Cuatro años o menos

Da comiezo una legislatura que Mariano Raioy bien quisiera que durara otros cuatro años ss decir, que fuera normal e íntegra “como las de antes”. Pero las condiciones que reúne et tiempo nuevo la hacen muy complicada de durar y de prolongarse, por dos razones básicas: primera, Rajoy sólo dispondrá de un mayoría mínima,. Ya ha dicho que le será necesario recurrir a menudo al diálogo y  la colaboración permanentes con otras fuerzas para conseguir las correspondientes mayorías que requiera el el momento o l ocasión. …

No resultará sencillo a Rajoy, ya muy escaso en fuerzas propias,  obtener esas mayorías a las que aspira ocasionalmente-Más bien habría de esperar que, mediado el tiempo de la legislatura,. Rajoy  arroje la roalla y convoque nuevas elecciones para tratar de mejorar su situación en la Cámara, toda vez que no va a a estar cómodo en la realización del programa pactado con Ciudadanos y por el que este partido le reclamará responsabilidades permanentes.

 A esto es probable que se añadan nuevos factores de preocupación permanente y ocasional . Por ejemplo, la configuración del equipo de gobierno. Del que supondrá desde los próximos días. En su mayor parte será el que y tuvo en loa anteriores gabinetes, excluidos unos cuantos nombres, añadidos otros más. Se da por hecho que se integrará María Dolores de Cospedal, y a nadie e le oculta la complicación que puede oiginarle  Cospedal  a Santamaría por las primeras plazas y coordinación general de equipo. La manchega lleva muchos años ejerciendo poderes y también “tiple SSS”, hasta ahora incontestada  y nada discutida. Situarlas a ambas en orden de batalla no resultará tarea sencilla ni fácil, con toda probabildad. Si se añade alguna otra pieza nueva, como Báñez, aún puede complicarse más la cuestión…  ¿Quién estará por encima de quién, o prevalecerá y determinará pautas de conducta sobre las otras?  En economía se ha planteado en varias ocasiones una duda parecida, entre Montoro y De Guindos. Parece que las competencias y atribuciones ya están mejor repartidas, pero la presencia de Montoro no será sencilla de asumir. Ha recargado mucho sus alforjas de críticas… Luego, García Margallo, que en los últimos tiempos se despachó acerca de cualquier asignatura o materia que le viniera en gana, sin restricciones ni  líneas de conducta.  Alonso es otra verso suelto. ¿Dónde será ubicado, finalmente, tras su recorrido último? En  fin, la paciencia del pontevedrés se pondrá a prueba a enudo, es seguro. Incluso con cuatro años  inciertos a la vista…, por mucho que piense que serán los últimos…

JOSÉ CAVERO