jueves, 21 de mayo de 2015

Las lindezas de la lideresa La campaña electoral concluye con los mítines finales de este viernes y la jornada de reflexión del sábado. Y luego, el voto, su escrutinio y los pactos que, con toda seguridad, habrán de continuar y determinar el resultado final de la contienda. Es decir, que las elecciones pueden prolongarse en el tiempo. A estas alturas, pocos dudas de que los pactos habrán de completar, casi en todas las comunidades y en los principales ayuntamientos, las indefiniciones que hayan dejado las urnas sobre todo, por cuatro circunstancias: La aparición en escena de “los emergentes” de Podemos y Ciudadanos, segundo, por la profunda crisis que se vive en el PP por causa de los incesantes casos de corrupción de muchos de sus mandos, y también porque el liderazgo del PSOE, en Sánchez, apenas ha logrado unos mínimos niveles de solidez. Hasta el punto de que la presencia conjunta de Sánchez y Susana Díaz en los mítines andaluces, ha desbocado, nuevamente, la especulación sobre si la lideresa andaluza seguirá teniendo la tentación de competir con el propio Sánchez en las primarias que deberán determinar el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, en las elecciones de noviembre. Ella misma o quien ella decida patrocinar y apoyar… La mera posibilidad de que se vayan a producir esa clase de acontecimientos, resta un valor inapreciable al actual líder socialista, avala las especulaciones que fomenta el PP, sin esa clase de dudas por el liderazgo del partido. No es menos cierto que las deliberaciones sobre la investidura de Susana Díaz han dejado malparada la imagen de la propia lideresa. Su triunfo en las autonómicas andaluzas se ha visto muy mermado por su incapacidad para obtener el voto de las restantes fuerzas, ni siquiera el del PP, siempre partidario –teórico, ya se ha visto- de que gobierne la lista más votada… Ahora, parece que Ciudadanos se muestra favorable a desenganchar esa cuestión, posiblemente por su propia conveniencia `para llegar, a partir del lunes, a nuevos pactos con el PSOE en otras autonomías y capitales de provincia. Pero ésa es ya la cuestión siguiente: ¿Con quién podrían pactar los unos y los otros? El desarrollo de la campaña tampoco ha sido ajeno al desarrollo mismo de los dos partidos emergentes: Podemos, que surgió con grandísima fuerza, ha visto considerablemente mermada su capacidad real, como se comprobó en Andalucía y en las encuestas. Por el contrario, Ciudadanos ha mantenido un nivel de crecimiento estable, y pudiera estarse convirtiendo en “la marca blanca del PP”, o la fuerza moderada de la derecha pero sin la pesada herencia de Rajoy-Bárcenas, Gurtel, y las corrupciones peperas. Así las cosas, Ciudadanos pudiera ser un triunfador notable en las urnas, y sobre todo, en los pactos. Más incluso que Podemos, que no ha sabido-podido-querido espantar la serie de fantasmas que lo han rodeado desde sus primeros tiempos: Venezuela, los dineros de Monedero, su presunta y profundísima radicalidad… En todo caso, y como ponen de relieve hoy mismo los análisis que se recogen en El País, parece evidente que el PSOE podría verse muy beneficiado –tanto como perjudicado el PP- por los pactos a que podría llegar con las dos fuerzas emergentes, Ciudadanos y Podemos. Ya se verá dónde y cómo, en cada caso… Y ern cualquier caso, lo que sería deseable es lo que expresa el premiado Lledó: que la decencia regrese al país tras las elecciones del domingo. Y eso sucederá si se empeñan, de verdad, los dirigentes políticos, muchos de ellos, en particular en el PP, hasta ahora ajenos a esta lucha, por entender que ya habrían actuado excesivamente tarde y con excesiva tibieza. ¿Cómo es posible que se avale la candidatura de “la madre de todas las corrupciones”, como ha llamado a Esperanza Aguirre el candidato socialista Carmona. ¿Cómo es posible que esta señora haya tratado de desprestigiar a sus adversarios políticos –Carmona ha trabajado en favor de ETA y del comunismo, la candidata de Izquierda Unida “no tiene formación”,…, y otras lindezas inadmisibles en “una dama de exquisita formación”, como ella misma ha pretendido presentarse en sociedad. Noe s de extrañar que alguna candidatura haya declarado que su primer objetivo en esta campaña no ha sido otro que evitar que Esperanza Aguirre vuelva a sumar un triunfo en su currículo vital… JOSÉ CAVERO

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