viernes, 8 de mayo de 2015

El voto inglés y el votante español Votaron los ingleses y eligieron un parlamento fragmentado, de difíciles consensos, en el que Cameron, contra todos los pronósticos, seguirá de líder, con los 326 escaños que le dan la mayoría absoluta, cuando nadie pronosticaba tal abundancia de apoyos, ni mucho menos. Hasta el punto de que, en pocas horas, hemos comprobado algunas dimisiones sonoras, como la de Clegg, cuyo partido liberal ha reducido sustancialmente su presencia en el Parlamento… También Miliband, el aspirante laborista a gobernar la nación, se ha visto maltratado por los votantes. No parece que haya otro triunfador que Cameron, el muy gastado y experimentado lord… ,que ahora se propone revisar la relación de su país con la Unión Europea, e incluso celebrar un referéndum mediante el cual, los británicos pudieran abandonar la Unión…, nada menos. De momento, es la gran y pésima noticia para el futuro de la UE, que comienza el nuevo mandato de Cameron con esta grave incertidumbre que afrontar y resolver… Las elecciones británicas se desarrollaban mientras en España daba comienzo la campaña electoral de mayor incertidumbre probable en sus resultados dentro de quince días, el 24 de este mes. Nada será lo que ahora mismo parece, según muchas interpretaci9ones, entre otras cosas, porque la propia investigación demoscópica del CIS fue realizada hace un mes, y probablemente ya tiene poco que ver con lo que ahora mismo piensan y se proponen muchos españoles. Estamos viendo cómo los dos grandes partido emergentes, Podemos y Ciudadanos, tienen comportamientos muy distintos en las dos últimas semanas. Baja y mucho Podemos y sube de manera poco razonable Ciudadanos. ¿Habrán mantenido esas tendencias en estos últimos días, y las mantendrán en lo que queda de campaña? Está por ver cómo fraccionan unos y otros en el curso de una campaña que a pocos va a dejar indiferentes. Y qué decir de los dos grandes partidos tradicionales, PP y PSOE, que algunos llegaron a anunciar que estaban en su espectacular caída final, como representativos de un bipartidismo caduco y necesitado de relevo por fuerzas nuevas. Primero, porque ni Podemos ni Ciudadanos son tan novedosas como algunos han pretendido. Unos y otros han morigerado tanto sus propuestas, que a lo sumo se puede decir de ellos que son centristas o socialdemócratas moderados… Por si fuera poco, hemos asistido al enfrentamiento de ambas fuerzas, que se han intercambiado reproches de notable envergadura y gravedad. Hasta el punto de situarse en entredicho para muchos ciudadanos, que observa n el espectáculo con sorpresa e incluso con cierto escándalo… ¿Esto es lo nuevo, estos son los modales de los nuevos demócratas?, se han preguntado… Luego, en esa mencionada encuesta del Cis, como en otras anteriores, hemos visto reflejada la desaparición de UPyD, el grupo de Rosa Díaz. La soberbia e intemperancia de la dama líderesa parece que han tenido mucho que ver con este sorprendente traspiés, del que parece difícil que pueda sobreponerse. Por el contrario, Esperanza Aguirre, pese a ser “la madre de todas corrupciones”, como la viene apuntando el candidato socialista Carmona –a sus faldas nacieron los escándalos Gurtel, Púnica, sin retroceder al Tamayazo-- , sin embargo, resiste y aguanta, con mucho oficio y maestría comprobada. Ni siquiera parece que vaya a afectarle su desobediencia a la autoridad con ocasión de la mulita por aparcar en media Gran Vía madrileña para sacar dinero de un cajero. La desfachatez de la señora es insuperable, y pese a todo, sigue en cabeza de la carrera electoral. ¿Será posible que muna gestión tan escandalosa pueda verse agraciada y aplaudida por los votantes? Desde luego, sigue dando que hablar de sí misma: Ha vuelto a decir que no pondría la mano en el fuego por Rajoyu, pero sí por Ignacio González. Rajoy la designó candidata, y a Ignacio González, el del ático sin aclarar de Estepona, lo designó ella misma… Lo del CIS no puede ser verdad… Y sus resultados, menos aún. JOSÉ CAVERO

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