domingo, 7 de diciembre de 2008

PESIMOS AUGURIOS PARA 2009. A QUÉ JUEGA ROUCO

CUATRO MILLONES DE PARADOS EN 2009.- De las incertidumbres con las que se v a cerrar este año 2008, ninguna resulta tan preocupante como la que ya nos anuncia que 2009 traerá consigo otro millón más de parados, hasta pasar de tres a cuatro, con toda probabilidad. Y nos habremos situado en el 17 por 100 de población activa desempleada, lo cual es una vivísima preocupación social y económica. ¿No podría meternos Obama en sus propósitos de crear dos millones y medio de parados? ¿No podríamos importar o compartir sus recetas? Porque hasta el momento, ninguna de las contenidas en los seis, siete u ocho paquetes de medidas presidenciales han empezado a dar el menor fruto… ¿O sí? Obama anuncia inversiones superiores al medio billón de dólares, sobre todo en infraestructuras y tecnología, en ese “mayor plan de gasto público en la historia de EEUU”.

ROUCO Y EL CONSEJO PAPAL.- No resultará complaciente para el cardenal Rouco Varela la información que ha proporcionado este domingo El País, según la cual el Papa exhortó a la Conferencia episcopal a un cambio de formas con el Gobierno de Zapatero y evitar, de ese modo, la confrontación. ¿Rouco no escuchó o no quiso escuchar esas recomendaciones vaticanas? Tampoco quiso escuchar al alcalde Gallardón cuando éste le anunció que quería quejarse al Papa de los modos y maneras del locutor Jiménez Lozanitos desde la emisora de la Iglesia que dirige Ron lauco, “duro entre los duros”. A lo mejor lo que procede es empezar a pensar en la jubilación del cardenal llegado de Galicia, y que no resulta conveniente a la Iglesia Católica española…

NI PRIORITARIA NI IMPRESCINDIBLE.- Las celebraciones del trigésimo aniversario de la Constitución vigente han traído condigo muy distintas valoraciones de la utilidad que ha tenido o seguirá teniendo la llamada Carta Magna, pero también las abiertas discrepancias sobre qué es lo que valdría la pena reformar para que su validez no decaiga o decrezca. Ahora mismo, como en los anteriores cumpleaños de la Constitución, estamos a la espera de conocer qué determina el tribunal encargado de determinar lo que encaja o no con ella en una materia sin duda clave y precisa: el Estatuto de Cataluña, que desde su elaboración suscita opiniones muy encontradas, pero que sobre todo sigue reclamando la atención final sobre los que los magistrados entenderán que es o no acorde con esa norma general para que funcione todo el Estado. Zapatero ha manifestado estos días que no tiene temor alguno a que el TC pueda desvirtuar con su sentencia el contenido del Estatut, si bien ha recordado que a dicho Tribunal le corresponde garantizar el respeto a la Constitución en la actuación de las Cortes generales.

CATALANES EN ALERTA.- Sale al paso, probablemente, a las advertencias y hasta amenazas que buena parte de los dirigentes catalanes ya han hecho ante la eventualidad de que el TC no dé la razón al texto del Estatut reformado: podrían echarse a la calle, podrían producir una campaña contra el Estado español, podrían promover unas elecciones autonómicas anticipadas… Sabio también en estas materias, como uno de los “padres de la Constitución”, aunque no fuera ponente propiamente dicho, es Alfonso Guerra, presidente además de la Comisión constitucional del Congreso, quien rechaza de manera decidida esas amenazas de los dirigentes catalanes. “¿Van a asaltar el tribunal Constitucional?, llega a preguntarse, y recuerda que no hay más remedio que aceptar lo que determine esa tan esperada y demorada sentencia del TC, “y quien no lo acepte está rompiendo las reglas democráticas”.
Sea como fuere el ya no demasiado lejano parecer del TC –ahora se dice que en los primeros tres meses de 2009, después de que se dijera que se conocería antes de final de 2008-, no hay duda de que la expectación sigue siendo grande, entre otras cosas, porque no parece que hasta que den a luz esa sentencia se vaya a proceder a renovar un Tribunal que ya lleva demasiado retraso. ¿Tendremos, finalmente, una sentencia interpretativa, es decir, que “ilumine” en cada artículo lo que cabe o no en el texto de la Constitución?.

REFORMAS NO PRIORITARIAS NI URGENTES.- En todo caso, estas celebraciones constitucionales han servido, primero, para recordar la utilidad que sigue teniendo “la norma de normas”, aunque muchos opinan que no le vendría mal alguna clase de reforma que la hiciera más útil todavía y que recogiera la experiencia de treinta años de vigencia. Pero ahí es donde apenas hay acuerdo: no hay duda de que a casi todos les parece que debe reencauzarse un Senado que sigue siendo una pieza inservible e inútil. También las otras tres reformas que propuso hace cuatro años Zapatero parecen defendibles –la sucesión a la Corona, la mención de las 17 Comunidades y dos ciudades Autónomas, la mención de la Constitución de la UE a la que también debemos acatamiento-. Pero en el resto de las propuestas hay gran diversidad de opiniones y enfoques. Posiblemente se hayan mencionado hasta una veintena de reformas deseables, empezando por la revisión del capítulo sobre Autonomías, los poderes del Estado, la política exterior de algunas Comunidades... Pero todas ellas, como ha indicado el jefe del Gobierno “ni prioritarias ni imprescindibles”. Que viene a ser algo así como “más vale pájaro en mano que ciento volando”, o que equivaldría a la “inestabilidad emocional” que provoca “inaugurar un melón”… Se sabe cómo se empieza, pero es muy difícil imaginar cómo acabará el proceso.

LAS AYUDAS A LA BANCA.- En el momento en el que el Gobierno anunció medidas que devolvieran a bancos y cajas la posibilidad y facilidad volver a hacer fluida la concesión de créditos a empresas y particulares se pudo advertir la desconfianza que los bancos producían: ¿Iban a emplear ese dinero público para insuflar dinero al mercado, o para ratificar sus buenos resultados y su balance anual? Ahora sabemos que esto segundo, mucho más que lo primero: bancos y cajas, escaldados por su propia actuación anterior, y “colgados de la brocha” de muchos apalancamientos y créditos a inmobiliarias en quiebra, se resisten ahora a dar facilidades a empresas y particulares. No se fían, sencillamente, y, antes que nada, les preocupa dejar atrás esos malos recuerdos de deudas no resueltas o “pagadas en especie” –en promociones de viviendas en terminar, por ejemplo.
Bancos y Cajas no albergan la idea de volver a dar créditos… hasta que avance el año que viene, por lo menos. ¿Y el dinero público, qué? ¿Dónde a quedado el respeto a la voluntad de los ciudadanos, señores de la Banca? La desconfianza parecía bien documentada y el presagio era clarividente. Ahora “toca” que los poderes públicos “alienten” y convenzan a los retraídos banqueros a que cumplan con su obligación y sus compromisos. Ni más ni menos.
JOSÉ CAVERO

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