martes, 19 de mayo de 2015

Días finales de campaña Tachan los candidatos y otros políticos cada día que pasa, porque ya sólo quedan cuatro de campaña, para las autonómicas y municipales de 2015, de tan inciertos resultados. Tele Madrid ha comenzado a divulgar las opiniones de los candidatos a la alcaldía de la Villa y Corte, de manera un tanto desordenada y promiscua: E tres días deberán haber pasado todos los candidatos y habrán debatido sobre los asuntos centrales con sus correspondientes adversarios. Ya digo, que sin orden ni concierto, porque Aguirre quiso así, y se supone que para su mayor beneficio,. Y sin embardo, doña Esperanza está siendo centro de la mayor parte de los ataques y las críticas, aunque buena parte de ellas vayan dirigidas a la herencia del pasado, que corresponde a los exalcaldes Gallar´don y Botella. Pero de Aguirre se acuerdan todos a la hora de apuntar s los más corruptos de Madrid, las decenas y decenas de populares insignes que han metido la mano en la caja popr obra de Gurtel, de Púnica, de Caja Madrid, de Caja Mágica, de carreteras inútiles… Y sin embargo, doña Esperanza insiste en creerse la redentora de todas las causas y de todos sus secuaces. Candidata ha habido que ha dado un último y concentrado e insistente mensaje: Por favor, hay que evitar por todos los medios que esta dama vuelva a la política madrileña, donde tanto daño ha hecho durante tantos años… ¿Habrán dejado huella tal clase de mensajes casi póstumos, y de últimas voluntades? Es que, claro,. Doña Esperanza había procurado estar al margen de la señora Botella y sus hazañas, pero, espoleada por Aznar, no ha tenido más remedio que subirse al carro de aquella a quien pretende suceder, y elogiar, siquiera en parte, el canto épico que le dedicó su esposo Aznar, para quien su amadísima esposa ha sido el dechado de todas las virtudes y méritos que mencionarse puedan… Hombre, no. Hay que recordar que en sus primeras semanas de mandato se produjo la tragedia de la discoteca en que perecieron cinco niñas, y que doña Ana, tan ricamente, se fue a celebrarlo a un spa de Lisboa, con su amadísimo esposo. Aguirre y Aznar han insistido mucho en que Botella redujo muy sustancialmente la deuda que Gallardón había originado por sus obras faraónicas. Parece que el coste aquel que pagaremos durante décadas se ha disminuido bastante menos de lo que cantan sus valedoras –Botella, Aguirre y Aznar-. Y que seguiremos pagando durante dos o tres décadas… Y luego, la suma y sigue de calles sucias, privatización de servicios públicos, y una serie larga de ocurrencias carísimas: Ciudad de la Justicia, hospitales “para privatizar”… De todos modos, el formato de estos debates es un h ooror que no hay por dónde coger, por mucha sonrisa que le ponga Ana Samboal en su esfuerzo por hacer digerible lo indigesto. Con toda probabilidad, hoy y mañana seguiremos con este pim pam pum que deja a Aguirre en soledad y noqueada, porque ni siquiera se sabe la asignatura “Madrid”… Ya ha anticipado Luis de Guindos que a la vuelta de estas elecciones de mayo, habrá terminado su tiempo en el gobierno, y que le vayan buscando sustituto. A su vez, se asegura que Wert podría ser designado para altísimo representante de España en la OCDE… Da la sensación de que “las ratas empiezan a abandonar el barco por temor a su hundimiento próximo”. ¿Han olido ya la debacle del PP gobernante? Esa pudiera ser una primera interpretación de esta tendencia, y otra es que su tarea en los tres últimos años les ha resultado pesadísima, insoportable. Desde luego, no es para menor. Luis de Guindos como negociador del rescate bancario, que lo hubo y lo estamos pagando en comodísimos plazos, y Wert, a quien también deberemos unas normas educativas que los restantes partidos se darán prisa en sustituir apenas haya dejado de firmas en el Boletín Oficial del Estado. Guindos ha sido más profesional, más diplomático. Pero Wert, a sus enunciados teóricos, ha añadido un estilo de gobernar que ha provocado abundante rechazo. Se irá a la OCDE, y parece que acompañado de su flamante esposa señora Gomedio… JOSÉ CAVERO

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