Tragedia en la mar Se nos han hecho trágicamente frecuentes y habituales las embarcaciones que, procedentes del sur de frica, tratan de llegar a las costas europeas, singularmente las italianas. Ahora, se ha denunciado un nuevo episodio, que puede batir todos los récords en mortalidad de estos trayectos nada turísticos por cierto, en un momento en el que resurge en Europa el turismo interestatal. En esta ocasión, los ochocientos o novecientos muertos de la barcaza que contenía a los viajeros es probable que se han ido al fondo del mar, hasta el punto de que estos hechos están suscitando una gravísima preocupación en las autoridades de la Unión Europea, siempre decididas a impedir la entrada en la vieja Europa de los escapados de Africa. Tampoco e descarta que las autoridades italianas, ya de por sí melodramáticas y tal vez incluso exageradas, hayan aumentado los daos de la tragedia para hacerla más llamativa y conseguir sus propósitos, que vienen a ser las ayudas de la Unión a esta clase de invasiones de elementos africanos. Renzi, en particular, ha puesto el grito en el cuelo, y esta vez se ha visto secundado por voces solidarias de Rajoy, Hollande…, que probablemente se volcarán en las próximas horas, en el Consejo Europeo, para adoptar alguna medida drástica a favor de lo que reesfuerzan por llegar a la “cómoda” Europa de tantos sueños. En cualquier caso, es evidente que el Mediterráneo se ha convertido en los últimos años en una tumba de dimensiones extraordinarias a la que van a parar los desahuciados por los conflictos de un Continente inestable y con gravísimos conflictos sin solución aparente próxima. Libia, la ex Libia de Gadafi, es hoy la máxima representación de esa clase de desventuras trágicas. No se halla solución para lo que sucede en el propio territorio libio, y tampoco para quienes se esfuerzan en huir a territorios menos conflictivos y menos mortíferos… En todo caso, resultaba llamativo este domingo que Rajoy se sumara a esa solidaridad internacional y se mostrara dispuesto a dar su apoyo a los más perjudicados, en teoría Italia, por la invasión que se produce en sus fronteras. Más solidario, por ejemplo, que con la Grecia de Tsipras y Varoufakis… Este último, entrevistado largamente por Jordi Evole, por cierto, dio todo un recital de conocimiento profundo de la situación griega y de cómo tratar de resolverla frente a las instituciones europeas que le aprietan para que cumpla sus compromisos de pago de deuda a cualquier coste. Desde luego, no es Varoufakis el “piernas” que algunos han presentado: Su talla personal y humana es destacable y sobresaliente. Revela este lunes El País que el Ministerio de Hacienda ha detectado el pago a políticos de comisiones por parques eólicos. En concreto, apuntan estas fuentes a algunos cargos del PP de Castilla y León que habría cobrado ciento diez millones de as eléctricas. La Agencia tributaria ha remitido a la Fiscalía anticorrupción los datos de los que dispone, y no es improbable que en fechas próximas conozcamos la identidad de estos nuevos “golfos” con carnet de militancia en partidos gobernantes. De momento, se punta el nombre de quien ejerce como segundo hombre del presiden te castellano-leonés, Tomás Villanueva y Juan Vicente Herrera, respectivamente. Uno y otro, se supone que habrán de dar las correspondientes explicaciones a esta denuncia que hace la Agencia Tributaria. Agencia, por cierto, que ha tenido un formidable protagonismo en la denuncia del Caso Rodrigo Rato, una materia ya también trasladada a la Fiscalía anticorrupción. Cada cual, lo suyo: Las denuncias las aporta la Fiscalía tributaria, pero las pesquisas siguientes le corresponden a la fiscalía anticorrupción. Y tal vez, incluso, a la Audiencia Nacional para acumulación de cargos, como podría suceder con el caso Rato. En esta materia, por cierto, ya ha dado a conocer su opinión Bankia, que se apresura a reclamar a los tribunales el embargo de la fortuna de Rodrigo Rato para tender las exigencias previas por la quiebra del banco y por el uso de las tarjetas black…Ciertamente, a Rato “le crecen los enanos”… JOSÉ CAVERO