibilidades que, se supone, deben tener los altos cargos y diputados del Congreso. Por si fuera poco, el talentoso portavoz pepero, el tal Hernando, proclama que se deben facilitar mayores compatibilidades a sus señorías, y no recortárselas. Pero si ya hacen lo que les viene en gana, como acaba de demostrar Pujalte, asesorando a una constructora de energías eólicas… Y qué decir de Trillo, cuyo bufete factura y factura aunque el señorito esté en Londres, peleándose con la secretaria que heredó de su antecesor en el cargo, y con los dirigentes del Peñón. Trillo se ha ido revelando como un aficionado potente de los ingresos saneados, desde el momento en el que ayudó a los Gurtélidos en su pelea contra el juez Garzón. Pero, ojo, que esos contubernios pudieran empezar a cesar en cualquier momento, si como parece, se afianzan Podemos y Ciudadanos, y sobre todo, si cunde el propósito del PSOIE de pactar con unos y otros, o con unos u otros, para eliminar del poder constituido a los peperos avariciosos. Parece que ya hay mucho terreno avanzado en la marcha de la política activa de Griñán, y pronto también de Chaves, a quien se presiona poderosamente desde el PSOE para que imite a su colega y correligionario. Si se van ambos de sus cargos públicos, parece probable que Ciudadanos, o Podemos, o ambos, den un paso adelante y ayuden en la investidura de Susana Díez. Y a partir de ahí, puede haber quedado abierta la puerta para otras colaboraciones del PSOE con uno o los dos de dichos grupos emergentes, en Madrid como en Murcia o en Valencia. Se trataría de desbancar de una vez a los del PP, con los cuales poco parece que se pueda avanzar en materia de regeneración del estado y de limpieza de sus instituciones. Estamos viendo, en Trillo o en Pujalte, la resistencia a reducir o eliminar cualquier compatibilidad de parlamentario con negocios propios. Incluso Hernando propone que se amplíe la posibilidad de que compatibilicen otros encargos del exterior. O sea, que hay poco empleo, y pretenden repartírselo entre señorías y excelentísimos señores bien colocados… De manera que mucho ojo a lo que ya puede estar pasando en la elaboración de pactos poselectorales. Andalucía es el ejemplo de arranque, detrás del cual pueden venir todos los demás, para transformar de una vez la estructura del Estado. Y después de todo, ¿quién sabe distinguir a Ciudadanos y a Podemos? Ambas fuerzas tienen programas en elaboración, con rectificaciones y debates constantes. O sea, que no terminan de aclararse. Y en cuanto al PP, ya hemos visto lo inútil que es un programa de compromisos. Hasta el punto de que Cifuentes aporta una innovación: se compromete a cumplir el programa. Eso sí que es novedad sobresaliente, nacida en el PP rajoyiano… JOSÉ CAVERO