LA VISITA DEL REY MAGO DE PEKÍN, EL CAMARADA LI

LA VISITA DEL “MAGO” DE PEKÍN
Para muchos analistas, políticos o financieros, el verdadero rey mago de estas fiestas ha sido “el camarada Li”, como, para simplificar, ha sido denominado en los últimos días el viceprimer ministro y parece que próximo líder supremo de China, Li Keqiang, por la visita que ha efectuado a Madrid. Ciertamente. Nadie discute a estas alturas la importancia del coloso chino, con incrementos anuales de su PIB del orden del diez por ciento, y consumidor máximo de toda surte de materias primas mundiales. China es “lo más”, y tener buena relación con el Gobierno de Pekín parece, en nuestros días, una necesidad inapreciable. Pues bien, el camarada Li ha tenido toda suerte de entrevistas y conversaciones con autoridades y representaciones españolas, y todos sus interlocutores han mostrado su satisfacción por los correspondientes encuentros. China, es ahora mismo, la gran esperanza de que se resuelvan no pocos de los problemas de las relaciones comerciales españoles, y en Li y su Gobierno todos hemos puesto algunas esperanzas más, después de la visita del ilustre personaje. En las horas posteriores a su visita, ha hecho su reaparición en escena el exvicepresidente Pedro Solbes, presidente del Foro España-China, que parece haber seguido desde primera fila los encuentros de la delegación China en España. El ppropio Solbes mantiene fuertes lazos con el país asiático desde la asociación que preside, y no duda en poner de relieve la importancia de la visita, y el hecho mismo de que Li Kequiang haya iniciado su visita a Europa en España. Dice Solbes que “puede entenderse como un gesto de reconocimiento de la importancia que China da a nuestro país en este momento. Y es más relevante dado el papel que el vicepresidente Li Kequiang puede jugar en un país que ya es el segundo del mundo en PIB total y que ofrece, a pesar de la crisis, excelentes perspectivas de cooperación tanto en el ámbito político como en el económico”. Para China, España es importante por sí misma, pero también como parte de la Unión Europea y como vínculo con América Latina. Solbes también repara en los propósitos chinos de comprar de deuda española, de los que piensa que “deben considerarse un elemento altamente positivo, y no solo por la apuesta que supone a favor de España, e indirectamente del euro, sino también por el apoyo que implica en un momento de sensibilidad en los mercados respecto a la deuda española. Con ello, -dice Solbes- las autoridades chinas lanzan un claro mensaje de confianza sobre el futuro de nuestra economía alineándose con aquellos que pensamos que la puesta en marcha de las medidas planteadas por el Gobierno nos permitirá salir de la crisis. Y hay que valorarlo especialmente considerando la gran capacidad de ahorro de que dispone la economía china”. Añade Solbes que a pesar del alto crecimiento de nuestra exportación a China durante los últimos años, su mercado sigue ofreciéndonos enormes posibilidades para el futuro. Nuestra presencia allí no se basa sólo en productos de consumo tradicionales; productos ya presentes y con alto crecimiento en nuestras ventas. Los elementos más interesantes en nuestra relación y presencia en China derivan de la inversión y cooperación de empresas españolas con las locales, y afectan a sectores tan variados y con tantas posibilidades en este momento como las energías renovables, las telecomunicaciones, la tecnología e ingeniería, las infraestructuras, los transportes o el sector financiero. China, por su parte, está básicamente presente en nuestro país con bienes de consumo cada vez de mayor complejidad, pero con un deseo, y planes concretos, de presencia física de empresas chinas en algunas actividades en nuestro país”. No oculta Solbes la gran complejidad que ofrece el valor de mercado de la moneda china. “Las autoridades chinas han llevado a cabo algunos esfuerzos en la revaluación del yuan, tema cada vez más importante para su economía, dada la evolución de la inflación. Los movimientos han sido prudentes en base a argumentos relacionados con el posible efecto sobre el crecimiento y sobre el stock de reservas”, ha explicado.
China parece decidida a aumentar las exportaciones españolas, a comprar deuda española, a ser amigo económico de España. Ni siquiera falta quien vea un “excesivo interés” de la gran potencia hacia el pequeño país en dificultades: “Nos puede comer en dos bocados”…
De momento, parece que se contenta con nuestro jamón, vino, eólicas, y deuda. No es poco regalo de Reyes.