EL PRESUNTO AGRESOR DE MURCIA
Con notable eficacia, y sin duda presionada por una opinión pública inquieta y a menudo vociferante, la policía ha detenido a un joven “ultraizquierdista y vinculado a grupos antisistema, como se le denomina, por su presunta participación en la agresión al consejero de Cultura del Gobierno de Murcia, Pedro Alberto Cruz. Los testimonios de varios testigos han ayudado a su identificación y detención, según han informado fuentes de la investigación. Se trata de varias personas que presenciaron los hechos el pasado sábado, y que, con sus declaraciones a la Policía, han permitido a los agentes dar con la identidad de este presunto agresor. Según fuentes de la investigación, la Policía registró ya el lunes el domicilio del detenido, de quien aún no ha trascendido la identidad. Sí se recordará que el consejero Cruz fue agredido la tarde del sábado por tres personas a la salida de su casa, donde fue golpeado con un puño americano lo que provocó su ingreso hospitalario. Cruz ha declarado que ha sufrido “un atentado terrorista”, Su colega, el consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos, afirma que la Policía "continúa con sus investigaciones" sobre la agresión y ha anunciado que "parece" que estas pesquisas "van a dar frutos importantes" y que "puede ser que esto acontezca de un modo rápido".
La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia ha abierto diligencias previas por un delito de lesiones a tenor de este caso. Este procedimiento, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia, se inicia después de que este domingo el Juzgado de Instrucción número 1, en funciones de guardia, recibiera un atestado policial de los hechos. Tras el correspondiente reparto, el asunto ha correspondido al Juzgado número 2 de Murcia, que ha declarado el secreto de las actuaciones.
La cuestión ahora es otra: en los días que han seguido a la agresión, desde los ámbitos de dirección del PP -Varcárcel, Cospedal, en particular, han apuntado sus críticas directamente contra el PSOE, a quien han atribuido una cierta paternidad ideológica, cuando no física, de la agresión. Según estas acusaciones, el PSOE habría originado un clima anti-PP favorecedor de la agresión a su consejero de Cultura. Se habían aplicado aquí, queriendo o sin querer, las pautas empleadas en Tucson, Arizona, tras la agresión de un chiflado a una congresista demócrata: en esa situación, se apuntó a los “impulsores del Tea Party, y más concretamente, a Sarah Palin, también como causantes del clima que propició la crispación política que favoreció la agresión del tirador. En Murcia se aplicó un criterio parecido, y “los malos” que se inventó el PP eran, abiertamente, los socialistas. Ahora sucede que el agresor reconocido -pudiera haber otros- no pertenece al ámbito socialista, sino a otras corrientes de opinión mucho más antisistema, con antecedentes por actuaciones anteriores, por ejemplo, en el fútbol. El joven reconocido por testigos, fue sancionado por un incidente en un campo de fútbol en 2008, y se le asocia con grupos radicales de extrema izquierda. Por su parte, se cuenta en El Mundo que el sospechoso ha negado los hechos que se le atribuyen y alegó que en el momento de la agresión estaba en un bar. Incluso se proporciona el nombre del presunto autor de la agresión. En ABC se dan las iniciales del sospechoso, así como su apelativo de Joseba, y se le denomina “red skin”, veterano integrante del movimiento radical con antecedentes policiales. ¿Se desdecirán ahora, pedirán disculpas los populares? No parece que ese tipo de actuaciones entren en los códigos de comportamiento del partido opositor. No parece probable: Cospedal ha vuelto a criticar “el clima hostil previo a la agresión”. Cabe recordar que Cospedal denunció hace un par de años, con gran alboroto, unas presuntas operaciones del gobierno socialista para vigilar a los directivos de la oposición. Sus denuncias dieron que hablar durante semanas. Pero nunca aportó mayor concreción ni datos que cooperarán a aclarar un asunto que, de entrada, parecía turbio y necesitado de toda suerte de aclaraciones. Tampoco pidió la menor disculpa por el ruido mediático causado. No es improbable que ahora suceda algo parecido, y que, después de tanto alboroto, el agresor afronte sus propias y exclusivas responsabilidades.
Los columnistas del PP no han bajado el tono: “El de Zapatero es un socialismo necio y antiguo. La izquierda revanchista no acepta los resultados electorales si le son adversos. Una ola de odio y de impotencia ha llegado a Murcia. Esta nueva izquierda del pasado siglo que ha reinventado Zapatero no quiere ser vencida ni por las urnas”, escribe Alfonso Ussía...
JOSÉ CAVERO
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